Publicidad engañosa
Hace unos días comenzó en Silleda un curso de formación en matrimonio y familia organizado por las cinco diócesis gallegas, aunque, en honor a la verdad, hay que decir que estamos ante un proyecto personal de monseñor Carrasco Rouco, obispo de Lugo (que, parece ser, no ha escatimado en gastos), al que se han sumado el resto de los obispos de Galicia. Su mano se ve perfectamente en el perfil del profesorado. Y aquí es en donde surge mi crítica. Uno de los ejes de la campaña publicitaria que se orquestó para promocionar el curso fue el de ser «un proyecto que nace desde Galicia y para Galicia». Pues bien, si nos vamos a ver quiénes son los profesores del curso, lo que nos encontramos es que solo uno de los quince es de Galicia.
De ellos se dice en la propaganda: «Profesores de primer nivel en el tema que van a abordar, con una gran experiencia pastoral y personal, y un profundo conocimiento de la realidad actual de la Iglesia y de las familias». Ante ello uno se pregunta si en Galicia no hay más que una persona que reúna esas características; quedan en muy mal lugar quienes ejercen la docencia en los diferentes centros teológicos gallegos y los que trabajan en la pastoral familiar de nuestra tierra. Aunque todo queda perfectamente aclarado al ver cuál es la sensibilidad teológica de los elegidos, que podríamos resumir con la expresión «sana ortodoxia».
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