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martes, 18 de noviembre de 2008

de todos los mitos", asegura.
AUTOS, TECNOLOGIA, INMOBILIARIO Y TURISMO, LOS MAS AFECTADOS
Blackberry, pero con tarjeta prepaga: la crisis ya golpea al consumo de alta gama
Las compras ABC1 bajan por la caída de los ahorros, la inflación para ricos y el desempleo VIP.
Por: Sebastián Campanario
Lista de tareas urgentes: pasar el motor del yate a gasolero, postergar el pago de las expensas del barrio privado, y también el sueldo del mayordomo.La actual turbulencia de los mercados está golpeando sobre el consumo de la clase media- alta argentina con más fuerza que crisis anteriores. Hay varias particularidades que la hacen especialmente dañina para este segmento: la caída de los ahorros es generalizada y afecta esta vez a los activos de los argentinos en el exterior; la "inflación para los ricos" se aceleró en los últimos meses y el temor al "desempleo de traje y corbata" creció con las suspensiones y algunos despidos que se están produciendo en empresas de primera línea."Una cartera promedio de una familia acomodada colocada en los EE.UU. o Europa perdió entre un 20% y un 30% de su valor en los últimos dos meses", marca Marcelo Elbaum, autor de "Hombre Rico, Hombre Pobre" (Planeta) y director de Convexity, una consultora que maneja portafolios de gente adinerada. "El otro día un cliente contaba que en su ambiente, de clase media-alta, le llamaba la atención que sus amigos comienzan a evitar restoranes con el argumento de que los 'matan' con los precios", agrega Elbaum.En la crisis de 2001, los ahorros de argentinos en el exterior no sólo no cayeron, sino que multiplicaron su poder de compra con la devaluación. "Ahora hay un efecto pobreza, siempre entre comillas, porque la clase media-alta en general tiene sus ahorros diversificados y hay activos que no cayeron tanto", marca Martín Romeo, de la consultora Equis.El segundo aspecto de impacto de la crisis sobre el consumo de alta gama viene por el lado de los precios. Según un estudio de la Universidad del CEMA, que desde marzo está relevando valores de 3.000 productos que conforman una Canasta del Profesional Ejecutivo (CPE), los precios para el segmento medio-alto crecieron en los últimos ocho meses un 12,75%, el triple de lo que lo hizo una canasta con ponderadores para el promedio de toda la población. "Sin duda la inflación está afectando muy especialmente a este sector", explica Mariano Fernández, profesor de economía de la UCEMA y encargado del estudio.Un "profesional independiente" que manda a sus hijos al colegio privado, paga las expensas del country y pide sushi por delivery necesitó en octubre para vivir un 30% más de plata que lo que precisaba Domingo Cavallo para subsistir en los 90: unos 13.258 pesos. Eran $ 11.788 en marzo.Transporte y Comunicaciones, Equipamiento para el hogar, Educación y Salud estuvieron entre las categorías que más aumentaron. El anualizado para toda la canasta para ricos -que se arma con una menor ponderación de alimentos y una más alta de esparcimiento, por ejemplo- está en un 25%.A eso hay que agregarle una política del Gobierno que empezó a liberar los precios de los servicios (luz, gas) para los hogares de mayor consumo y otras subas que suman a la cuenta de fin de mes. Un solo dato: el portal supercomodo.com detectó que la comida por delivery, una modalidad extendida en los sectores acomodados, subió un 20% en los últimos siete meses.El tercer factor que influye en la mayor cautela para el consumo de la clase media alta es el fenómeno de la "desocupación VIP", que se da a nivel global con un primer paso en el sector financiero, y que en la Argentina se agudizó con la movida del Gobierno que puso fin a las AFJP. Se estima que hay unos 20.000 puestos de trabajo asociados en forma directa e indirecta a las administradoras privadas de jubilaciones. El especialista en economía laboral Ernesto Kritz cree que por ahora se frenó la demanda de trabajo, pero que la destrucción de empleo -al menos en un nivel más generalizado- se dará si se confirma un aterrizaje brusco en la economía.Autos, propiedades premium, tecnología, entretenimiento, gastronomía, indumentaria y turismo son algunos de los sectores que más sentirán la retracción del consumo ABC1.

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