la nueva comunicacion politica

Redes sociales y nuevas formas de comunicar

Twitterización tinellizada de la política 2.0

El especialista Alejandro Prince analizó el uso de esta herramienta entre los dirigentes. El investigador opinó que no se respeta el espíritu –que plantea un diálogo, una relación– sino que se utiliza como si fuera cadena nacional.

 

"Se usa el twitter como cadena nacional", dijo Prince.

  

Germán de los Santos 

El Twitter se transformó en una estrella en el mundo de la comunicación política durante los últimos meses. En un ambiente donde las nuevas herramientas tecnológicas siempre van rezagadas entre la dirigencia, el Twitter comenzó a pisar muy fuerte, pero con un uso particular. Hasta ahora se utiliza este soporte on line despojado casi totalmente de la esencia del paradigma 2.0, que incluye como parte de su alma un vínculo indefectiblemente con un diálogo. Desde que la presidenta Cristina Fernández comenzó a disparar tweets sin parar explotó la discusión sobre cómo se usa esta nueva plataforma.

Alejandro Prince es economista, politólogo, investigador y analista en temas vinculados con la sociedad del conocimiento. Es una fuente autorizada a la hora de elucubrar sobre el uso de las nuevas tecnologías cuando están relacionadas con la política.

—¿Qué les pasa a los políticos con Twitter?

—Twitter está de moda en los últimos meses entre los políticos, pero lo que hay que analizar es si lo están usando bien o no. Es un nuevo formato de comunicación que los políticos actualmente lo desaprovechan. El paradigma 2.0 no solamente garantiza que haya video o películas, o imagen o animación. La esencia de este paradigma en la sociedad del conocimiento está fundada sobre la base de un diálogo. La idea de las redes sociales se sustenta que estamos todos iguales en red comunicados con la misma distancia al centro y de manera horizontal y ascendente. No es el paradigma del 0.0 o el 1.0  del mundo del broadcasting, donde el rey, el sacerdote o el político habla y todos escuchan el mismo mensaje a la misma hora. Lo que veo con esta moda del twitter en la política es una degradación del concepto y de las herramientas 2.0. Algunos políticos que se paran en el centro del mundo y disparan a toda hora mensajes de forma exagerada, que contienen comunicados de prensa, que no esperan nunca una respuesta. Lo único que se espera es el rebote en los medios masivos de comunicación, que hoy atraen más masas electorales que los medios de internet.

—¿Por qué se distorsionó en la política el uso de esta herramienta?

—Quién sigue a los políticos: sus militantes, que ya están convencidos del mensaje. También están los curiosos, como yo; o los periodistas, que se meten para ver los mensajes que lanzan ellos. Es decir, se usan herramientas como Facebook o twitter para decir: acá estoy yo y ustedes escuchen. La idea es usar estas herramientas como plataformas colaborativas en un mundo en red, más emergente. Pero en cambio se sigue haciendo un uso como en la era preindustrial, con la misma noción de la cadena nacional. Tiene un gran efecto ahora, porque no sólo rebota en los mil o dos mil seguidores sino en los medios de comunicación. Es decir, es rentable en un corto plazo en términos de inversión, porque es muy visible.

—¿Usted cree que se va a agotar después de la campaña? 

—Si agotás el espíritu de la herramienta con mal uso, puede desaparecer como Second Life, y muchas otras cosas. Van a tener que aprender a usarlo bien. Por ahora le están sacando el jugo, porque va a contramano del espíritu, hay una violación ética de la esencia 2.0. 

—El mal uso tiene que ver con la limitación de los caracteres.

—Hay pocas ideas que se pueden transmitir en los 140 caracteres. Pero también hay poco tiempo en un comercial de 24 segundos en épocas electorales. En el otro extremo, una página de un diario llena de letras, al estilo solicitada, no la lee nadie, mientras que una imagen con dos o tres palabras tienen mucho más efecto. El dilema de la limitación en el texto lo tiene la publicidad y la propaganda desde hace mucho tiempo, con el alcance y la cobertura. El mundo de internet prometía romper con ese dilema, porque puedo llegar a muchos con profundidad. Pero si lo rompo con el alcance unidireccional estoy rompiendo la esencia del diálogo. Creo que la gente se va a cansar. Porque un año después de que reciban los mismos comunicados se van a agotar de ver lo que dice equis persona. A tal dirigente le va a quedar un grupo de partisanos que los seguirían de cualquier manera. Todo va a quedar reducido a que en vez de gastar en empanadas o choripanes para una reunión en una plaza, un comité o una unidad básica se los entretiene en twitter.

—¿Y qué opina del estilo que se utiliza en Twitter?

—En el estilo agresivo es medio panfletario. Muy amarillista. Estamos reproduciendo una twitterización tinellizada del espíritu 2.0 en la política, como si al twitter se trasladaran las peleas del jurado de Bailando por un Sueño. Es una degradación inteligente