EL GIGANTE DE LAS REDES SOCIALES HABIA REIVINDICADO SU DERECHO A PERPETUIDAD SOBRE LO PUBLICADO
Revuelo y marcha atrás de Facebook
El gigante de las redes sociales, Facebook, dio marcha atrás con su polémica medida de hacerse acreedor a los derechos sobre las fotos publicadas, los textos redactados, los videos y cualquier otra declaración que los usuarios colocaron en su página, incluso una vez que la cuenta fue dada de baja.El conflicto se destapó cuando unas semanas atrás Facebook decidió alterar las condiciones de uso y adjudicarse el derecho irrevocable a explotar libremente todo el material publicado a perpetuidad. Lo que alteró a muchos jóvenes fue que esta declaración estaba solapada en la letra chica, algo que la mayoría acepta casi sin deternerse a leer. A modo de protesta, no fueron pocos los que determinaron abandonar su red de contactos o limpiar los datos íntimos.Ante el temor de un éxodo masivo, el propio Mark Zuckerberg, fundador de la compañía, anunció en un comunicado que todo volvía a los antiguos términos y que la intención nunca fue quedarse con los derechos de autor de la gente. También, se encargó de poner en claro que "las personas son propietarias de su información y controlan lo que quieren compartir." En este punto se esconde parte de la verdad y una cuota de trampa. Porque aunque es posible determinar qué tiene permitido ver el grupo más íntimo y hasta donde se extiende la barrera de lo público, también es cierto que no es nada fácil localizar esta opción.Porque ante la mirada del visitante ansioso, esta red consigue abrumar con una página personal cargada de aplicaciones y solicitudes que se multiplican en una infinidad de ventanas. El problema es que muchas de las personas que acceden a una red social, están más preocupados por mostrar sus fotos al mundo y engrosar su lista de amigos, que por mantener a resguardo la propia intimidad. El riesgo en Internet no sólo aparece cuando hay que poner la tarjeta de crédito. La información personal que uno inscribe en los diferentes formularios de afiliación, puede tener un valor muy alto para las empresas que buscan conocer los hábitos de consumo de un sector de la población. Y en este sentido, Facebook es una mina de oro.Porque además de la ficha básica que uno completa con nombre, apellido y otras preferencias, hay datos menos trascendentes que uno ingresa a diario, que sirven para ampliar el perfil de cada usuario. Sobre este punto, Alejandro Basterra, director de Indigo Media sostiene que "estos sitios manejan una gran cantidad de información: desde calendarios con los cumpleaños de los contactos y sus familiares, los hábitos de lectura, los gustos musicales, hasta lo que uno está haciendo en ese momento. Son demasiados datos."
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