ENTREVISTA EXCLUSIVA CON TIM HETHERINGTON, PREMIO WORLD PRESS PHOTO 2007
La mejor fotografía del mundo y su historia de soledad y dolor
Fue realizada en Afganistán. Se exhibe desde el jueves en el Centro Borges con el auspicio de Clarín.
Las bombas habían estallado todo el día a pocos metros y el búnker podía ser invadido en cualquier momento. Tim Hetherington (38 años, inglés, fotoperiodista) desafió el pánico e hizo lo que correspondía: sacó su cámara y plasmó un retrato del momento. Hasta que se hizo la imagen: su lente captó la soledad y el sufrimiento de un soldado exhausto. Hetherington sabía lo que veía: disparó. Semanas después, esa fotografía le daría el premio mayor del World Press Photo, el concurso más prestigioso del fotoperiodismo mundial. La imagen -tomada en Afganistán y denominada Soldado americano descansado en el búnker-, junto con otras 184, será exhibida a partir del jueves en el Centro Cultural Borges. La muestra anual del World Press Photo es organizada por la Embajada Real de los Países Bajos y está auspiciada por Clarín.En charla exclusiva con Clarín-mientras trabaja en una película en Nueva York- Hetherington recuerda sus meses en Restrepo, el búnker donde casi muere. "Era posible chocar con los talibanes al menos una vez por día. El puesto de avanzada donde estábamos estaba cubierto de bolsas de arena de 30 metros de largo y 10 de ancho. El día de la foto fue particularmente intenso. Ya habíamos tenido dos choques y ellos establecieron una línea de fuego adentro de la base. Como muestra la imagen, todos estábamos exhaustos. Recuerdo que minutos antes de que sacara la foto, escuchamos en la radio que la insurgencia había recibido veinte granadas y ocho chalecos con explosivos. Estábamos convencidos de que iban a querer ocupar nuestra posición. Teníamos miedo". 'Le "robó" la imagen al soldado? Sí, no fue posada. Me gustaba la luz, era el atardecer. Esa imagen representa cómo me sentía en ese momento. Hay una parte mía ahí. A pesar de haberse roto una pierna siguiendo a un pelotón, que nadie espere de Hetherington un discurso antibélico. Se pasó los últimos meses viviendo, riendo y sufriendo con los soldados norteamericanos en Afganistán y, dice, pudo llegar a comprenderlos: "Ellos no tienen una visión política acerca de la guerra, son soldados. La mayoría de la gente que pelea en esa guerra es pobre: hispanos pobres, negros pobres, blancos pobres. Ningún congresista manda a su hijo al frente. Ellos se enrolan porque no tienen siquiera una casa, no lo hacen para apoyar a Bush. Es desmoralizador para ellos estar haciendo su trabajo y que haya gente que esté en contra". 'Volvería otra vez a Afganistán?Sí, por supuesto. En realidad, no lo haría para seguir la guerra sino para seguir mi historia. Iré allí donde mi historia me lleve. 'Qué busca al estar en estas situaciones?Es mi elección. No es por los premios, sino por mí. La idea es poder expresar cosas con mi trabajo y, si se puede, generar reflexión. 'No se expone demasiado? La guerra reúne emociones y sensaciones en un espacio muy pequeño. Temor, amor, odio: todo está ahí. Es una experiencia extrema donde no hay procesos. No puedo decir que tenga una comprensión del hecho bélico. Es increíble sentirlo y ser testigo de lo que la gente hace por amor o por odio. 'Qué opina de que la foto sea usada como un emblema antibélico, como ocurrió en Nashville? Para mí esta foto no es sobre una nación o una idea, es acerca de un joven atascado en una montaña de Afganistán.Su mundo son las cuatro paredes que él construyó a mano. El 25 por ciento de su pelotón ha sido asesinado o está herido y sabe que quizá no vea más a su esposa. Es importante que el mundo lo conozca y pueda discutir sobre por y para qué está ahí.
La mejor fotografía del mundo y su historia de soledad y dolor
Fue realizada en Afganistán. Se exhibe desde el jueves en el Centro Borges con el auspicio de Clarín.
Las bombas habían estallado todo el día a pocos metros y el búnker podía ser invadido en cualquier momento. Tim Hetherington (38 años, inglés, fotoperiodista) desafió el pánico e hizo lo que correspondía: sacó su cámara y plasmó un retrato del momento. Hasta que se hizo la imagen: su lente captó la soledad y el sufrimiento de un soldado exhausto. Hetherington sabía lo que veía: disparó. Semanas después, esa fotografía le daría el premio mayor del World Press Photo, el concurso más prestigioso del fotoperiodismo mundial. La imagen -tomada en Afganistán y denominada Soldado americano descansado en el búnker-, junto con otras 184, será exhibida a partir del jueves en el Centro Cultural Borges. La muestra anual del World Press Photo es organizada por la Embajada Real de los Países Bajos y está auspiciada por Clarín.En charla exclusiva con Clarín-mientras trabaja en una película en Nueva York- Hetherington recuerda sus meses en Restrepo, el búnker donde casi muere. "Era posible chocar con los talibanes al menos una vez por día. El puesto de avanzada donde estábamos estaba cubierto de bolsas de arena de 30 metros de largo y 10 de ancho. El día de la foto fue particularmente intenso. Ya habíamos tenido dos choques y ellos establecieron una línea de fuego adentro de la base. Como muestra la imagen, todos estábamos exhaustos. Recuerdo que minutos antes de que sacara la foto, escuchamos en la radio que la insurgencia había recibido veinte granadas y ocho chalecos con explosivos. Estábamos convencidos de que iban a querer ocupar nuestra posición. Teníamos miedo". 'Le "robó" la imagen al soldado? Sí, no fue posada. Me gustaba la luz, era el atardecer. Esa imagen representa cómo me sentía en ese momento. Hay una parte mía ahí. A pesar de haberse roto una pierna siguiendo a un pelotón, que nadie espere de Hetherington un discurso antibélico. Se pasó los últimos meses viviendo, riendo y sufriendo con los soldados norteamericanos en Afganistán y, dice, pudo llegar a comprenderlos: "Ellos no tienen una visión política acerca de la guerra, son soldados. La mayoría de la gente que pelea en esa guerra es pobre: hispanos pobres, negros pobres, blancos pobres. Ningún congresista manda a su hijo al frente. Ellos se enrolan porque no tienen siquiera una casa, no lo hacen para apoyar a Bush. Es desmoralizador para ellos estar haciendo su trabajo y que haya gente que esté en contra". 'Volvería otra vez a Afganistán?Sí, por supuesto. En realidad, no lo haría para seguir la guerra sino para seguir mi historia. Iré allí donde mi historia me lleve. 'Qué busca al estar en estas situaciones?Es mi elección. No es por los premios, sino por mí. La idea es poder expresar cosas con mi trabajo y, si se puede, generar reflexión. 'No se expone demasiado? La guerra reúne emociones y sensaciones en un espacio muy pequeño. Temor, amor, odio: todo está ahí. Es una experiencia extrema donde no hay procesos. No puedo decir que tenga una comprensión del hecho bélico. Es increíble sentirlo y ser testigo de lo que la gente hace por amor o por odio. 'Qué opina de que la foto sea usada como un emblema antibélico, como ocurrió en Nashville? Para mí esta foto no es sobre una nación o una idea, es acerca de un joven atascado en una montaña de Afganistán.Su mundo son las cuatro paredes que él construyó a mano. El 25 por ciento de su pelotón ha sido asesinado o está herido y sabe que quizá no vea más a su esposa. Es importante que el mundo lo conozca y pueda discutir sobre por y para qué está ahí.
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