Dexter y la víctima más insólita de su historial
En diciembre de 2011, les mostré cómo una parada de colectivo servía de escenario para promocionar el estreno de una nueva temporada de Dexter de manera original en la vía pública. En este caso es otra vez un lugar ligado al transporte público el elegido para recordarle a los transeúntes la llegada de la octava y última temporada de la serie protagonizada por Michael C. Hall, que se emitió el año pasado.
Nuevamente con el celofán como elemento de impacto visual, el vulnerable asesino y su marca registrada a la hora de envolver a sus víctimas se convierten en eje de una interesante propuesta creativa. Sin embargo, en este caso no hablaremos de la idea sino de una insólita consecuencia legal que provocó esta gigantografía estampada sobre las escaleras de la Grand Central Terminal de Nueva York.Es que en estos días se conoción que los estrados judiciales de la Corte Suprema de Bronx recibieron una demanda presentada por Ajanaffy Njewadda, esposa de un exembajador de Gambia en los Estados Unidos, contra The Manhattan Transportation Authority (MTA) y Showtime, señal que emite Dexter.
Según la presentación que hizo Rehan Nazrali, abogado de Njewadda, su defendida transitaba por el lugar el 20 de junio de 2013 en compañía de su esposo. Al quedar él retrasado en la multitud mientras bajaba las escaleras, su mujer detuvo su marcha y miró hacia atrás para esperarlo. Siempre según el relato del abogado, al ver la “impactante y amenazante” imagendel actor que interpreta a Dexter, la mujer perdió el equilibrio y cayó, lo que le provocó la rotura de un codo y una contusión.
El planteo judicial de Njewadda es que el aviso nunca debió estar allí, “porque la naturaleza del aviso más el lugar donde estaba ubicado suponían un peligro para la gente que pisaba esos escalones”. De acuerdo con la demanda, la “víctima” tuvo que ver a un psiquiatradesde aquel episodio.
Después de tantos asesinatos brutales, Dexter tiene problemas con la víctima menos pensada. Publicidad mediante.
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