El desembarco digital
El Gobierno tiene previsto construir 45 plantas transmisoras este año y comprar un millón de conversores, diseñados y armados en el país, para repartir entre familias de bajos recursos.
Por Fernando Krakowiak (P/12)
La elección de la norma japonesa de Televisión Digital Terrestre (TDT) fue sólo el comienzo. El Gobierno está avanzando ahora con la implementación de este nuevo sistema que permitirá multiplicar la oferta de canales de aire e incluso poder verlos en celulares y computadoras. Canal 7 comenzará a transmitir el mes que viene en Capital Federal y parte del conurbano y luego está previsto construir otras 45 plantas para extender la zona de cobertura. Para captar la señal en los televisores hogareños será necesario comprar un conversor que actualmente se consigue por 800 pesos, aunque la expectativa es que los precios bajen a medida que el sistema se popularice. Además, el Gobierno tiene previsto distribuir gratis un millón de estos aparatos entre familias de bajos recursos. Para los abonados al cable y al satélite nada cambiara, porque la conversión la realizará su prestador, aunque si la oferta digital es amplia podrían verse tentados a abandonar la televisión paga.
La planta transmisora de Canal 7 fue donada por el gobierno de Japón y ya está instalada en el edificio donde funcionan los ministerios de Desarrollo Social y de Salud. Desde allí se emitirán las primeras señales digitales del país, abarcando un radio aproximado de 60 kilómetros. Por su parte, ArSat, la empresa estatal encargada de desarrollar e implementar la Plataforma Nacional de TDT, terminó de realizar las evaluaciones de las ofertas recibidas para la construcción de otras 25 plantas de transmisión y en los próximos días se adjudicarán las obras. Luego se realizará un concurso de compra por otras 20, pues la intención oficial es tener 45 en funcionamiento para fin de año. No es un proceso sencillo, porque se requiere instalar torres de hasta 150 metros en las principales ciudades del país. Por lo tanto, mientras se avanza con esa tarea, la TDT se complementará con la Televisión Satelital Directa al Hogar (TDH), una alternativa para llegar a los hogares más alejados. Ambos sistemas están bajo el paraguas de lo que se bautizó TDA (Televisión Digital Abierta).
En lo que respecta a los conversores que va a comprar el Estado, ya hubo un pedido de ofertas y se presentaron varios proyectos que se están evaluando. La intención oficial es que sea un aparato de alta gama, que incluya un canal de retorno para poder ofrecer interactividad, y que sirva a su vez para incentivar la industria electrónica local. Si bien el procesador y otros insumos clave son importados, el diseño de la placa es nacional y su armado se realizará en el país. “Un settop box lleva entre 400 y 600 componentes. El Estado está abriendo un mercado que no existía y probablemente en el mediano plazo haya una producción nacional de componentes muy importante”, señaló a Página/12 Osvaldo Nemirovsci, coordinador del Sistema Argentino de Televisión Digital (SATV). De hecho, desde el inicio del proceso se convocó a los proveedores locales para ver qué podían aportar. El Gobierno quiere que los primeros conversores que va a financiar estén listos para el Mundial de Fútbol, aunque sólo va a abastecer a los sectores más humildes. El resto de los interesados podrán comprarlos en el mercado, en la medida en que los aparatos vayan siendo homologados por el Estado. También estará la opción de ver la TDT en los celulares. Personal y Movistar confirmaron ayer a este diario que ya trabajan en el diseño de aparatos que puedan capar la señal digital.
La expansión de la TDT dependerá fundamentalmente de la oferta de señales. Por eso al mismo tiempo que se avanza con las plantas transmisoras y los conversores, el Gobierno negocia con los radiodifusores para que digitalicen cuanto antes sus contenidos. “En algunos medios salió que el Gobierno está trabajando para armar un conglomerado de señales oficialistas, pero eso no es cierto. Nosotros estamos colaborando lo máximo posible para que se sumen a la digitalización y la gente tenga la posibilidad de ver más canales”, afirmó a este diario Luis Vitullo, secretario ejecutivo del Consejo Asesor del SATV, que preside el ministro de Planificación, Julio De Vido. De hecho, el Gobierno envió a Japón a un grupo de veinte ingenieros para capacitarse con esta nueva tecnología, los cuales están a disposición de los radiodifusores que requieran asistencia técnica. Incluso se está evaluando ofrecerles a los canales que tienen dificultades las plantas transmisoras que va a construir el Estado para que puedan subir su señal, pero todavía no se ha podido avanzar en esa dirección, porque el plan de transición está demorado debido a las trabas que le puso la Justicia a la nueva ley de medios audiovisuales.
El próximo martes se reunirá el Foro Consultivo Nacional, espacio que comparte el Gobierno con industriales, radiodifusores y universidades, para delinear la estrategia que se va a tomar para la transición. Está previsto difundir el cronograma de construcción de las torres, definir cómo se van a entregar los conversores y dar algunas pautas sobre cómo sortear los impedimentos que genera el freno a la ley de medios.
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