La publicidad en expansión, pero más cuidadosa en sus promesas

Roberto Méndez destaca el desempeño de Chile para, pese a no ser inmune a la crisis internacional, lograr positivas tasas de crecimiento, disminución del desempleo y bajas tasas de inflación. Sin embargo, adevierte que aunque los consumidores son optimistas, demuestran un malestar que tiene como blanco no solo al gobierno sino también a las empresas e instituciones.

Roberto Méndez lidera la encuesta de opinión Adimark GfK, una de las más reconocidas en Chile.

Desconfianza es una de las palabras que Roberto Méndez utiliza para referirse al presente que vive la industria publicitaria en Chile, aunque destaca la capacidad del país de salir airoso de la crisis que se vive a nivel mundial.

“Los últimos años han sido muy complejos para las economías de todo el mundo. En la práctica, una crisis contínua que se inicia en los mercados financieros de los Estados Unidos en 2008, pero que se extiende hasta hoy, ahora con más dureza en Europa que en el resto de los mercados”, explica. Y agrega: “Chile no ha sido inmune a este escenario adverso, pero la economía chilena se ha desempeñado bien, con positivas tasas de crecimiento, disminución del desempleo y bajas tasas de inflación”.

En este sentido, especifica Méndez, “los consumidores se muestran optimistas, el consumo está creciendo en forma robusta, las ventas del comercio baten récords, sin perjuicio de que se aprecia un ritmo algo más lento en esta parte final del 2012”.

-¿Cómo afecta este escenario a la industria publicitaria?

-La publicidad y el marketing chilenos se han beneficiado de este dinamismo positivo, con alzas en la inversión publicitaria de este año, que se había resentido después de la crisis financiera de 2008. Se notan, sin embargo, algunos cambios más bien de tipo cualitativo.

-¿A qué cambios se refiere?

-Los consumidores chilenos, a pesar de las buenas cifras económicas, muestran un encendido malestar que se dirige no solo al gobierno, sino también a las empresas e instituciones. Diversos estudios muestran que las actitudes de los clientes hacia las marcas son ahora más lejanas, incluso hostiles. Se ha establecido un clima de desconfianza hacia las marcas y empresas, de abuso, que naturalmente las empresas están resintiendo.

La nota puede leerse completa en la última edición de Adlatina Magazine 63.