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domingo, 3 de octubre de 2010

audiencia

TELEFE
La pérdida del primer lugar y cómo pelearla
Telefe cayó otra vez ante El Trece, que tal vez gane el año. En medio de rumores, y luego de los despidos, Marisa Badía apura la salida al aire de nuevos proyectos con Echarri, Arana, Campanella y Francella.
Por Diego Grillo Trubba

La sorpresa no termina. Si en agosto El Trece conseguía imponerse a Telefe por primera vez en el año, en septiembre la diferencia se agrandó. El canal de las pelotas se jugó la última carta fuerte que le restaba, Caín & Abel, y el resultado fue, al menos hasta ahora, decepcionante en términos de audiencia: anda por los 10 puntos de rating, salvo los miércoles –sin ShowMatch enfrente–, cuando araña los 15. Con el plan diseñado por Claudio Villarruel antes de renunciar –los contratos se firmaron el año pasado (ver recuadro)–, Telefe pierde ante su tradicional competidor en dos franjas –hay que reconocer que se impone en la segunda tarde, gracias a Casi ángeles y 1, 2, 3 a ganar, y gracias también a la baja performance de Alguien que me quiera, por el lado del canal soleado. No funcionaron –o funcionaron ahí nomás– los programas que lanzó Marisa Badía: Zapping diario, Lo que el tiempo nos dejó y Alto juego.
Al finalizar junio, con el primer semestre invicto, los pasillos de San Cristóbal regalaban serenidad: el año parecía irreversible. Ni que hablar cuando julio se lo quedaron por una décima. De los doce meses del año, ya habían ganado en siete y le habían sacado 7,8 de ventaja a El Trece de cara a la medición anual, que define publicidades.
Pero, se sabe, lo peor que puede hacer alguien que vive en una situación de competencia es confiarse. Agosto fue para El Trece, que se impuso por una diferencia de 1,6 puntos promedio. Y septiembre tuvo idéntico triunfador y se amplió la ventaja de El Trece: 2,7 puntos. En sólo dos meses la diferencia anual a favor de Telefe se achicó a 3,5 puntos, menos de la mitad (ver infografía).
Esto significa que si El Trece se impone a Telefe en el trimestre que queda por una diferencia de 1,2 puntos cada mes, habrá empatado. Si alcanza un poco más, se habrá impuesto en el año.
Lo que no se ve en la pantalla chica. Hace un año y medio habría comenzado una auditoría interna en Telefe. Tras los primeros datos que arrojó, fueron despedidos cinco ejecutivos de la emisora: Alejandro Parra –titular de Telefe Internacional, con antigüedad de diez años en el cargo–, Roberto Navarro –director comercial–, Gabriel Bianco –director comercial, marketing y nuevos negocios, en el canal desde hacía más de veinte años–, Néstor Moyano –productor ejecutivo de Susana Giménez, trabajaba con ella desde hace dieciséis años– y Rodolfo Cattáneo –gerente de negocios. El canal no hizo públicos los motivos de los cambios, pero a los despedidos les informó que se debía a una “reestructuración”. La misma palabra que se suele utilizar cuando no se desea manifestar el verdadero motivo de un despido (ver recuadro). A todos les pagaron la indemnización.
Por si fuera poco, la auditoría continúa y nada indica que los despidos hayan finalizado.
Lo que queda, lo que viene. En medio de este panorama –que incluye hasta versiones de venta (ver recuadro)–, hay productos que se han afianzado. Casi ángeles, de la factoría Cris Morena, rinde más que bien frente a Alguien que me quiera. Lo mismo sucede con 1, 2, 3, a ganar –irónico que un programa de juegos sea lo único que funcione hasta ahora de una productora que anunció que iba a hacer programas “con contenido social”. La segunda tarde, como se dijo, es pareja: gana Telefe por una décima. El noticiero de la noche anda bien ante Telenoche.
Los problemas son la primera tarde –es decir, el bastión tradicional de la emisora– y el prime time –espacio que suele ser de El Trece, gracias a la combinación Pol-Ka/Ideas del Sur. Marisa Badía puso manos en el asunto y para la tarde, ya le pidió una nueva telenovela a Enrique Estevanez, que la prepara a todo motor para estar listo cuanto antes.
También se apura a Pablo Echarri, que volverá a la pantalla en la que conoció el éxito con Resistiré y Montecristo en el doble rol de actor y productor –la productora que armó con su amigo Martín Seefeld, que también actuará, se llama Arbol. Si bien había coqueteado con Canal 9, firmó contrato con Telefe para una ficción diaria destinada al prime time: El elegido, donde lo acompañarán Paola Krum y Leticia Bredice.
La cuestión es que se pensaba estrenarla en los meses de abril o mayo de 2011, pero a pedido de Badía, se aceleraron los tiempos: comienzan la preproducción en noviembre, para estar al aire cuanto antes.
Similar es el caso de Facundo Arana, quien protagonizará una tira con ribetes de ciencia ficción producida por RGB, cuya apertura dirigirá Tomás Yankelevich en España. Pero no se puede acelerar lo que sería la joya de la emisora en 2011: Juan José Campanella hará un unitario con Guillermo Francella como figura central. De todas formas, Marisa Badía mueve las fichas con celeridad, como quien siente que
debe modificar el juego. Y puede hacerlo.
Sigue

Rumores de venta al gobierno
Si algo sacude a Telefe en estos días es el tsunami de rumores.
Dos fuentes le indicaron a PERFIL que el despido del personal directivo no habría sido por motivos de reestructuración, tal como se le dijo, sino a diferencias en los fondos que habría arrojado la auditoría interna.
Pero, al mismo tiempo, otras dos fuentes diferentes le revelaron a este diario que la prioridad de la emisora, hoy por hoy, es ordenar las cuentas antes de que Telefónica venda el canal, probablemente a Electroingeniería o algún otro grupo económico afín al Gobierno. La misma firma compradora estaría organizando una señal anexa, especializada en periodismo de espectáculos, para aprovechar la franja que brinda la televisión digital. Marisa Badía no lo cree posible (ver página siguiente).
Se hizo pública una versión que indicaba que Telefe rescindiría su contrato con la productora On TV de Claudio Villarruel –hizo un éxito moderado (3, 2, 1, a ganar), un fracaso estrepitoso (Secretos de amor) y otra ficción que no arrancó bien pero podría repuntar (Caín & Abel). Sin embargo, Marisa Badía lo desmiente: el contrato que firmaron Villarruel y Llorente, al renunciar como directores de programación, ligaba a On TV con Telefe a lo largo de tres años, y aún restan más de dos.

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