Aftersex: ahora son furor las “selfies” después del sexo
Es la última tendencia en la red Instagram. “ Hacen público lo privado”, dicen psicólogos.
05/04/14
¿Y después del sexo, qué? Algunos fuman, otros huyen. Pero también están los que deciden sacarse una foto. ¿Por qué no? ¿Acaso el celular no está ahí nomás, en la mesa de luz? ¿No es una extensión de nuestras manos y de nuestras vidas? Entonces es cuando aparecen las “selfies aftersex”, porque la necesidad de publicar casi todo es una marca de esta época.
Las selfies o autofotos se hicieron populares con un autorretrato de Obama, y luego con los protagonistas de los Oscar. Ahora, las fotos aftersex son la última tendencia de la red social Instagram y tiene que ver con la idea de publicar una selfie después de tener sexo. Son retratos de parejas que no se muestran desnudos, sino que buscan compartir con el mundo virtual la expresión de sus rostros después del sexo. “Asistimos a la insistencia de hacer público lo más privado y la creación de nuevas categorías en las redes sociales no nos da ninguna tregua. La vida globalizada, convertida en un Gran Hermano, invita a la exhibición de todos nuestros actos sin omitir ya casi ninguno”, explica la psicoanalista Any Krieger, autora del libro “Sexo a la carta”.
La mayoría de las fotos que aparecen (sólo hace falta buscar con el hashtag #aftersex en Instagram) son de parejas de otras partes del mundo. No hay muchos casos de Argentina, pero teniendo en cuenta que nuestro país está a la vanguardia en muchos aspectos relacionados con la tecnología de la información, no sería extraño que de a poco empezaran a aparecer más fotos de parejas argentinas.
¿Y por qué lo hacen? Es instintivo, pero también el tema puede abordarse de una manera más compleja: “El goce de ser mirado viene de la constitución misma de la identidad. El primer año de vida de un bebé se construye desde la mirada materna, que de esa forma lo instala como individuo, como un yo soy”, explica Krieger. “Es así que la búsqueda de esa mirada se reproduce y reduplica en el recorrido de nuestra existencia. Ser mirado equivale a ser visto, a existir. Luego aparece la curiosidad como una necesidad vital que nos instala en el aprendizaje. La Web y sus dispositivos nos revuelcan una y otra vez en esta dialéctica del “ver-aprender” y el ser “vistos-existir”. Entonces, la autofoto del aftersex es el señuelo casi perfecto, donde nada se muestra y todo se imagina”, concluye Krieger.
La selfie #aftersex funciona también como validación social, la forma de exponer que cumplimos con cierto mandato relacionado con el sexo y la estética. Pero dentro de esos parámetros hay usuarios que “fracasan” y eligen tomarlo con humor, publicando una aftersex con su mascota, o con planos a la palma de su mano. Si no hay humor, que no haya nada
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