De la Sota: "Los socialistas siempre han sido muy funcionales al kirchnerismo"
El gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, criticó con dureza al socialismo santafesino y dejó entrever que la Casa Gris no defiende a sus habitantes
El gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, criticó con dureza al socialismo santafesino y dejó entrever que la Casa Gris no defiende a sus habitantes ante los intentos centralistas del Ejecutivo nacional. En una entrevista con La Capital, antes del acto que lo tuvo como protagonista junto al referente del Peronismo Federal Osvaldo Salomón, De la Sota criticó a la presidenta Cristina Fernández, al sostener que no mantuvo en pie las principales líneas de acción que había desarrollado Néstor Kirchner.
“Van a buscar la re-reelección con uñas y dientes y vamos a vivir un festival de dádivas desde acá hasta octubre. Probablemente regalen heladeras y televisores hasta en los lugares donde no haya luz. También lo hicieron otras veces y perdieron. Los argentinos saben que este es un proceso que se termina”, declaró el mandatario cordobés, quien acusó a la Nación de no haber asistido a la provincia en los últimos tiempo, pese a haber sufrido “tornados, inundaciones y sequía. Pareciera ser que no formamos parte del país, ni siquiera nos pregunta de manera solidaria en qué nos pueden ayudar”.
—¿Ha logrado el peronismo disidente vertebrar una decisión conjunta de enfrentar al kirchnerismo en octubre?
—Estamos reencontrándonos los peronistas. Por eso hemos trabajado junto a Moyano, Lavagna, Busti, Salomón, dirigentes de todas las provincias. La idea es crear un espacio de diálogo para que la Argentina tenga una oposición con propuestas. Una oposición no obstructiva que suplante la falta de ideas del actual gobierno. Cada distrito resolverá las alianzas para ese lugar, dependerá del análisis que cada uno haga, pero lo que queremos es recuperar el peronismo. Estuve dialogando con dirigentes sindicales de todos los sectores que no se sienten escuchados, y a eso le sumamos la inteligencia. Estamos conversando con referentes peronistas en materia económica, educativa, de salud. Al fin esas son las materias pendientes de este gobierno.
—¿La cena que usted compartió hace poco con Moyano y Lavagna tendrá un correlato electoral?
—Probablemente. Quisiéramos que Lavagna sea el candidato peronista en la Capital Federal. El Senado tiene que tener un hombre con ideas, con experiencia como Roberto. Esto es para que el gobierno escuche.
—¿Macri también puede ingresar a este sector?
—Macri tiene su propio partido político, que es el PRO. Nosotros tenemos el nuestro, que es el peronismo. Nuestra tarea no es articular una alianza nacional. Nacionalmente estamos intentando reencontrar al peronismo. Si en Santa Fe Salomón ve la posibilidad de aliarse con otros partidos, lo resolverán los compañeros de Santa Fe. En el caso de Lavagna, él es candidato del peronismo no del PRO. Sería muy bueno que lo sea. ¿Qué queremos en el 2013? Ponerle freno al gobierno de Cristina Fernández. Para que escuche, para que termine con la violencia verbal, para que deje de tratar a los opositores como enemigos, para que reconozca los problemas del país, como la inflación. Queremos una etapa nueva, de diálogo. Hay que cambiar las mayorías parlamentarias para que vuelva el diálogo al país.
—¿Cómo son los números de las encuestas en Córdoba respecto a la imagen del gobierno nacional?
—Imagínese. Un gobierno que durante 8 meses tiene cortadas todas las comunicaciones con la provincia. Hemos vivido tornados, inundaciones, sequía y pareciera ser que no formamos parte del país, ni siquiera nos pregunta de manera solidaria en qué podemos ayudar
—Su relación con los Kirchner había sido buena en algún momento.
—Con Néstor siempre tuve diálogo. Con Cristina Fernández no pude hablar nunca.
—¿Y por qué?
—Este gobierno no tiene nada que ver con el de Kirchner. En lo económico hacen todo lo contrario a lo que él planteó. En lo económico Kirchner planteó un dólar competitivo para alentar las exportaciones, tasas bajas para mejorar la productividad, combatir la inflación. Todo eso desapareció. El dólar competitivo se murió con el cepo cambiario, la inflación se come el salario y disminuye el consumo popular, las inversiones privadas no existen y la tasa de interés es de la más cara del mundo. Se está haciendo todo lo contrario a lo que se hizo con Lavagna.
—¿Cómo evalúa esta declaración de Binner respecto a que el gobierno nacional quiere “tumbar” a Bonfatti?
—Los socialistas han sido muy funcionales al kirchnerismo, muy funcionales. Incluso algunos ven al socialismo como kirchnerismo con buenos modales. Es eso, un kirchnerismo con buenos modales... Por eso sorprende una denuncia tan intempestiva. En mi caso nadie se sorprende por una denuncia porque siempre fui crítico, pero los socialistas que no fueron tan críticos, ahora aparecen con una denuncia de ese tipo. No generan mucha credibilidad en la denuncia.
—¿Cómo influirá en la política nativa la designación de Bergoglio?
—El viernes la presidenta habló de cosas que yo comparto, como eso de terminar con los odios. En base a ese discurso, le envié una comunicación diciendo que comparto lo que dijo y le pedí que me reciba para resolver los diferendos que tenemos y para ver cómo su gobierno les paga a los cordobeses lo que debe. Pero no recibí respuesta.
—¿Y su lectura sobre la designación de Francisco cuál es?
—Es ecuménica. La iglesia ha encontrado un gran Papa, un cura de barrio. Un cura de pueblo que llega a Papa y que dice que quiere una Iglesia peregrina y de pobres para los pobres está haciendo una revolución. Y la Iglesia necesitaba esto. Este Papa es auténtico, él vive como dice que hay que vivir. Y en un momento de tanta hipocresía, de tanto izquierdismo a la violeta de Puerto Madero, el hecho de que aparezca un tipo que va y paga el hotel vestido de Papa y que tiene una valijita que va para todas partes, y que no le interesa la capita de armiño, es auténtico. Y lo que falta es autenticidad. Yo ya no tengo edad para las hipocresías, digo lo que pienso.
—¿Cree que la re-reelección es un tema terminado?
—No. Un montón de gobernadores se atropellaban los otros días en Entre Ríos para proclamarse ultracristinistas. Es triste que alguien pida reformar la Constitución por los intereses políticos de una persona, es triste. Y si esas personas son gobernadores de provincia es aún más triste. El 2013 tiene que ser el triunfo de los fanáticos del diálogo, único fanatismo que acepta la democracia. Y que pierdan los fanáticos que creen que todos deben pensar como ellos piensan. Van a buscar la re-reelección con uñas y dientes y vamos a vivir un festival de dádivas desde acá hasta octubre. Probablemente regalen heladeras y televisores hasta en los lugares donde no haya luz. También lo hicieron otras veces y perdieron. Los argentinos saben que este es un proceso que se termina. El equipo económico que tiene la Argentina hoy es el campeón de la mala praxis, hay que buscar gente competente.
—¿Sera candidato presidencial en 2015?
—Soy gobernador de Córdoba, defiendo a los cordobeses. Y defendiendo a mi provincia, defiendo a todos, aun en aquellas provincias donde no los defienden...
—¿Lo dice por el gobierno de Santa Fe?
—No me haga opinar de una vecina provincia a la que quiero, y en la que me crié.
- Categoría: Política
- Escrito por Carlos Fornes
El gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, criticó con dureza al socialismo santafesino y dejó entrever que la Casa Gris no defiende a sus habitantes ante los intentos centralistas del Ejecutivo nacional. En una entrevista con La Capital, antes del acto que lo tuvo como protagonista junto al referente del Peronismo Federal Osvaldo Salomón, De la Sota criticó a la presidenta Cristina Fernández, al sostener que no mantuvo en pie las principales líneas de acción que había desarrollado Néstor Kirchner.
“Van a buscar la re-reelección con uñas y dientes y vamos a vivir un festival de dádivas desde acá hasta octubre. Probablemente regalen heladeras y televisores hasta en los lugares donde no haya luz. También lo hicieron otras veces y perdieron. Los argentinos saben que este es un proceso que se termina”, declaró el mandatario cordobés, quien acusó a la Nación de no haber asistido a la provincia en los últimos tiempo, pese a haber sufrido “tornados, inundaciones y sequía. Pareciera ser que no formamos parte del país, ni siquiera nos pregunta de manera solidaria en qué nos pueden ayudar”.
—¿Ha logrado el peronismo disidente vertebrar una decisión conjunta de enfrentar al kirchnerismo en octubre?
—Estamos reencontrándonos los peronistas. Por eso hemos trabajado junto a Moyano, Lavagna, Busti, Salomón, dirigentes de todas las provincias. La idea es crear un espacio de diálogo para que la Argentina tenga una oposición con propuestas. Una oposición no obstructiva que suplante la falta de ideas del actual gobierno. Cada distrito resolverá las alianzas para ese lugar, dependerá del análisis que cada uno haga, pero lo que queremos es recuperar el peronismo. Estuve dialogando con dirigentes sindicales de todos los sectores que no se sienten escuchados, y a eso le sumamos la inteligencia. Estamos conversando con referentes peronistas en materia económica, educativa, de salud. Al fin esas son las materias pendientes de este gobierno.
—¿La cena que usted compartió hace poco con Moyano y Lavagna tendrá un correlato electoral?
—Probablemente. Quisiéramos que Lavagna sea el candidato peronista en la Capital Federal. El Senado tiene que tener un hombre con ideas, con experiencia como Roberto. Esto es para que el gobierno escuche.
—¿Macri también puede ingresar a este sector?
—Macri tiene su propio partido político, que es el PRO. Nosotros tenemos el nuestro, que es el peronismo. Nuestra tarea no es articular una alianza nacional. Nacionalmente estamos intentando reencontrar al peronismo. Si en Santa Fe Salomón ve la posibilidad de aliarse con otros partidos, lo resolverán los compañeros de Santa Fe. En el caso de Lavagna, él es candidato del peronismo no del PRO. Sería muy bueno que lo sea. ¿Qué queremos en el 2013? Ponerle freno al gobierno de Cristina Fernández. Para que escuche, para que termine con la violencia verbal, para que deje de tratar a los opositores como enemigos, para que reconozca los problemas del país, como la inflación. Queremos una etapa nueva, de diálogo. Hay que cambiar las mayorías parlamentarias para que vuelva el diálogo al país.
—¿Cómo son los números de las encuestas en Córdoba respecto a la imagen del gobierno nacional?
—Imagínese. Un gobierno que durante 8 meses tiene cortadas todas las comunicaciones con la provincia. Hemos vivido tornados, inundaciones, sequía y pareciera ser que no formamos parte del país, ni siquiera nos pregunta de manera solidaria en qué podemos ayudar
—Su relación con los Kirchner había sido buena en algún momento.
—Con Néstor siempre tuve diálogo. Con Cristina Fernández no pude hablar nunca.
—¿Y por qué?
—Este gobierno no tiene nada que ver con el de Kirchner. En lo económico hacen todo lo contrario a lo que él planteó. En lo económico Kirchner planteó un dólar competitivo para alentar las exportaciones, tasas bajas para mejorar la productividad, combatir la inflación. Todo eso desapareció. El dólar competitivo se murió con el cepo cambiario, la inflación se come el salario y disminuye el consumo popular, las inversiones privadas no existen y la tasa de interés es de la más cara del mundo. Se está haciendo todo lo contrario a lo que se hizo con Lavagna.
—¿Cómo evalúa esta declaración de Binner respecto a que el gobierno nacional quiere “tumbar” a Bonfatti?
—Los socialistas han sido muy funcionales al kirchnerismo, muy funcionales. Incluso algunos ven al socialismo como kirchnerismo con buenos modales. Es eso, un kirchnerismo con buenos modales... Por eso sorprende una denuncia tan intempestiva. En mi caso nadie se sorprende por una denuncia porque siempre fui crítico, pero los socialistas que no fueron tan críticos, ahora aparecen con una denuncia de ese tipo. No generan mucha credibilidad en la denuncia.
—¿Cómo influirá en la política nativa la designación de Bergoglio?
—El viernes la presidenta habló de cosas que yo comparto, como eso de terminar con los odios. En base a ese discurso, le envié una comunicación diciendo que comparto lo que dijo y le pedí que me reciba para resolver los diferendos que tenemos y para ver cómo su gobierno les paga a los cordobeses lo que debe. Pero no recibí respuesta.
—¿Y su lectura sobre la designación de Francisco cuál es?
—Es ecuménica. La iglesia ha encontrado un gran Papa, un cura de barrio. Un cura de pueblo que llega a Papa y que dice que quiere una Iglesia peregrina y de pobres para los pobres está haciendo una revolución. Y la Iglesia necesitaba esto. Este Papa es auténtico, él vive como dice que hay que vivir. Y en un momento de tanta hipocresía, de tanto izquierdismo a la violeta de Puerto Madero, el hecho de que aparezca un tipo que va y paga el hotel vestido de Papa y que tiene una valijita que va para todas partes, y que no le interesa la capita de armiño, es auténtico. Y lo que falta es autenticidad. Yo ya no tengo edad para las hipocresías, digo lo que pienso.
—¿Cree que la re-reelección es un tema terminado?
—No. Un montón de gobernadores se atropellaban los otros días en Entre Ríos para proclamarse ultracristinistas. Es triste que alguien pida reformar la Constitución por los intereses políticos de una persona, es triste. Y si esas personas son gobernadores de provincia es aún más triste. El 2013 tiene que ser el triunfo de los fanáticos del diálogo, único fanatismo que acepta la democracia. Y que pierdan los fanáticos que creen que todos deben pensar como ellos piensan. Van a buscar la re-reelección con uñas y dientes y vamos a vivir un festival de dádivas desde acá hasta octubre. Probablemente regalen heladeras y televisores hasta en los lugares donde no haya luz. También lo hicieron otras veces y perdieron. Los argentinos saben que este es un proceso que se termina. El equipo económico que tiene la Argentina hoy es el campeón de la mala praxis, hay que buscar gente competente.
—¿Sera candidato presidencial en 2015?
—Soy gobernador de Córdoba, defiendo a los cordobeses. Y defendiendo a mi provincia, defiendo a todos, aun en aquellas provincias donde no los defienden...
—¿Lo dice por el gobierno de Santa Fe?
—No me haga opinar de una vecina provincia a la que quiero, y en la que me crié.
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