Seis, Siete, 8:00”
Un mundo de medios duro de domar
PERFIL estuvo entre el público del programa que convocó a más de 10 mil personas en Plaza de Mayo y es de los más vistos del canal del Estado. Todo lo que sucede detrás de cámaras, con la atenta mirada del productor Diego Gvirtz. Las bromas de los técnicos y el té de los conductores.
Por Diego Grillo Trubba
Me parece que me voy a sumar a ustedes para hacer número en la tribuna”, dice en tono de broma una de las productoras de Seis, siete, 8:00 mientras conduce a cuatro integrantes del público, entre los que está PERFIL, por los pasillos del edificio de Canal 7/La TV Pública, de interés arqueológico porque están repletos de decorados, programas que termina-ron hace mucho, a diferencia de Seis... que comenzará dentro de un rato, tiempo suficiente para que la productora se tranquilice cuando se sumen otras siete personas y ella indique que todos se junten en la misma tribuna porque, dice, “va a ser la única que enfocarán las cámaras” en este miércoles lluvioso.
La gente va llegando al baile. Mientras un técnico prueba los micrófonos con la frase “quiero las vacaciones que me deben”, arriba el conductor Luciano Galende, con pantalón de vestir, camisa arremangada y anteojos elegantísimos, para que luego haga su ingreso uno de los invitados, Víctor Heredia, acompañado de otra productora que lo conduce hasta la silla y luego se marcha mientras en los monitores continúa el Fútbol para todos con Argentinos Ju-niors versus Newell’s Old Boys, y entonces sí, de a uno, algunos en silencio y otros saludando a la tribuna, hacen su entrada los panelistas Sandra Russo, Orlando Barone con sonrisa impecable, Barragán, Cabito Masa Alcántara y la última es Carla Czudnowsky, quien apenas se sienta percibe que Galende acaba de pedir un té y alza la voz para decir “ay, yo también quiero uno”, muy similar al “llegó el número uno” que se escucha poco antes de que llegue la hora de salir al aire, frase que habla del productor del programa, Diego Gvirtz, quien se acerca a saludar a todos los panelistas mientras, al mismo tiempo, en la tribuna vacía, un técnico pone a punto un micrófono para “las risas” y poco después entran tres profesionales de la carcajada, los mismos de Duro de domar: serán ellos los encargados de festejar las chanzas de panelistas, si el público asiduo no responde.
El aire, los informes. Una voz indica que en un minuto se saldrá al aire, como cada día de lunes a jueves si la agenda futbolera no lo impide, y en el monitor un tape adelanta al público los informes del día mientras la productora le hace señas a la tribuna de que hay que aplaudir y el envío inicia con el esquema clásico de los programas de Gvirtz, informes y luego opiniones de los panelistas, aunque el público en sus casas no alcanza a divisar que la mayoría de las veces Carla Czudnowsky aprovecha los informes para maquillarse o incluso hablar por celular, que Sandra Russo los mira con interés y Barragán no para de anotar, o que Cabito luce concentrado o que Orlando Barone mantiene su sonrisa inmutable, la mayoría de las veces buscando con la mirada la complicidad de la tribuna, la misma que aplaude al final de cada informe a excepción del de Lucas, el fa-llecido hijo de Leonor Manso y Antonio Grimau, pero entonces no festejan porque de la producción se acercaron para avisar “al final de éste no aplaudan”, y el público obedece para escuchar a Czudnowsky que recuerda cómo la prensa trató a “Juan”, se presupone que Castro, Barragán sostiene que “el periodismo ha muerto y lo que queda son los gusanos” y ninguno de los panelistas/periodistas se da por aludido ni refuta la hipótesis, Barone dice que imita los gestos de Martín Caparrós, todos se ríen, llega otro informe, la suba en las encuestas de Néstor Kirchner, alguien en la tribuna repite “vamos Néstor” casi en un rezo, y luego otro informe, sobre la gente que fue a Plaza de Mayo convocada por el grupo de seguidores del programa a partir de Facebook, y el locutor indica quince mil, Barragán habla de “más de diez mil”, todos aplauden, festejan y se va al corte comercial.
Todo termina al fin. La pausa comercial tiene más de pausa que de comercial, hay avisos del Estado y flashes informativos que desatan un conflicto en el estudio, porque el diputado Néstor Kirchner da un discurso en Necochea que se extiende unos diez minutos, tanto que Galende sale del estudio y cuando un técnico avisa que en un minuto se regresará al aire, el conductor vuelve corriendo para sentarse casi en el último segundo y presenta un informe brevísimo, un par de comentarios, y otro corte para que en los monitores vuelva a florecer la imagen del diputado entonando su discurso, y se extiende tanto como para que Carla Czudnowsky proponga grabar la despedida e irse a su casa, reciba la negativa del canal y esgrima un “mi contrato dice que me tengo que quedar hasta las diez y media, a qué hora vamos a terminar, tengo hambre”, el director bromea por el altavoz “Cabito se queda hasta las doce de la noche, Barragán hasta las dos de la mañana”, como para apurar el paso se trasladan al sillón de despedida mientras Sandra Russo casi explota con un “el gerente de noticias del canal no es dueño de mi vida”, por lo que se acerca un productor que anda por la treintena para encogerse de hombros y decir que no puede hacer nada, y otra productora, celular en mano, exultante, informa que “el gerente de noticias dice que el flash termina en treinta segundos”, que son contados en voz alta por los panelistas en tono de broma, mientras Víctor Heredia intenta que alguien lo escuche cuando indica que le gustaría aclarar al aire dónde será el concierto que hará el 24 de marzo con las Madres de Plaza de Mayo justamente allí, y en el segundo 28 el diputado alza la voz en su discurso, el público necochense lo aplaude y el flash termina, regreso al aire con vértigo, no hay tiempo para preguntarse cómo el ge-rente de noticias supo cuándo iba a aplaudir el público de la ciudad costera, Galende se despide, Cabito se acuerda y le pregunta a Víctor Heredia dónde será el recital, el músico explica y todo termina, las luces se apagan, Orlando Barone firma autógrafos y el resto se marcha presuroso ya que mañana hay que volver a los informes y a la música que entona “somos la mierda oficialista”.
Sigue
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Perfil sentado en la tribuna
Hace tres semanas, PERFIL se comunicó con la productora de Pensado Para Televisión con el fin de solicitarle autorización para presenciar una emisión en vivo de Seis, siete, 8:00. La respuesta fue: “Lo consulto con Gvirtz y te aviso”. Nunca se avisó.
Dos semanas después, es decir el último lunes, PERFIL volvió a comunicarse con idéntica intención de solicitud. La recepcionista impidió la comunicación con alguien de la producción del programa –la productora no cuenta con personal específico destinado a atender a la prensa– e indicó que había que enviar un mail a ppt@pensadoparatv.com.ar, con el nombre Vanesa como destinataria. El mail se envió desde PERFIL, el lunes 15 a las 14.33.
El día martes, al no tener respuesta al mail, PERFIL volvió a comunicarse con la productora. Luego de unos minutos, la recepcionista informó: “Dice Vanesa que cuando tenga novedades te llama”. Ante la más que probable negativa, PERFIL se comunicó con el número telefónico al que, según el grupo de amigos que el programa tiene en Facebook, hay que llamar para presenciar la emisión: 4554-5283 begin_of_the_skype_highlighting 4554-5283 end_of_the_skype_highlighting. El redactor dio nombre y DNI reales y le dijeron que asistiera al día siguiente.
El día miércoles a las 16.55, Pensado Para Televisión envió un mail a PERFIL indicando: “Consulté tu pedido y me dicen que lo dejemos para más adelante, nuevamente gracias por el interés, saludos”. Tres horas más tarde, PERFIL ingresó al estudio como público ya que no se le permitía como periodista.
Un mundo de medios duro de domar
PERFIL estuvo entre el público del programa que convocó a más de 10 mil personas en Plaza de Mayo y es de los más vistos del canal del Estado. Todo lo que sucede detrás de cámaras, con la atenta mirada del productor Diego Gvirtz. Las bromas de los técnicos y el té de los conductores.
Por Diego Grillo Trubba
Me parece que me voy a sumar a ustedes para hacer número en la tribuna”, dice en tono de broma una de las productoras de Seis, siete, 8:00 mientras conduce a cuatro integrantes del público, entre los que está PERFIL, por los pasillos del edificio de Canal 7/La TV Pública, de interés arqueológico porque están repletos de decorados, programas que termina-ron hace mucho, a diferencia de Seis... que comenzará dentro de un rato, tiempo suficiente para que la productora se tranquilice cuando se sumen otras siete personas y ella indique que todos se junten en la misma tribuna porque, dice, “va a ser la única que enfocarán las cámaras” en este miércoles lluvioso.
La gente va llegando al baile. Mientras un técnico prueba los micrófonos con la frase “quiero las vacaciones que me deben”, arriba el conductor Luciano Galende, con pantalón de vestir, camisa arremangada y anteojos elegantísimos, para que luego haga su ingreso uno de los invitados, Víctor Heredia, acompañado de otra productora que lo conduce hasta la silla y luego se marcha mientras en los monitores continúa el Fútbol para todos con Argentinos Ju-niors versus Newell’s Old Boys, y entonces sí, de a uno, algunos en silencio y otros saludando a la tribuna, hacen su entrada los panelistas Sandra Russo, Orlando Barone con sonrisa impecable, Barragán, Cabito Masa Alcántara y la última es Carla Czudnowsky, quien apenas se sienta percibe que Galende acaba de pedir un té y alza la voz para decir “ay, yo también quiero uno”, muy similar al “llegó el número uno” que se escucha poco antes de que llegue la hora de salir al aire, frase que habla del productor del programa, Diego Gvirtz, quien se acerca a saludar a todos los panelistas mientras, al mismo tiempo, en la tribuna vacía, un técnico pone a punto un micrófono para “las risas” y poco después entran tres profesionales de la carcajada, los mismos de Duro de domar: serán ellos los encargados de festejar las chanzas de panelistas, si el público asiduo no responde.
El aire, los informes. Una voz indica que en un minuto se saldrá al aire, como cada día de lunes a jueves si la agenda futbolera no lo impide, y en el monitor un tape adelanta al público los informes del día mientras la productora le hace señas a la tribuna de que hay que aplaudir y el envío inicia con el esquema clásico de los programas de Gvirtz, informes y luego opiniones de los panelistas, aunque el público en sus casas no alcanza a divisar que la mayoría de las veces Carla Czudnowsky aprovecha los informes para maquillarse o incluso hablar por celular, que Sandra Russo los mira con interés y Barragán no para de anotar, o que Cabito luce concentrado o que Orlando Barone mantiene su sonrisa inmutable, la mayoría de las veces buscando con la mirada la complicidad de la tribuna, la misma que aplaude al final de cada informe a excepción del de Lucas, el fa-llecido hijo de Leonor Manso y Antonio Grimau, pero entonces no festejan porque de la producción se acercaron para avisar “al final de éste no aplaudan”, y el público obedece para escuchar a Czudnowsky que recuerda cómo la prensa trató a “Juan”, se presupone que Castro, Barragán sostiene que “el periodismo ha muerto y lo que queda son los gusanos” y ninguno de los panelistas/periodistas se da por aludido ni refuta la hipótesis, Barone dice que imita los gestos de Martín Caparrós, todos se ríen, llega otro informe, la suba en las encuestas de Néstor Kirchner, alguien en la tribuna repite “vamos Néstor” casi en un rezo, y luego otro informe, sobre la gente que fue a Plaza de Mayo convocada por el grupo de seguidores del programa a partir de Facebook, y el locutor indica quince mil, Barragán habla de “más de diez mil”, todos aplauden, festejan y se va al corte comercial.
Todo termina al fin. La pausa comercial tiene más de pausa que de comercial, hay avisos del Estado y flashes informativos que desatan un conflicto en el estudio, porque el diputado Néstor Kirchner da un discurso en Necochea que se extiende unos diez minutos, tanto que Galende sale del estudio y cuando un técnico avisa que en un minuto se regresará al aire, el conductor vuelve corriendo para sentarse casi en el último segundo y presenta un informe brevísimo, un par de comentarios, y otro corte para que en los monitores vuelva a florecer la imagen del diputado entonando su discurso, y se extiende tanto como para que Carla Czudnowsky proponga grabar la despedida e irse a su casa, reciba la negativa del canal y esgrima un “mi contrato dice que me tengo que quedar hasta las diez y media, a qué hora vamos a terminar, tengo hambre”, el director bromea por el altavoz “Cabito se queda hasta las doce de la noche, Barragán hasta las dos de la mañana”, como para apurar el paso se trasladan al sillón de despedida mientras Sandra Russo casi explota con un “el gerente de noticias del canal no es dueño de mi vida”, por lo que se acerca un productor que anda por la treintena para encogerse de hombros y decir que no puede hacer nada, y otra productora, celular en mano, exultante, informa que “el gerente de noticias dice que el flash termina en treinta segundos”, que son contados en voz alta por los panelistas en tono de broma, mientras Víctor Heredia intenta que alguien lo escuche cuando indica que le gustaría aclarar al aire dónde será el concierto que hará el 24 de marzo con las Madres de Plaza de Mayo justamente allí, y en el segundo 28 el diputado alza la voz en su discurso, el público necochense lo aplaude y el flash termina, regreso al aire con vértigo, no hay tiempo para preguntarse cómo el ge-rente de noticias supo cuándo iba a aplaudir el público de la ciudad costera, Galende se despide, Cabito se acuerda y le pregunta a Víctor Heredia dónde será el recital, el músico explica y todo termina, las luces se apagan, Orlando Barone firma autógrafos y el resto se marcha presuroso ya que mañana hay que volver a los informes y a la música que entona “somos la mierda oficialista”.
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Perfil sentado en la tribuna
Hace tres semanas, PERFIL se comunicó con la productora de Pensado Para Televisión con el fin de solicitarle autorización para presenciar una emisión en vivo de Seis, siete, 8:00. La respuesta fue: “Lo consulto con Gvirtz y te aviso”. Nunca se avisó.
Dos semanas después, es decir el último lunes, PERFIL volvió a comunicarse con idéntica intención de solicitud. La recepcionista impidió la comunicación con alguien de la producción del programa –la productora no cuenta con personal específico destinado a atender a la prensa– e indicó que había que enviar un mail a ppt@pensadoparatv.com.ar, con el nombre Vanesa como destinataria. El mail se envió desde PERFIL, el lunes 15 a las 14.33.
El día martes, al no tener respuesta al mail, PERFIL volvió a comunicarse con la productora. Luego de unos minutos, la recepcionista informó: “Dice Vanesa que cuando tenga novedades te llama”. Ante la más que probable negativa, PERFIL se comunicó con el número telefónico al que, según el grupo de amigos que el programa tiene en Facebook, hay que llamar para presenciar la emisión: 4554-5283 begin_of_the_skype_highlighting 4554-5283 end_of_the_skype_highlighting. El redactor dio nombre y DNI reales y le dijeron que asistiera al día siguiente.
El día miércoles a las 16.55, Pensado Para Televisión envió un mail a PERFIL indicando: “Consulté tu pedido y me dicen que lo dejemos para más adelante, nuevamente gracias por el interés, saludos”. Tres horas más tarde, PERFIL ingresó al estudio como público ya que no se le permitía como periodista.
1 comentario:
Grillo Trubba es tan ignoto que va a un programa de la tele y lo tratan como extra.
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