Del manual a la tableta
El avance tecnológico también llegó a las escuelas y los expertos creen que hay que aprovecharlo. Los libros de texto todavía resisten, pero ¿cómo será estudiar dentro de unos años?
Irene es docente de prácticas del lenguaje y literatura en escuelas medias. En sus épocas de estudiante universitaria había fantaseado con enseñar Mansilla, Sarmiento, acercar los grandes textos a los más jóvenes. Ahora, cada vez que llega a un curso debe lidiar con celulares, MP3 y netbooks: es imposible competir con ellos, hegemonizan la clase, y ella a duras penas puede hablar. Los chicos de hoy no pueden desconectarse de las redes sociales. ¿Acaso los adultos podemos? ¿Qué tipo de libro de texto podría ganar la batalla?
La Revista habló con Diego Di Vincenzo, gerente de Contenidos y Soluciones Educativas de la Editorial Kapelusz y docente universitario, que planteó algunas cuestiones acerca del armado del libro escolar y sus implicancias: "Armar un texto es un trabajo muy creativo e interesante, pero también complejo. No sólo por el largo proceso de edición, sino por las decisiones fundamentales que hay que tomar. Hay contenidos que son oficiales y, por otro lado, está la tradición de formación y de enseñanza de los docentes, que varía mucho con la edad. Pero fundamentalmente están los chicos, que tienen que aprender. Se trata de un desafío que responde a estas diferentes instancias. Además hay una ley-marco que es la ley de educación federal, y nosotros invertimos mucho tiempo en la ingeniería que implica armar un libro porque tenemos por convicción hacer libros federales, que funcionen en todo el país".Para Verónica Lombardo, jefa del Área de Lengua de la Editorial Estrada y de Puerto de Palos, y también docente universitaria, la relación de los chicos con la información es clave a la hora de pensar en los contenidos de los libros escolares: "Los chicos están expuestos a mucha información: buena, mala, mejor, peor, y esto les da más plasticidad para salir y entrar de algunas cuestiones, están más actualizados. No puede ir un profesor de literatura con textos escritos en castizo, ya no. El lugar de la literatura se desacralizó y estamos trabajando con información de todo tipo. Este es el primer desafío que se plantea para nosotros: qué tipo de contenido seleccionar, cómo presentarlo, qué tipo de actividades plantear".
Lo que hoy no se discute es que los libros escolares tienen que ser diferentes a los viejos manuales que traían toda la teoría y el cuestionario al final. Deben ser atractivos y cercanos a la realidad del niño y el adolescente. Deben incluir múltiples operaciones: lectura, escritura, investigación. Sus textos deben estar bien conectados, con subtítulos que organicen la lectura y con recursos que destaquen los conceptos centrales. Y no pueden dejar de tener en cuenta la Web, Facebook, los videojuegos.
En este sentido, Di Vincenzo apuesta por una lectura menos lineal: "Nuestros libros tienen una lectura que permite distintos frentes. Respetamos la idea de linealidad porque es un gran pedido de los docentes y tenemos una parte central donde lo cumplimos a rajatabla, pero en los laterales jugamos. Tenemos actividades que incluyen propuestas variadas: digitales, vínculos para videos, vínculos para otras páginas, vínculos para Power Point si hay que ampliar un tema, que es mucho más interactivo que tener un PDF, todo esto puede estar online. Defendemos la cultura digital. La lectura hipertextual que permite buscar, por ejemplo, en Wikipedia".
El libro de texto digital es un secreto a voces, nadie quiere hablar específicamente sobre el tema, pero todo apunta para ese lado. Las editoriales especializadas en material educativo ya están trabajando en espacios destinados a contenidos digitales. Según Lombardo, la creación de este ámbito no es fácil, ya que hay poca gente formada en edición digital y se necesita una gran inversión. Agrega: "También se requiere de usuarios competentes: si miramos el mercado, si bien se trabaja sobre el proyecto digital, continuamos con el papel. Hoy por hoy el docente no sale del libro de papel. Se requiere de la formación de un consumidor. Porque uno puede pensar que los chicos son aptos para trabajar con la tecnología, pero el docente no".
El gerente de Kapelusz explica el proyecto digital de su editorial: "Somos una empresa que tiene su casa matriz en Colombia, hay una unidad global de producción digital, ellos producen materiales con los temas más básicos y nosotros los podemos adaptar. Trabajamos para ofrecer material a nuestros usuarios desde la Web, desarrollamos contenidos. Nuestra editorial hizo en Chile un libro digital con hipertexto como la vieja Encarta, como la Wikipedia (ver recuadro)".
¿Sobrevivirá el libro de texto en papel? Fernando Schneider, coordinador del Área de Ciencias Naturales de SM Argentina, es contundente: "Va a desaparecer, no en el corto o mediano plazo, pero va a desaparecer. Podemos discutir cuánto tiempo, cómo, por qué, qué lo va a reemplazar. Por supuesto que tiene que haber una tecnología que lo reemplace, que tenga las mismas utilidades. La netbook no lo reemplaza ni se contrapone a él de ninguna manera, son dos cosas diferentes. Más bien lo tendría que reemplazar un visor de libro electrónico. Ahora, el libro de papel frente al libro digital, sí. El libro tiene que desaparecer como objeto de circulación masiva. No hay aspecto de la vida humana que las tecnologías no estén trastocando para bien o para mal. Creo que primero va a desaparecer en el ámbito de la literatura o en el uso que los adultos le damos al libro, va a llevar un poco más de tiempo que esto ocurra en el libro de texto. El libro digital tiene un costo mucho menor que el libro en papel. Por un lado, no hay manera de detener la innovación tecnológica y, por otro lado, ninguna tecnología dura para siempre".
Mientras tanto, Irene y cada uno de los docentes apasionados por sus diferentes asignaturas se cuestionan, día a día, cómo hacer atractivas sus clases para ganarle la batalla a toda esa batería tecnológica portable que capta absolutamente el interés de sus alumnos. ¿Será posible hacer que Mansilla y sus ranqueles inviten a los estudiantes a vivir una gran aventura a la manera de los jueguitos y las series que los chicos y los no tan chicos consumen tanto?
en la web
- Lucas Delgado, editor digital de Editorial Kapelusz, cuenta cómo funciona el emprendimiento colombiano Educa, premiado por ser "la solución más innovadora del 2012" entre setenta empresas de todo el mundo: "Educa es un producto de Kapelusz que ganó el premio Intel de Educación y que integra contenidos educativos a las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación). Cada alumno y cada docente tienen una clave para acceder a un aula virtual que es parte del libro. Se trabaja con unidades interactivas, por ejemplo, con juegos en Flash. Este producto lo genera la casa matriz de Colombia, pero se está trabajando en función de nuestras currículas, con contenidos propios", se explaya.
- Este proyecto destaca entre otros, ya que se trata de un paquete que ofrece contenidos pedagógicos digitales, tecnología, formación de educadores y una plataforma que posibilita el manejo de los contenidos en todas las áreas y niveles.
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