MEDIOS Y COMUNICACION
NAC: una propuesta de acceso
Para Carla Rodríguez Miranda y Delfina
Tropeano el programa Núcleos de
Acceso al Conocimiento (NAC) constituye una oportunidad de construcción de un
espacio de acceso público a las tecnologías de la información y la comunicación
(TIC) que puede fortalecer y mejorar la calidad de vida de las personas.
El programa Núcleos de Acceso al
Conocimiento (NAC) plantea la construcción de un espacio de acceso
público a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), como un
espacio de socialización y aprendizaje, con el objetivo de promover la
inclusión digital. De acuerdo con su página web (www.nac.gob.ar),
a la fecha se registran 167 NAC instalados y en funcionamiento en el país.
Esta acción se inserta en el programa Argentina Conectada, una
política pública liderada por el gobierno nacional desde 2010, con el propósito
de construir una red para garantizar conectividad a toda la población. El mismo
se articula con la implementación del Programa Conectar Igualdad y el
despliegue de la Televisión Digital Abierta (TDA).
Durante los ’90, en cualquier barrio se contaba con uno o más cibers,
que ofrecían servicios de llamadas de voz, fax, conexión a Internet y juegos en red
mediante el pago por el uso. Pero ante el acelerado despliegue de la banda
ancha fija y móvil, muchos cerraron o se reconvirtieron.
Tradicionalmente el acceso a las TIC es resultado del mercado y por tanto
queda atado a la capacidad económica y de consumo de cada usuario. Por lo que
la brecha
digital es reflejo de las condiciones socioeconómicas, y en consecuencia
se genera un escenario desigual respecto de la distribución de los recursos
materiales y simbólicos. Por este motivo, como parte de una política de
inclusión, los NAC funcionan en el marco de Centros Integradores Comunitarios
(CIC) distribuidos a lo largo del país. Y a diferencia de los cibers, estos
nuevos espacios ofrecen una amplia gama de actividades tanto de formación como de
entretenimiento.
En esta dirección se celebra esta propuesta, que plantea el carácter
abierto y gratuito de acceso a
Internet y las TIC. Estos espacios cuentan con computadoras de escritorio en las que se puede navegar por Internet, utilizar las
plataformas de alfabetización y gestionar trámites online. Asimismo se puede
asistir a cursos y talleres de capacitación, debates temáticos, proyección de
TDA y películas en el espacio de microcine. Además, los niños y los jóvenes
pueden disfrutar de los espacios de entretenimiento provistos de juegos y
videoconsolas.
Para la puesta en marcha de un NAC, el Ministerio de Planificación
provee a cada Núcleo los equipamientos tecnológicos, los cursos de formación y
responde a las necesidades de cada espacio. A su vez, los municipios, con los
cuales se mantiene un contacto más directo, son los que brindan el material
necesario para llevar adelante la gestión diaria. La difusión se realiza
mediante las redes sociales, y carteleras barriales y volantes informativos
repartidos en el barrio.
La inclusión que apunta este programa no es sólo digital sino también
social. Luis Pisani, coordinador del NAC de Dock Sud (Avellaneda), da cuenta
del rol activo de la comunidad en estos espacios. “Alrededor de 20 personas
asisten a diario no sólo para hacer uso del acceso a Internet sino además para
participar de cursos de formación. En este sentido, una de las actividades es
el programa de alfabetización cubano ‘Yo sí puedo’, provisto por la
municipalidad. Al finalizar dicho aprendizaje, los participantes pueden
continuar con sus estudios primarios en el mismo NAC, con materiales brindados
por el municipio.”
En los últimos años,
el Estado ha diseñado políticas específicas para garantizar el acceso material
a través de la entrega gratuita de netbooks a los alumnos de escuelas públicas
(Programa Conectar Igualdad), como también otorgamiento de créditos blandos
para la adquisición de un televisor o una computadora a los sectores más
vulnerables de la sociedad. No obstante, se identifica otro nivel de acceso que
tiene que ver con las apropiaciones y los usos que se hacen de las tecnologías.
En esta dirección, los NAC funcionan como un punto de encuentro entre los
ciudadanos y las TIC a través de un abanico de servicios educativos, culturales
y de entretenimiento que contribuye a minimizar la brecha digital. Los NAC son
una nueva manera de concebir el espacio social en la era digital y mantienen
sus puertas abiertas para disfrutar el verano con una propuesta cultural y de entretenimiento
diferente.
El desafío para la
comunidad local es generar del NAC un espacio público que permita fortalecer y
mejorar la calidad de vida de las personas. Por ello, la primera inyección para
su instalación tiene que ser acompañada de la participación activa de la
comunidad y demás actores públicos y privados.
* Docentes,
investigadoras de la Universidad Nacional de Quilmes
MEDIOS Y COMUNICACION
Un paso hacia la legalización
Juan Ignacio Revestido parte de los
importantes pasos dados en la democratización de la comunicación, pero advierte
que restan autorizaciones, reconocimientos y un plan técnico
Por Juan Ignacio
Revestido *
La vida de los medios alternativos,
populares y comunitarios ha estado históricamente al margen de la ley. Pero no
por ser inherentemente ilegales sino porque el mismo Estado ha encontrado
muchas maneras de “dialogar” con nosotros ubicándonos en lugares accesorios,
dándole prioridad a la comunicación comercial.
Entre 1989 y 1993, el
Estado asignó alrededor de 1400 permisos precarios y provisorios a radios FM de
baja potencia, con la condición de presentarse a posteriores concursos públicos
por licencias de radiodifusión. La mayoría de esas emisoras eran con fines de
lucro, debido a que la ley vigente no permitía otro tipo de radios.
Tras varios intentos
de normalización y llamados a concursos públicos truncados, recién en 2003 se
declaró inconstitucional la condición comercial para los medios de
comunicación, y dos años más tarde se modificó la ley 22.285 decretada durante
la última dictadura. Al año siguiente se reconocieron 126 emisoras FM sin fines
de lucro, de las cuales muy pocas lograron luego una licencia. Una vez más, la
promesa era estar a la espera de concursos para licencias.
La llegada de la
nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual auguraba un futuro más
prometedor para los medios alternativos, populares y comunitarios, quienes
compartirían con otros medios sin fines de lucro la reserva del 33 por cieno
del espectro radioeléctrico. Pero luego de cuatro años de vigencia, su
aplicación mantiene numerosas deudas con los grandes anuncios realizados
durante los debates legislativos.
En este marco, debido
a la incapacidad de convocar a concursos que respondan a las necesidades y
realidades particulares de este tipo de medios, el Estado avanzó con una serie
de autorizaciones precarias a canales de televisión analógica de baja potencia,
entre ellos Barricada TV, Canal 5 de Almagro, que funciona en la fábrica
recuperada IMPA.
Primero, en octubre
de 2013, fueron 20 canales, de los cuales en su mayoría son pequeños medios
comerciales. Luego, hacia fines de ese año, se registró la segunda tanda con 13
canales más. En total, suman 33 los canales de baja potencia autorizados que,
entre otras cosas, podrán concursar por fondos de fomento nacionales e
internacionales.
Si comenzamos a
contar desde 1983, es la primera vez en 30 años y en toda la historia de la
radiodifusión argentina que se autorizan canales de televisión sin fines de
lucro, sumando el canal mapuche de Bariloche cuya frecuencia fue otorgada por
adjudicación directa en el marco de la reserva para medios en manos de los
pueblos originarios.
También es la primera
vez que una medida de este tipo alcanza a un canal de televisión alternativo en
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sede de los cinco canales con mayor rating
y concentración de la torta publicitaria a nivel nacional. En los ’90, el Canal
4 Utopía de Caballito nos señaló a muchos el camino.
Pero este logro no
nos hace perder de vista nuestro horizonte. Llevamos 20 años recibiendo títulos
que no son legales (como los permisos, las autorizaciones precarias o los
reconocimientos), que no figuran en ninguna ley, sino que son inventos ad hoc
para que seamos “problema” del gobierno que sigue. Por eso nuestra lucha no
termina.
Hoy dimos un paso en
la batalla por la democratización, pero restan autorizaciones y reconocimientos
para cientos de radios y televisoras en manos del movimiento social, los
trabajadores y el pueblo. Falta avanzar en el plan técnico de frecuencias, y en
espacios en la televisión digital para todos los sectores.
Falta lograr
concursos específicos para radios y canales alternativos, populares y
comunitarios dentro de la categoría más amplia “sin fines de lucro”, de la
misma manera que los micro y pequeños medios comerciales lograron un
tratamiento diferenciado en la reglamentación de la ley audiovisual.
Luego de numerosas concentraciones
en reclamo de nuestros derechos, realización de foros y actividades, celebramos
este avance para la comunicación que se construye desde y con las
organizaciones del campo popular. Y la mejor manera de hacerlo es movilizados
hasta conquistar la verdadera legalización, a través de concursos específicos
para nuestra realidad e historia, que nos permita acceder a licencias, como
dice la ley.
* Integrante de
Barricada TV, Canal 5 de Almagro.
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