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El minuto a minuto de la publicidad
La idea argentina que se metió en la tanda del Super Bowl
Mucho se escribe cada año sobre la tanda del Super Bowl. Un par de años atrás, en este mismo espacio, reconocí cierto agotamiento por este evento que, sin dudas, es clave para la industria publicitaria global: todos esperan la final de la NFL para ver qué marcas se suben a la transmisión y con qué propuestas creativas.
La apuesta es fuerte: este año, había que desembolsar entre u$s 3,7 y u$s 4 millones para disponer de 30 segundos y la atención de –probablemente– más de 111,3 millones de televidentes, la cifra que según la consultora Nielsen observó la final el año pasado. Tal es el aluvión informativo que se genera a partir de esta tanda que ya ni siquiera se preocupan por provocar misterios: las marcas lanzan sus comerciales semanas antes del partido decisivo, que esta vez se disputará el próximo domingo 3 de febrero.
Voy al grano. En cualquier lado pueden ver la avalancha de spots, pero aquí prefiero destacar lo que según mi criterio es una idea copiada. Para más datos: el comercial de Mercedes-Benz tiene una trama casi idéntica a “Pacto”, inolvidable aviso creado por la agencia Agulla & Baccetti para Renault Clio, estrenado en 1999.
Veamos primero “Soul“, de la agencia estadounidense Merkley + Partners, dirigido por Dante Ariola para la productora MJZ:
Un joven, el Diablo y un auto.
Ahora veamos “Pacto”, el comercial pensado por el equipo encabezado por Ramiro Agulla y Carlos Baccetti, dirigido por Pucho Mentasti y protagonizado por Gastón Ricaud y, en el rol de Lucifer, el español Eusebio Poncela.
Un joven, el Diablo y un auto.
En el caso del comercial que se verá oficialmente en televisión durante la tanda del Super Bowl, Mercedes-Benz apostó por las curvas de la modelo Kate Upton y compensó en talento actoral con la convocatoria del genial Willem Dafoe para interpretar a Satanás.
Llama la atención la similitud de la idea y la resolución del argumento: el auto resulta el motivo por el cual el joven rechaza el pacto con el Demonio. En el caso original, la performance del auto es el atributo que convence al conductor de rechazar las propuesta del mal. En la campaña de Mercedes-Benz, el precio es lo que motiva la decisión final del joven.
Las coincidencias no terminan ahí: el joven protagonista tiene ojos claros y una apariencia muy similar a la de Ricaud, el actor argentino. Y también las promesas del Diablo son las mismas: dinero y mujeres, básicamente.
Dada la dimensión del anunciante y la inversión de dinero involucrada tanto en la realización del comercial como en su puesta en el aire, sería extraño que los creativos estadounidenses hayan visto el spot argentino. Sin embargo, el parecido es tan asombroso, que me permito dudarlo.
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