EL CRECIMIENTO DE LAS CONEXIONES MOVILES AGOTA LAS DIRECCIONES
El día en que Internet prueba su futuro
Google, Facebook, Yahoo!, Microsoft y unas mil empresas más probarán mañana cómo funciona la nueva versión de las direcciones de Internet (IPv6), ya que las anteriores (IPv4) se agotan.
Por Mariano Blejman
¿Qué pasa si un día todo –absolutamente todo– queda conectado? Cuando se planificó la red, nadie pensó que algún día se acabarían las direcciones de Internet. Más allá de algunos trucos para expandirlas, se sabe que cada computadora conectada a la red necesita una dirección propia para poder ser “vista” y comunicarse con las demás. El protocolo para comunicarse fue creado por Vinton Cerf (actualmente en Google) y Robert Kahn a mediados de los ’70. A comienzo de los ’80, se conectaron universidades en Estados Unidos y su sector militar, apenas más tarde se subieron algunas empresas, otros gobiernos, otras universidades, otras empresas, más tarde usuarios con computadoras personales, hace no mucho teléfonos inteligentes y finalmente artefactos de todo tipo.
En el futuro no muy lejano –se espera–, heladeras, televisores, autos, alacenas, sistemas de monitoreos médicos, y vaya uno a saber qué otra cosa que ni siquiera imaginamos, estarán conectados entre sí, conversando, mandándose datos y dando información para tomar decisiones que tal vez no comprendamos. Y, claro, cada uno querrá tener su propia dirección de Internet (conocidas como direcciones IP, por Internet Protocol). El formato de direcciones con el que se creó Internet se llama IPv4 y tiene algo menos de 4300 millones de direcciones disponibles. El organismo que “mantenía” las direcciones de Internet se llama Icann, pero el año pasado se acabaron. Se terminaron. No hay más. Ahora sólo quedan reservas en los organismos regionales (como es el caso de Lacnic, para América latina, y para variar Estados Unidos es el país que más Ips usa y que más reservas tiene). Aunque todavía hay direcciones para un par de años, es evidente que las IP necesitaban reinventarse.
Que no cunda el pánico: la solución ya fue pensada por los ingenieros de la red y auspiciada por la Internet Society: son las direcciones IPv6. La cantidad de números que puede albergar el nuevo formato de direcciones para Internet es tan grande que prácticamente nadie es capaz de decirlo. Es algo así como un 340 con 36 ceros detrás. Como una dirección de Internet para cada grano de arena del desierto del Sahara. Se supone que –si todo va bien, y no se conquista algún otro planeta muy poblado o a alguien se le ocurre darle una IP a cada célula del cuerpo, o al ADN de un ser humano– esta cantidad de direcciones debería durar eternamente.
El cambio de formato de dirección se hará gradualmente, y –si todo sale bien– el usuario final (nosotros, bah) no debería darse cuenta de que algo cambió. En los últimos años, sobre todo los grandes proveedores de Internet de la zona de Asia, han comenzado a implementar direcciones IPv6, pero los tiempos apremian y los grandes jugadores de contenido de Internet están dispuestos a probar –todos juntos y al mismo tiempo– cómo funcionará Internet con las direcciones IPv6. Mañana es el día. Es el “IPv6 Day”: Google, Facebook, Yahoo!, Cisco, Microsoft Bing, Terra, Mozilla, las universidades, los proveedores de servicios y un millar de empresas en todo el mundo van a “prender” la nueva versión de direcciones IP a ver qué ocurre: van a probar el futuro. “Simplemente debería funcionar”, le dijo Martin Levy de Hurrican Electric a Página/12 en el encuentro de Lacnic XV en Cancún.
La migración de IPv4 a IPv6 fue uno de los temas centrales en el encuentro de Lacnic, la organización que administra las direcciones IP para la región. Allí estuvieron, por ejemplo, Diego Veca de Facebook y Jason Fesler de Yahoo! explicando el esfuerzo que significa para estas empresas “encender” nuevas direcciones IP. Básicamente, se trata de coordinar gradualmente la instalación mundial de una nueva forma de comunicar computadoras entre sí. La tarea es colosal, un de-safío planetario tal vez nunca antes ocurrido y es probable que en unos años algunos de los artefactos que usamos queden obsoletos: de hecho, muchas aplicaciones de teléfonos inteligentes no soportan IPv6. “El tema es que la gente se queda con aparatos durante años, que podrían ser obsoletos en no mucho tiempo, pero tarde o temprano se va a migrar”, dice Levy.
¿Cómo llegamos a esta situación? “Internet nunca fue pensada para ser tan grande. En 1981 nadie imaginó que se podían llegar a acabar estos números. Pero en los años que vienen, vamos a tener Internet en casi todas las cosas, incluso en cosas que todavía no hemos pensado”, cuenta Levy, que está al mando de la transición de direcciones en una de las empresas de conexión (backbone) más grande de Estados Unidos. Hurrican Electric nació en 1994 dando hosting y algunos otros servicios y hoy administra conexiones en tres continentes. Levy asegura que esta vez los números no se van a acabar y que los cambios serán graduales pero inevitables. “El paso a IPv6 es algo que va a ocurrir indefectiblemente, pero la mayoría de la gente jamás se va a enterar. El de mañana será un no-evento”, dice Levy. El margen de error esperado es del 0,05 por ciento: para Facebook unas 30 mil personas, que no podrán acceder a sus cuentas por unos pocos segundos.
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