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jueves, 5 de junio de 2014

SE DILUYE MODELO DE PUBLICIDAD TRADICIONAL EN TV

SE DILUYE MODELO DE PUBLICIDAD TRADICIONAL EN TV



Más contenidos, menos publicidad: el nuevo paradigma para la televisión en el mundo digital
Más contenidos, menos publicidad: el nuevo paradigma para la televisión en el mundo digital
Por Leonardo M. D’Espósito
El pasado 28 de mayo, el Wall Street Journal publicó una nota de la periodista Nathalie Tadena que advierte sobre los nuevos hábitos de los consumidores basados en las más recientes tecnologías de acceso a la televisión. El resultado es preocupante para el modelo actual de publicidad en las señales de aire. El artículo comenta una encuesta llevada a cabo por la firma Arris Consumer Entertainment Index llevado a cabo en hogares de 19 países, entre ellos los EE.UU., China y Brasil, donde tienen gran penetración los sistemas de DVR -es decir, aquellos que permiten grabar y ver programas de televisión en el momento en que el espectador lo requiera. El resultado es más que interesante: el 82% de los más de 10.000 encuestados admite que la razón por la cual opta por estos sistemas (en la Argentina tanto Cablevisión como DirecTV disponen de ellos) responde a la necesidad de saltarse las publicidades.
No solo eso: el 80% dedica al menos un día de la semana al binge-viewing, el nuevo hábito de ver varios episodios de una serie o programa de una sola vez, obviamente saltándose las publicidades. Esto explica, de paso, el auge de los sistemas de streaming y el crecimiento notable de Netflix en los últimos tres años.
Otro dato importante es que los usuarios de estos sistemas tienen problemas no para elegir qué grabar sino para elegir qué borrar, y prefieren pagar por una mayor cantidad de almacenamiento antes que tenerla gratis a cambio de la obligación de ver publicidades. El otro dato relevante es que quienes utilizan tablets o celulares en combinación con el visionado de un programa suelen o bien utilizar el dispositivo portátil para comprar alguno de los productos que aparecen en el show (como PNT) o para jugar con alguna aplicación relacionada con lo que está viendo.
Hoy se discute en los EE.UU. si la medición del rating publicitario (es decir, cuánto se ven los  spots integrados a una emisión que se estrena) debe pasar de tres días luego del estreno a siete. Pero los datos que provee Arris vuelve -como dice Tadena- inocuo el debate.
En síntesis: los espectadores no quieren ver publicidades. Desde el inicio de la televisión las han soportado como molestias, incluso si en muchos casos la calidad o gracia de un spot ha generado memoria popular. Pero la enorme penetración que tiene la posibilidad de saltarlas obliga a pensar lo que se entendía de las tandas como un mal necesario. El nuevo modelo televisivo es aquel donde el espectador, transformado en usuario, elige qué y cómo ver, y donde además, dado que paga por ello, tiene el derecho de decidir si atiende a la publicidad o no.
Por otro lado, todos los estudios indican que los espectadores prefieren pagar por los contenidos que consumen con tal de poder manejarlos a su antojo, lo que dejaría fuera de combate el modelo publicitario tradicional.
La producción de series originales por parte de HBO, por ejemplo, que además ha multiplicado las suscripciones en todo el mundo, son un ejemplo de cuál es el futuro del negocio televisivo: los propios espectadores, con su abono, financian la realización de sus programas favoritos e incluso dictan su continuidad. El cambio parece imparable.

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