El robo que se convirtió en publicidad


Las imágenes generadas por los circuitos cerrados de televisión se han apoderado de buena parte del prime-time televisivo. De apariciones marginales en noticieros saltaron al programa propio casi sin que los televidentes lo notáramos. A fuerza de impacto, costos nulos para los canales y la visible mejora en su calidad de imagen que experimentaron en los últimos años, los sistemas de monitoreo llegaron para quedarse.
Resulta novedoso, sin embargo, la utilización que la marca de moda Reserva hizo de un robo sufrido en una de sus tiendas en San Pablo, el segundo en menos de un mes. Vean la idea que puso en el aire Rony Meisler, propietario del local de ropa informal asaltado:

“Robaron mis prendas, nosotros robamos sus imágenes”, le dijo Meisler a O Globo, al mismo tiempo que contó que en ambos asaltos le robaron más de 350 prendas.
Oportuno recordar un antecedente: el trabajo de Martín Mercado (máximo responsable de la creatividad de Young & Rubicam Buenos Aires) firmado por Wunderman, agencia del mismo grupo, para Coca-Cola. También realizado en gran parte a partir de imágenes captadas por cámaras de CCTV (Circuito Cerrado de TV), “Camaritas” tuvo alcance global el año pasado: