El informe elaborado por el Dpto de Research de Initiative, busca explicar si el consumo de comida rápida ha sufrido algún cambio.
¿Del Fast food al Fast good?
¿Está pasando la comida rápida por un mal momento?
Según los datos analizados, el consumo ha decaído un 10% en los últimos cuatro años y pierde adeptos principalmente entre las mujeres y la clase media alta en Capital Federal. La pregunta obligada gira en torno a si los argentinos estarán intentando llevar una vida más saludable o si dicha disminución responde a otras causas.
Las tendencias globales en alimentación ayudan a echar luz sobre el tema. Tal vez potenciado por la crisis económica -el salir a cenar ha disminuido -19% en los últimos cuatro años- hay un retorno a la cocina en el hogar y a los sabores tradicionales. Más que nada entre los jóvenes de 20 a 34 años este movimiento tiene mayor afinidad: cocinar y recibir amigos con quien compartir una buena cena es un plan que permite ahorrarse unos pesos sin resignar el placer de comer y pasarla bien. La actividad culinaria ha tenido un aumento notable del +70% en los últimos años.
También se observa que las búsquedas en la web relacionadas con recetas o con la actividad de cocinar vienen en aumento en los últimos años.
Otro factor que puede estar contribuyendo a esta disminución es la política de restringir la publicidad y la venta de la comida chatarra entre chicos y adultos al estar íntimamente ligada a la obesidad y el sobrepeso.
¿Se vislumbra el fin de las grandes cadenas?
Frente a esta realidad muchos locales de comida rápida han generado diversas estrategias en respuesta a las nuevas exigencias de los consumidores que buscan opciones más livianas y saludables aún sin dejar de lado el concepto de comida rápida, estas cadenas ya se suman a un nuevo concepto gastronómico más sano, que incluye menúes “fast good” (milanesas de soja, croquetas de verduras y ensaladas gourmet).
Frente a una multiplicidad de factores, el concepto de fast good busca hacerse lugar frente al gran monarca del fast food.
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