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miércoles, 10 de marzo de 2010


En-SueÑo Publicitario

200 AÑos orgullosamente Mexicano
Por
Enriqueta Rivera



Estamos en la época de festejar el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución Mexicana y el gobierno realiza una intensa campaña para invitar a los mexicanos a la fiesta previa al año 2010, que como película de ficción tiene una serie de eventos e imágenes bizarras, churriguerescas y porqué no, como aquellas historias de Juan Rulfo en su cuento “Diles que no me maten”. No es posible dejar de analizar uno de los spots más difundidos ¿De qué te sientes orgulloso?...¡Orgulloso de ser mexicano!

El 17 de septiembre del 2007, México: anunció las celebraciones del Centenario y Bicentenario en 2010, cuando el presidente Calderón expresó que “la conmemoración debe ser un instrumento para unir a todos los mexicanos por encima de diferencias políticas o mera coyuntura”.

La campaña presenta a mexicanos en diferentes situaciones, por ello a continuación se hace una breve descripción de cada fragmento indicando los detalles que en su conjunto permiten varias interpretaciones. Los personajes primero enuncian aquello de lo que se sienten orgullosos a nivel personal para luego expresar que están orgullosos de ser mexicanos. La dirección electrónica donde puede encontrar el video es:




Descripciones:
Se muestra una imagen de las pirámides de Monte Albán en Oaxaca, al menos eso puede suponerse al ver las nubes tan cerca de las montañas y las pirámides.
Es una persona adulta mayor y una niña mostrando desde arriba de una pirámide la majestuosidad del espacio ceremonial. Es una escena que recuerda las frases sobre paso del conocimiento en las personas mayores a los niños, como una tradición oral que ha marcado generaciones y sobre cuya memoria social, como mexicanos tenemos muchos pendientes, porque la tradición oral de experiencias históricas y cotidianas pareciera ser devorada por la prisa y la angustia de vivir día a día, porque ahora no es posible afirmar si al día siguiente se tendrá un trabajo o se podrá comer tres o dos veces al día.

Aparece un niño de ojos vivos y largas pestañas pintando
una bandera mexicana, con crayolas.
Está en una cocina modesta, entre el fregadero, el escurridor de trastes, la mesa con mantel, el salero, el servilletero y la luz entrando por la puerta que está a uno de sus costados; y un frutero con fruta de verdad – porque con el tiempo se volvió de cristal y después de plástico - que a decir de los historiadores semiólogos y hermeneutas significa “esta es su casa”.

Es de un partido de futbol, ubicado en el campo o al menos no se distinguen elementos urbanos y es una niña quien mete un gol bien colocado en un ángulo de la portería. Los niños celebran, como algunos jugadores abriendo los brazos como si estuvieran volando.
Por supuesto por la playera verde, no la oficial pero si el color verde que distingue a la selección mexicana de futbol. La toma es abierta, en un campo verde y muestran el cielo. Entonces en el juego del futbol las personas se diviertan, festejan y lo realizan en grupo.

Es la empleada del mes; la escena la enmarca el checador de entrada a la fábrica, se observan las indicaciones de precaución, el extintor y ella ha llegado a las 07:58, dos minutos antes de la hora de entrada.
Se presenta con ropa sencilla, uniformada y portando el gafete de identificación, de acuerdo a los requerimientos de la empresa. Es una empresa responsable ya que cumple con la normatividad de la Ley Federal del Trabajo y aquellos aspectos que todo profesional de la Psicología industrial domina. Con sonrisa en los ojos y en los labios se dice orgullosa de ser mexicana; sin embargo como otros personajes del spot, ella es una actriz.

Aparece un hombre en medio de un campo con cactus.
Su mirada perdida en la tristeza y no tiene diálogo. La cámara se mueve de un punto a otro como divagando; no da el mensaje que se esperaría en un spot con el objetivo de difundir que los mexicanos están orgullosos de serlo, quizás la realidad aplastante atraviesa cualquier intento de simulación y actuación…ser auténticos es parte de ser mexicanos.
Como sabemos el campo mexicano, sexenio a sexenio ha decaído y con la firma del Tratado de Libre Comercio se espera que se implementaran políticas para fortalecerlo y protegerlo pero no fue así, y ahora importamos maíz, que es uno de los arquetipos fundacionales de nuestra nación. Este problema ha generado otro, la migración que ha modificado los rituales de iniciación de los jóvenes en el campo, ahora atravesar la frontera con sano y salvo es una prueba que ha dejado de ser niño y ahora ser un hombre.

Un joven con playera arremangada y con un corte de colita trenzada, aparentemente en un taller, muestra tatuada en su hombro a su jefecita.
Es uno de los encuadres más oscuros en su iluminación, quizás se ha olvidado el concepto de la luz y obscuridad desde un punto de vista semiótico, porque esta oscuridad está no sólo en el fondo, en el espacio en que se encuentra la persona sino también en su rostro. Da un chiflido que hiciera popular el dueño de Televisa y de ahí otros productos de la industria cultural, para afirmar que de quien está orgulloso es de su jefecita, es decir, su mamá; uno de los arquetipos modernos de la cultura mexicana, ya que la madre es el centro del sistema familiar, objeto de amores y agresiones.

Una mujer adulta mayor en una casa humilde, con el típico chal tejido a mano poniendo su altar, entre flores, veladoras y orgullosa de su tradiciones.
A pesar de la poca iluminación del encuadre, el rostro de la anciana a media luz, no opaca la luz de sus ojos y su mirada; muestra vida, certeza, confianza, no hay duda en su afirmación, es puro corazón.

Un grupo de skatos practicando al lado de una calle donde transita un pequeño camión, realiza suertes que muestran dominio del equilibrio y la velocidad.
Es un joven de grandes ojos y pestañas, de playera y gorra; una escena tipifica de una gran ciudad. Queda una reflexión, porque no se tienen parques o lugares especiales para practicar con la patineta ¿o es parte del sello que destaca que son skatos y no unos niños bien?.

Un supervisor de corbata está también orgulloso de su gente, sus trabajadores con los cuales demuestra calidez y proxemia; le da palmadas en la espalda a uno de sus empleados.
Es una escena desafortunada porque el supervisor cuando le da la palmada en la espalda como un “bien hecho”, el empleado de la fábrica agachándose por la actividad que está realizando; muestra una escena de sumisión, de hecho el trabajador parece sorprendido ante la acción y ve hacia la cámara como si fuera testigo y cómplice de esa acción; cortan la escena muy rápido. El trabajador entonces no es su par, no es su compañero de trabajo bajo una concepción de círculos de calidad… ¿Se ha imaginado un lugar de trabajo sin personal de limpieza, por ejemplo?

Un grupo de jóvenes en casa celebrando el gol de la selección mexicana, eufóricos, con el grito al máximo.
Gritan emocionados con los brazos doblados en un movimiento enfático de afuera hacia adentro, movimiento que hace algunos años significaba que lo había chingado, lo había cogido, lo había violado una acción de poder ejercido sobre otro ¿habrá cambiado el significado?…Saltando de gusto y ella dice estar orgullosa de su selección, lo enuncia con cariño y como si fuera de corazón. Nuevamente el cuarto está a medio iluminar pero no hay duda que gritan con la boca abierta al máximo y sus cuellos demuestran el esfuerzo…¿Cuándo en la vida cotidiana vemos escenas de este tipo?...¿Sólo con el futbol?.

Un hombre de edad adulta se presenta concentrado, pintando un mural
con barba y paliacate en la frente.
No queda claro si es un graffiti o bien es un artista utilizando un espacio permitido por la sociedad, porque si algo distingue el graffiti es su capacidad para apropiarse de espacios y denunciar su desgarrador desencanto y búsqueda incesante de su identidad.
Este segundo cuadro el mismo hombre, se dice orgulloso de su obra maestra y aparece cargando a una niña que podría inferirse que es su hija; si fuese así no puede hablar en singular, es decir, no puede decir que la niña como obra maestra es sólo suya, ya que para que un ser humano nazca se requieren de dos componentes biológicos, así que tendría que ser nuestra y no mi… ¿Acaso machismo accidental?

Una madre de edad en una casa poco iluminada, de vestimenta humilde y con mandil, cuelga orgullosa un cuadro con el título de su hija que se ha graduado de enfermera, lo observa con cariño y satisfacción.
Ella está sola frente a la pared y un mueble que tiene cuadros de la familia, una pequeña lámpara a un lado, la luz entrando por una ventana. Se dice que la clase media adoptó el hábito de colgar fotografías en la sala; fotos de la boda, del ahijado, así como los títulos. No es casual que sea un título de enfermera, uno de los oficios que hasta hace poco tuvo el reconocimiento como profesión, y que tiene mucha presencia en ciertos grupos sociales porque implica la obtención de ingresos relativamente rápido y cierto respeto social.

El spot sólo muestra dos escenas con actividades festivas y en grupo, con el común denominador del futbol. No es casual que se observe toda una estrategia de los medios ideológicos del estado y de la iniciativa privada para orquestar escenarios bizarros que son reconocidos como verdad porque: se puede estar orgulloso de una selección de futbol que está en el “ya merito”, donde los fracasos se justifican por el clima o un mal árbitro, o se pasa a la otra etapa en el mundial gracias a las matemáticas y se ensalza el actuar individual de una persona que no respeta las reglas pero si mete goles; cuando el juego debe ser una de las mayores expresiones del trabajo en equipo y de juego limpio.

No es la primera vez que el deporte es parte de la orquestación para provocar la sordera y ceguera de mexicanos, por supuesto viene a la mente el movimiento del 68.

Una vez más el gobierno - sin importar el partido político en turno - falla en el intento de mostrar un mosaico de la diversidad y riqueza de nosotros los mexicanos.

Aún cuando todos dicen estar orgullosos de ser mexicanos, cabe preguntarse: ¿Qué mexicanos no están ahí?, ¿Por qué difundir esas imágenes? Son mexicanos que aparecen solos y no en grupo; cuando gracias a los “otros” es que miles sino millones de mexicanos han sobrevivido – en sentido estricto – a pesar y con los gobiernos que nos hemos permitido tener.

Pero, ¿Qué mexicanos le gustaría a usted que se insertaran en los spots de conmemoración?, ¿Por qué esos y no otros?

A mí en lo particular, me gustaría que mostraran imágenes reales de mexicanos resolviendo problemas en situaciones cotidianas y extremas, en grupos, en compañía. Algunas de esas imágenes reales han sido cuando:
· Una persona en el mercado negocia el precio de una pieza de pollo y el dueño del puesto del pollo le regala una pieza porque ese es uno de los distintivos del puesto en el mercado y siempre tiene mucha gente comprando.
· En la calle, un voluntario pone con delicadeza, una gotita de gel desinfectante en las manitas de un bebé.
· Un mexicano gana un concurso internacional para una plaza y es contratado por una empresa global, tras competir con tres estadounidenses y un inglés.
· Los estudiantes de una universidad mexicana han ganado el primer lugar en un concurso internacional de robótica.
· Una mexicana que dio una cachetada a un gobernador por negarse éste a declarar a un pueblo zona de desastre a pesar de que el pueblo estaba bajo el agua.
· Por supuesto Ana Gabriela Guevara, pero me gustaría conocer a quienes la apoyaron día con día, a la distancia con la sencillez y calidez de la presencia.
· Unos desconocidos cercanos a una mujer que cayó en una escalera del metro le ayudaron a salir con bien de ese accidente.
· Aquel pueblo histórico que protestaba y contraatacaba con piedras la presencia de ejércitos invasores en la Ciudad de México.
· Un mexicano dio su vida por la de cientos que estaban en el metro viendo como luchaba con un desquiciado y éste lo asesina frente a nuestros ojos.
· En la Guelaguetza nacionales y extranjeros cantan “Que lejos estoy” de José López Alvarez, también conocida como la Canción Mixteca y “Dios nunca muere” de Macedonio Alcalá considerado uno de los himnos de Oaxaca.

Son muchas las escenas de personas que tienen valores, que son solidarios, que luchan día con día y son mexicanos; estoy conciente que hay muchos males y personas de las que no estamos orgullosos, pero ahora es el momento de reconocer nosotros mismos - y no el gobierno e iniciativa privada - a los que trabajan y viven porque este país sea cada vez mejor o no esté peor. Construyamos nuestros propios espejos.

A veces siento que estamos como en esas películas infantiles, donde se dedican muchos minutos para presentar y festejar al mal y sólo los últimos momentos de la película son dedicados al bien, pero nuestra conciencia ya ha visto que el mal se reconoce, se festeja, se disfruta por más tiempo, como los desfiles nazis en la noche de un impacto visual e ideológico impresionante y que es emulado en una película de un rey león.

Reconozcamos lo bueno y lo mejor de nosotros mismos como mexicanos para hacer eco de las acciones buenas, de respeto, trabajo y sinceridad de corazón, porque gracias a esas personas y acciones los mexicanos hemos salido adelante, sin necesidad de que por decreto los problemas se resuelvan, porque eso no existe.

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