Consumo / Una tendencia no siempre percibida por los clientes
Los supermercados siguen siendo la opción más barata
Los precios de las grandes cadenas son entre 3 y 10% más bajos que los de los negocios de barrio
Alfredo Sainz
LA NACION
A pesar de la multiplicación de los pequeños comercios y del avance de los autoservicios de origen chino, las cadenas de supermercados continúan ofreciendo los mejores precios en el mercado argentino. De acuerdo con un par de estudios privados, las grandes cadenas son, en promedio, entre un 3 y un 10% más baratas que el resto de los canales comerciales, aunque la mayoría de los consumidores locales no lo perciban así.
Históricamente, la brecha de precios entre los supermercados y los almacenes se ubicaba entre 13 y 15 puntos de diferencia, aunque en los últimos años la diferencia se fue reduciendo y hoy se ubica apenas por encima de los diez puntos, de acuerdo con un informe elaborado por la consultora The Nielsen Company.
Es decir que, tomando como base 100 el promedio del mercado, los precios en los supermercados se ubican en 95 puntos, contra los 105,5 puntos del canal tradicional (almacenes, negocios barriales) y los 100,7 de los pequeños autoservicios (básicamente, de propiedad china).
Esta brecha se había revertido en el segundo semestre de 2002, cuando la diferencia de precios entre supermercados y almacenes era de tres puntos a favor de los últimos, es decir que los pequeños comercios se habían convertido en una propuesta más económica que la de las grandes cadenas.
"El de 2002 fue un fenómeno muy particular, que se explicaba por la crisis y el crecimiento de los autoservicios mayoristas, que ganaron volumen y, por lo tanto, pudieron trasladar los mejores precios que negociaban con la industria a sus clientes, que son los almacenes y los autoservicios chinos", señaló Osvaldo del Río, gerente del área Retail de The Nielsen Company.
En Nielsen explican que la mayor competitividad en materia de precios de los supermercados no es un fenómeno exclusivo del mercado argentino, y destacan que en la mayoría de las plazas internacionales se repite el hecho de que los supermercados son los que lideran la propuesta más económica, gracias a su mayor poder de negociación y las eficiencias operativas con que operan este tipo de empresas.
A nivel local, la tendencia se mantiene, a pesar de que en los últimos años la oferta de los pequeños comercios creció a una tasa más rápida que la de los grandes supermercados, ya que en el último año el número de negocios tradicionales creció un 2% y llegó a los 127.100 locales a nivel nacional.
El dato más llamativo, sin embargo, es que la percepción de los consumidores no siempre favorece a los supermercados. "Más de la mitad de los consumidores argentinos cree que los negocios de barrio tienen precios iguales o más baratos que los de los supermercados, a pesar de que claramente las grandes cadenas son más competitivas en este punto. La tendencia a considerar los negocios de barrio más baratos crece, además, a medida que se desciende en la pirámide social", explicó Del Río.
Coincidencia en frescos
Los datos de Nielsen son corroborados por una medición realizada por la consultora Tomadato, que releva los precios de una canasta global de más de 1100 productos en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Según Tomadato, los supermercados son en promedio un 10,2% más baratos que los almacenes y están un 7,9% por debajo de los autoservicios chinos. La consultora también destaca que las grandes cadenas les ganan en precios al resto de los pequeños comercios especializados.
La menor diferencia se registra entre supermercados y carnicerías, donde la brecha de precios es del 3,5%, aunque en Tomadato precisan que esta brecha podría explicarse por la presión que ejerce el Gobierno sobre las grandes cadenas para que ofrezcan algunos cortes de carne a un precio rebajado.
"Los supermercados terminan teniendo una mejor oferta que las carnicerías gracias a los cortes que están incluidos dentro de las baratas de la carne que llevan a cabo las grandes cadenas los fines de semana a pedido del Gobierno", señaló Emiliano Schwartz, gerente de Tomadato.
El analista, además, precisó que comprar en los supermercados frutas y verduras también resulta más barato que hacerlo en las fruterías y verdulerías, con una diferencia de precios del 7,4 por ciento a favor de las grandes cadenas.
Las diferencias, por otra parte, se mantienen en los casos de los panificados y en los productos avícolas, ya que en ambas categorías los supermercados ofrecen mejores precios que el promedio de las panaderías y las granjas porteñas.
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