Medios alternativos, ideas y perspectivas
Fabiana Arencibia y Fernando Tebele
relatan la experiencia del reciente 10º Encuentro de la Comunicación
Comunitaria, Alternativa y Popular organizado por la RNMA (Red Nacional de
Medios Alternativos), donde se intercambiaron experiencias, se realizaron talleres
y se debatió la aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Por Fabiana
Arencibia y Fernando Tebele *
“Tenemos derecho como sociedad a tener nuestras radios desde los barrios.
Qué interesante sería que se empiece a utilizar esta herramienta de lucha. Eso
es lo que hacemos con Radio Zona Libre”, dijo Vanesa Orieta, la hermana de
Luciano Arruga, desaparecido desde 2009. “Podemos decirle al mundo lo que pasa
en nuestro barrio sin nadie ni nada en el medio”, agregó Natacha, de la misma
radio.
Estos testimonios se
escucharon durante el 10º Encuentro de la Comunicación Comunitaria, Alternativa
y Popular organizado por la RNMA (Red Nacional de Medios Alternativos), que se
realizó en la ciudad de Buenos Aires, los días 11, 12 y 13 de este mes en el
Centro de Formación Profesional Nº 24.
La RNMA es un espacio de
articulación de comunicadores y medios en todos los soportes (agencias de
noticias, radios, televisoras, periódicos, revistas, páginas web) desde donde
trabajamos vinculados con organizaciones sociales o siendo parte de ellas.
Organizados en red realizamos coberturas conjuntas, transmisiones especiales e
impulsamos la creación de medios de comunicación en manos de los actores
sociales silenciados por los medios tradicionales o, en el mejor de los casos,
utilizados en la pelea binaria entre los monopolios mediáticos y el Gobierno.
“Nosotros somos gente
común que no estudiamos periodismo ni locución. Nos empezamos a capacitar con
la RNMA. La radio nos quedaba a años luz. Ya hace dos años que estamos al
aire”, apuntó Julio Gutiérrez, de Radio Capoma, la radio del Centro de Acción
Popular Olga Márquez de Aredes, que transmite desde Jujuy y denuncia a Ledesma
por ayer y por hoy.
En este 10º Encuentro,
desde la RNMA propiciamos talleres de formación, de debate, relatos de
experiencias comunicacionales y paneles, donde los referentes sociales, que
forman parte de nuestras agendas, abordaron sus problemáticas y procesos de
lucha en relación con el tratamiento que reciben tanto de los medios
tradicionales como de los comunitarios, alternativos y populares.
“Cuando Jonathan
apareció, los diarios titularon ‘Aparecieron los pibes del paco’. Después
Crónica TV vino a filmar el velatorio. Lo mediático es para los que tienen
plata, los que viven en Palermo, en Barrio Norte. Los que vivimos en Villa
Soldati no tenemos nada. Si el juez y los fiscales le creyeron al policía Santiago
Veiga, los medios también. A mí los únicos que me ayudaron fueron los medios
alternativos”, sostuvo, angustiada, Angélica Urquiza, la mamá de Kiki Lezcano,
asesinado en 2009 junto a Ezequiel Blanco en un caso de gatillo fácil ocurrido
en Lugano.
Ese es nuestro rol.
Estar en la calle registrando lo que los medios tradicionales ocultan o
tergiversan. Donde para aquéllos hay “caos de tránsito”, para nosotros hay un
conflicto social que llega a ese punto porque es invisibilizado. Mientras los
familiares y amigos de Luciano Arruga tienen que asaltar el vivo de CQC para
forzar un informe sobre el caso, en nuestros medios tienen el tiempo que
necesitan para reflexionar no sólo acerca de la desaparición de Luciano, sino
también para pensar por qué aún la mayoría de la sociedad ni siquiera sabe
quién es.
Asimismo, en el 10º
Encuentro debatimos acerca de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y
las perspectivas del sector comunitario en relación con su aplicación. La RNMA
convocó a representantes de medios de los otros agrupamientos de radios (Farco
y Amarc), para reflexionar acerca de las posibles líneas de acción en común
respecto de la legalización y los planes de fomento para nuestros medios que, a
cuatro años de la sanción de la ley, se han dado en cuentagotas y
discrecionalmente. A partir de lo trabajado, se volvió a poner de manifiesto
que aún queda mucho camino por recorrer, ya que nuestros medios no se han visto
beneficiados por la aplicación de la norma. Nuestro compromiso y desafío sigue
siendo organizarnos en red porque para nosotros la comunicación es un derecho,
no una mercancía.
Con la presencia de
militantes de la comunicación de diez países y once provincias argentinas vimos
superadas nuestras expectativas. Los asistentes aportaron sus miradas, ideas y
perspectivas. Fue un espacio para que quienes trabajamos en red (como en el
panorama radial de la RNMA que se construye colectivamente a nivel nacional)
podamos ponerles caras a las voces que escuchamos habitualmente. Nos abrazamos,
intercambiamos experiencias y conocimientos; enseñamos, pero fundamentalmente
aprendimos.
En los medios
comunitarios, alternativos y populares no buscamos noticias. Somos parte de
ellas porque participamos de los procesos sociales que narramos. La RNMA es un
actor de peso. Las sonrisas y los aplausos que cerraron el 10º Encuentro y los
testimonios de quienes participaron lo certifican.
* Integrantes de la Red Nacional de Medios Alternativos.
MEDIOS Y COMUNICACION
Campaña, niñez y comunicación
Hugo Muleiro analiza críticamente la
participación de los niños en las campañas publicitarias de algunos candidatos
en vistas a las elecciones legislativas del domingo próximo.
Por Hugo
Muleiro *
La presencia y aparición de la niñez en actividades políticas, en especial
las que se conocen a través de medios de difusión, suele ser muy escasa o nula.
Los actores de ambos ámbitos, política y comunicación, de-sestiman a niñas y
niños, y casi con igual contundencia a los adolescentes, como ejes temáticos
que merezcan un debate y como participantes de él. No son aceptados como un
sector de nuestra sociedad con derecho y capacidad para hacer aportes, ni
siquiera en los temas en los que son protagonistas. Por lo común, aparecen
admitidos en el primer plano porque algo malo sucede, o se dice que algo malo
sucede: tienden a delinquir, a no estudiar, son adictivos, son violentos, son
objeto de manipulación, traen comportamientos o modos que rompen la “normalidad”
diseñada en el imaginario de los adultos.
No obstante esta
situación, que de manera muy resumida se puede considerar una reproducción más
de los esquemas de poder que imperan en nuestra sociedad (asumiendo a esos
esquemas como conjunto más amplio y complejo que el mero ordenamiento
político-institucional), la campaña electoral para la votación del domingo
próximo incluyó participaciones de niñas y niños, aceptados esta vez con su
imagen o voz para hablar de asuntos que conciernen a todos o, más precisamente,
a los adultos.
El Frente Progresista
Cívico y Social difundió, para sus candidatos a diputados Margarita Stolbizer y
Ricardo Alfonsín, un mensaje de televisión en el que se usan voces de niñas y
niños para pedir a una ciudadana que vote por “alguien que no robe”, por
“alguien que ayude a los que menos tienen y no a sus amiguitos”. El empresario
Francisco de Narváez, tras lo que parece ser una actividad proselitista, se va
en su automóvil con un mensaje que le entregó un niño, que fue escrito originalmente
por una niña, con su letra de niña: “Queremos vivir sin miedo”.
Entre varias
observaciones posibles, en el primer caso se nota que los candidatos resignaron
mostrarse, dar la cara y arriesgar su voz, para que hablen alumnos de un tercer
grado “A”. Estos alumnos sí ocupan entonces el primer plano con el mensaje, que
recitan y está escrito en un pizarrón. Voces que representan la pureza de la
niñez, que nadie podría considerar dominadas por ambición de poder y por las
supuestas mezquindades de “la política”, obtienen por fin espacio prioritario,
pero para decir lo que unos adultos le dictaron. Es que en la Argentina, como
en una mayoría desoladora de países, nadie se toma el trabajo de rastrear con
cierto rigor el pensamiento político de niñas y niños, por lo que nuestro
conocimiento queda circunscripto al registro más íntimo. No sabemos, por lo
tanto, qué piensan, pero sí sabemos que las consignas que debieron pronunciar
para este mensaje, sobre votar a “alguien que no robe” y a quien no ayude “a
sus amiguitos”, responden estrictamente a la estrategia electoral de los
candidatos. Peor aún, fueron llevados a una crítica indirecta al gobierno
actual (“roba para sus amiguitos”) en un tono que ni siquiera parece propio de
este Frente, sino que es rehén de estrategias de grupos de poder que manejan a
los medios de difusión dominantes, y con ellos los discursos.
De Narváez también usa a
los niños para una propaganda marcada por enunciados muy repetidos actualmente
en ciertos ámbitos de los adultos, ya que, aceptando que no contamos con
comprobación seria, es atinado suponer que gran cantidad de niñas y niños, si
pudieran expresarse por sí mismos, pedirían para ellos y para todos más juegos,
diversión, esparcimiento, alegrías, que todos puedan comer e ir a la escuela.
En ambos casos, a la
verdadera voz de la niñez se le cierra el paso y se la pone a decir lo que unos
adultos planearon, explotándola como certificación de autenticidad. Es un
sistema de comunicación que se repite: las personas de estas franjas de edad no
están invitadas a la gran discusión sobre el país, la ciudad, el barrio: ni
siquiera son convidadas cuando hay que definir asuntos de su escuela, de las
aceras en las que juegan o deberían jugar, de los hospitales en que son
atendidas. La Convención de los Derechos del Niño, tratado internacional
adoptado por el país y, por lo tanto, de cumplimiento obligatorio, establece
que niñas, niños y adolescentes tienen derecho pleno a expresarse, a buscar y
difundir noticias y opiniones en los asuntos que les conciernen y según su
nivel de desarrollo. La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual recoge
este espíritu, así como la Ley de Educación Nacional. La campaña que concluye,
según lo que se ve en los mensajes partidarios y en la gran mayoría de los
medios de difusión, quedó muy lejos de estos principios.
* Escritor y periodista, secretario de Comunicadores de la Argentina
(Comuna).
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