Crece el uso de sistemas para hacerlo por la web
Hablar por télefono sin pagar un peso
En la Argentina ya hay tres millones de usuarios que aprovechan la banda ancha para comunicarse. Y cada vez hay más programas. El más difundido es Skype. El fin de la telefonía tradicional. Cómo funciona.
Federico Kukso
María Angélica tiene un pie en Berlín y una oreja en Buenos Aires. Desde que esta bióloga de 36 años descubrió el programa Skype repite religiosamente todos los días el mismo ritual comunicativo: llega del laboratorio donde desarrolla su posdoctorado desde hace dos años, prende la computadora, acomoda la camarita y el mechón que cae sobre su frente, hace doble click y habla horas y horas con su novio, sin estampar su oído a un tubo, sin discar interminables números y sin facturas abultadas.Como ya lo hicieron 309 millones de personas en el mundo y alrededor de tres millones de argentinos (casi el 20% de los que navegan por internet, según la consultora Carrier y Asociados), esta investigadora se apartó de la ruta de lo convencional y eligió una alternativa mucho más económica: la llamada “telefonía IP” (VoIP o “Voz sobre Protocolo de Internet”), es decir, un sistema de comunicación que permite convertir señales de audio analógicas (por ejemplo, la voz humana) en datos digitales y transmitirlos a través de los cables de fibra óptica de la gran red, de la misma manera que los impulsos eléctricos van y vienen entre los cien mil millones de neuronas del cerebro. No sabe cómo funciona –así como desconoce el sistema de combustión interna de su auto–, ni le importa. Sólo sabe que a través de esta aplicación los 11.922 kilómetros que separan a la Argentina de Alemania se evaporan apenas dice “¡hola!”.Puede que Skype –software desarrollado hace cinco años por los suecos Niklas Zennström y Janus Friis, los creadores de Kazaa, y comprado por Ebay por 2.600 millones de dólares– sea la cara más visible de esta opción económica que le disputa la supremacía a la telefonía fija convencional, ya golpeada por los celulares (se estima, por ejemplo, que en julio los argentinos mandaron unos 4.280 millones de SMS y que, en promedio, los adolescentes usuarios de Personal mandan unos 167 mensajes cortos). Pero no es la única. Cada vez hay más opciones que convierten a la computadora en una completa y eficiente terminal telefónica: la estadounidense Vonage (www.vonage.com), Gtalk, Yahoo! Voz, Gizmo y el eterno MSN Messenger, entre otros tantos servicios gratuitos, siempre y cuando se trate de hablar de computadora a computadora.Pero como el ser humano es un animal extraño y de costumbres tecnológicas enquistadas, la telefonía IP debió reconfigurarse para crecer. Así surgieron los servicos de VoIP –pagos– de computadora a teléfono (Net2phone y Skype cobran alrededor de 0,024 el minuto la llamada a Londres, por ejemplo) o incluso de teléfono IP a teléfono IP, aparatos concebidos desde cero para este fin como el Nokia N810 WiMAX Edition, Tatung VoIP o el Skype-phone, que multiplican las opciones en el universo de la comunicación IP. En la Argentina algunos de los proveedores de esta tecnología son IFX Vanguard, VoxData, Interlap y Capcom. “Los hábitos de comunicación están cambiando. Tanto en las empresas como en los hogares existen nuevas alternativas a las líneas de telefonía fija. Los principales usuarios son tanto jóvenes que adoptan tempranamente la tecnología como gente que busca una línea telefónica que le permita ahorrar”, explica Antonio Villanueva, gerente comercial de Metrotel, una empresa de telecomunicaciones que comercializa un servicio de telefonía IP llamado “i-voz”, que permite realizar y recibir llamadas a través de banda ancha con un abono de 18 pesos mensuales (que implican unos cien minutos libres).Sólo hay que conectar un conversor de un extremo a la conexión de internet y del otro a un teléfono común. Por eso es ideal para personas que viajan regularmente, porque que mantiene la misma línea: ya sea que estén en Kuala Lumpur o en Alaska podrán recibir llamadas como si estuvieran en el living de su casa.Adoptada hace tiempo por el sector empresarial, la telefonía IP de a poco empieza a resonar como opción viable para la mayoría de los “clientes residenciales”, etiqueta marketinera asignada por las telefónicas al ciudadano común y corriente, que ve en esta alternativa una manera directa de hablar mucho y barato sacudiendo un poco el gran monopolio nacional.
Hablar por télefono sin pagar un peso
En la Argentina ya hay tres millones de usuarios que aprovechan la banda ancha para comunicarse. Y cada vez hay más programas. El más difundido es Skype. El fin de la telefonía tradicional. Cómo funciona.
Federico Kukso
María Angélica tiene un pie en Berlín y una oreja en Buenos Aires. Desde que esta bióloga de 36 años descubrió el programa Skype repite religiosamente todos los días el mismo ritual comunicativo: llega del laboratorio donde desarrolla su posdoctorado desde hace dos años, prende la computadora, acomoda la camarita y el mechón que cae sobre su frente, hace doble click y habla horas y horas con su novio, sin estampar su oído a un tubo, sin discar interminables números y sin facturas abultadas.Como ya lo hicieron 309 millones de personas en el mundo y alrededor de tres millones de argentinos (casi el 20% de los que navegan por internet, según la consultora Carrier y Asociados), esta investigadora se apartó de la ruta de lo convencional y eligió una alternativa mucho más económica: la llamada “telefonía IP” (VoIP o “Voz sobre Protocolo de Internet”), es decir, un sistema de comunicación que permite convertir señales de audio analógicas (por ejemplo, la voz humana) en datos digitales y transmitirlos a través de los cables de fibra óptica de la gran red, de la misma manera que los impulsos eléctricos van y vienen entre los cien mil millones de neuronas del cerebro. No sabe cómo funciona –así como desconoce el sistema de combustión interna de su auto–, ni le importa. Sólo sabe que a través de esta aplicación los 11.922 kilómetros que separan a la Argentina de Alemania se evaporan apenas dice “¡hola!”.Puede que Skype –software desarrollado hace cinco años por los suecos Niklas Zennström y Janus Friis, los creadores de Kazaa, y comprado por Ebay por 2.600 millones de dólares– sea la cara más visible de esta opción económica que le disputa la supremacía a la telefonía fija convencional, ya golpeada por los celulares (se estima, por ejemplo, que en julio los argentinos mandaron unos 4.280 millones de SMS y que, en promedio, los adolescentes usuarios de Personal mandan unos 167 mensajes cortos). Pero no es la única. Cada vez hay más opciones que convierten a la computadora en una completa y eficiente terminal telefónica: la estadounidense Vonage (www.vonage.com), Gtalk, Yahoo! Voz, Gizmo y el eterno MSN Messenger, entre otros tantos servicios gratuitos, siempre y cuando se trate de hablar de computadora a computadora.Pero como el ser humano es un animal extraño y de costumbres tecnológicas enquistadas, la telefonía IP debió reconfigurarse para crecer. Así surgieron los servicos de VoIP –pagos– de computadora a teléfono (Net2phone y Skype cobran alrededor de 0,024 el minuto la llamada a Londres, por ejemplo) o incluso de teléfono IP a teléfono IP, aparatos concebidos desde cero para este fin como el Nokia N810 WiMAX Edition, Tatung VoIP o el Skype-phone, que multiplican las opciones en el universo de la comunicación IP. En la Argentina algunos de los proveedores de esta tecnología son IFX Vanguard, VoxData, Interlap y Capcom. “Los hábitos de comunicación están cambiando. Tanto en las empresas como en los hogares existen nuevas alternativas a las líneas de telefonía fija. Los principales usuarios son tanto jóvenes que adoptan tempranamente la tecnología como gente que busca una línea telefónica que le permita ahorrar”, explica Antonio Villanueva, gerente comercial de Metrotel, una empresa de telecomunicaciones que comercializa un servicio de telefonía IP llamado “i-voz”, que permite realizar y recibir llamadas a través de banda ancha con un abono de 18 pesos mensuales (que implican unos cien minutos libres).Sólo hay que conectar un conversor de un extremo a la conexión de internet y del otro a un teléfono común. Por eso es ideal para personas que viajan regularmente, porque que mantiene la misma línea: ya sea que estén en Kuala Lumpur o en Alaska podrán recibir llamadas como si estuvieran en el living de su casa.Adoptada hace tiempo por el sector empresarial, la telefonía IP de a poco empieza a resonar como opción viable para la mayoría de los “clientes residenciales”, etiqueta marketinera asignada por las telefónicas al ciudadano común y corriente, que ve en esta alternativa una manera directa de hablar mucho y barato sacudiendo un poco el gran monopolio nacional.
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