CON EL TANGO EN EL PECHO
Mónica Bellucci, sexy en la web
Una corto publicitario con la actriz, dirigido por el realizador de El último beso para una marca de corpiños, es furor en internet.
La persona indicada. La estrella italiana de 44 años es la cara –y el cuerpo– de una marca de ropa íntima.
Desde la época en que nueve de cada diez estrellas de cine usaban cierto jabón, se sabe que una star garantiza efectividad publicitaria. Aunque debe elegirse con criterio: nadie contrataría a Tom Cruise para vender ansiolíticos. Una prueba cabal de cómo debe ligarse producto e imagen es la campaña de la empresa de ropa interior italiana Intimissimi, que decidió filmar un spot –un cortometraje, en rigor– para difundir su nueva línea de corpiños, protagonizado por Monica Bellucci. Bellucci-corpiños, eso es lo que se dice precisión publicitaria.El corto se llama Heartango, está coprotagonizado por el portugués José Fidalgo y narra la historia de una mujer que tiene un profesor de tango, queda seducida y no sabe si ir o no ir a encontrarse a un hotel con él. En el camino, se encontrará con otras mujeres, todas ellas puntualmente interpretadas por la Bellucci: una taxista, una mucama, una motoquera, una madre. Todas, claro, con diferentes escotes que permiten ver la efectividad y elegancia de las prendas promocionadas. De hecho, en algunos momentos da la impresión de que el personaje central está más preocupado por los senos ajenos que por el amante propio. Mientras la historia se va desarrollando, aparecen otras imágenes, las de la pareja bailando tango (versión electrónica, después de todo se trata de un esfuerzo internacional) y de las calles de Lisboa, donde se llevó a cabo el rodaje.No faltan los diálogos –intencionados– como el de la Bellucci-taxista con la Bellucci-amante: “¿Es la primera o la última vez que ves a ese hombre?”. “¿Y cómo sabe que es un hombre?” “Me lo dice el corazón”. Tampoco falta Bellucci con peluca rubia, Bellucci vestida de cuero negro subiéndose el cierre de una campera a punto de explotar. Ni –porque, después de todo, los senos tienen mucho que ver con la maternidad– una Bellucci con un niño a cuestas a quien la cámara apenas registra, buscando el escote promisorio de la estrella de Lágrimas del sol.No hay dudas de que sí, es un corto sensual –y si se mira con atención, el ansioso detallista podrá ver desnudo uno de los senos de la enorme Monica– y cumple su objetivo. El director de tamaño esfuerzo por encuadrar caminando, bailando y acomodándose el corpiño a la actriz de Irreversible y Matrix es, ni más ni menos, Gabriele Muccino, quien saltó a la fama mundial gracias a El último beso, y que hoy filma en los Estados Unidos con Will Smith (ya hizo En busca de la felicidad y acaba de terminar Seven Pounds, otro hondo drama de redención de próximo estreno). Pero es evidente que importa muy poco quién ponga la cámara: alcanza con que Bellucci camine para justificar la venta de un corpiño o cualquier clase de producto. ¿Quién le diría que no?
Mónica Bellucci, sexy en la web
Una corto publicitario con la actriz, dirigido por el realizador de El último beso para una marca de corpiños, es furor en internet.
La persona indicada. La estrella italiana de 44 años es la cara –y el cuerpo– de una marca de ropa íntima.
Desde la época en que nueve de cada diez estrellas de cine usaban cierto jabón, se sabe que una star garantiza efectividad publicitaria. Aunque debe elegirse con criterio: nadie contrataría a Tom Cruise para vender ansiolíticos. Una prueba cabal de cómo debe ligarse producto e imagen es la campaña de la empresa de ropa interior italiana Intimissimi, que decidió filmar un spot –un cortometraje, en rigor– para difundir su nueva línea de corpiños, protagonizado por Monica Bellucci. Bellucci-corpiños, eso es lo que se dice precisión publicitaria.El corto se llama Heartango, está coprotagonizado por el portugués José Fidalgo y narra la historia de una mujer que tiene un profesor de tango, queda seducida y no sabe si ir o no ir a encontrarse a un hotel con él. En el camino, se encontrará con otras mujeres, todas ellas puntualmente interpretadas por la Bellucci: una taxista, una mucama, una motoquera, una madre. Todas, claro, con diferentes escotes que permiten ver la efectividad y elegancia de las prendas promocionadas. De hecho, en algunos momentos da la impresión de que el personaje central está más preocupado por los senos ajenos que por el amante propio. Mientras la historia se va desarrollando, aparecen otras imágenes, las de la pareja bailando tango (versión electrónica, después de todo se trata de un esfuerzo internacional) y de las calles de Lisboa, donde se llevó a cabo el rodaje.No faltan los diálogos –intencionados– como el de la Bellucci-taxista con la Bellucci-amante: “¿Es la primera o la última vez que ves a ese hombre?”. “¿Y cómo sabe que es un hombre?” “Me lo dice el corazón”. Tampoco falta Bellucci con peluca rubia, Bellucci vestida de cuero negro subiéndose el cierre de una campera a punto de explotar. Ni –porque, después de todo, los senos tienen mucho que ver con la maternidad– una Bellucci con un niño a cuestas a quien la cámara apenas registra, buscando el escote promisorio de la estrella de Lágrimas del sol.No hay dudas de que sí, es un corto sensual –y si se mira con atención, el ansioso detallista podrá ver desnudo uno de los senos de la enorme Monica– y cumple su objetivo. El director de tamaño esfuerzo por encuadrar caminando, bailando y acomodándose el corpiño a la actriz de Irreversible y Matrix es, ni más ni menos, Gabriele Muccino, quien saltó a la fama mundial gracias a El último beso, y que hoy filma en los Estados Unidos con Will Smith (ya hizo En busca de la felicidad y acaba de terminar Seven Pounds, otro hondo drama de redención de próximo estreno). Pero es evidente que importa muy poco quién ponga la cámara: alcanza con que Bellucci camine para justificar la venta de un corpiño o cualquier clase de producto. ¿Quién le diría que no?
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