EL NEGOCIO DE LOS MUÑEQUITOS, REMERAS Y POSTALES INUNDO ROMA, BUENOS AIRES Y LA WEB
Mientras en el Vaticano y Roma se habla del “Bergoglio-style” y ya se venden souvenirs en las calles, en Argentina una popular web de ofertas y remates ofrece remeras, tazas y llaveros con la imagen del papa Francisco. “El Papa es argentino y vos tenés que tener su remera”, dice la publicidad de un comerciante en el sitio, donde se ofrecen distintos diseños de camisetas desde 65 pesos; una tiene la imagen de Diego Maradona delante y la del Papa detrás, con sendas dedicatorias: “Dios es Argentino, el Papa también”. En el mismo sitio web se ofrecen tazas por 40 pesos con la imagen de Francisco mirando a la plaza de San Pedro y un usuario consultó: “¿Se puede agregar la frase el Papa es argentino, Brasil la tenés adentro?”. En Nápoles, un comerciante pasó la noche armando una pequeña estatuilla del sumo pontífice vestido tal cual se lo vio al asumir, lo mismo hizo cuando asumió Joseph Ratzinger en 2005.
“Aprovechá, este es el momento, santerías, iglesias, puesteros. A partir de mañana, nuevos motivos. Ejemplos: el Papa y Jesús, el Papa y la Virgen María, el Papa y la Virgen de Lourdes”, posteó un vendedor que ofrece llaveros por cinco pesos. En el rubro remeras, la inventiva se acrecienta: “El Papa es argentino y cuervo”, dice una que muestra al sumo pontífice tomando con sus manos una camiseta de San Lorenzo. “Las manos de Dios son argentinas”, dice otra, con la bandera argentina de fondo, en obvia alusión al gol de Maradona contra Inglaterra en 1968.
Muchas de las ofertas, por lo que se puede apreciar, son simplemente diseños, todavía no se exhiben las remeras estampadas. Entre otras frases, puede leerse: “100% argentino”, “Habemus Papam”, “Papa Francisco, Bienvenido”, “Francisco, tu Argentina te sigue” y “Vengo dalla fine del mondo” (parte del discurso pronunciado el miércoles pasado por Bergoglio). Casi todas son remeras blancas, salvo una negra con la imagen del ex arzobispo porteño en un claroscuro y la frase: “El Papa del fin del mundo”. En el apuro, alguien oferta solo las fotos que estaría dispuesto a estampar en las remeras, sin molestarse en mostrar una maqueta digital.
En el rubro tazas cunde la materialidad, a juzgar por las fotos de los productos. Las bromas de los usuarios corrieron tan rápido como las ofertas. “¿Me hacés una del Papa con las rastas de Bob Marley?”, escribió un cibernauta. “No puedo modificar la foto”, le aclaró el vendedor. Alguien que oferta tazas irrompibles fue abordado desde el ciberespacio: “¿El Papa es irrompible o la taza?”. “¿Podés hacer una con el padre (Julio) Grassi y uno de sus monaguillos también?”, le lanzó un cibernauta al mismo vendedor, quien redobló la apuesta: “También de tu ídolo y vos”. Otros vendedores trataron de captar a los clientes mayoristas para ofrecer mates, jarras de cerámica, mouse pads, estampitas del “Santo Padre y Amigos” (“un excelente regalo para estas Pascuas”, según el vendedor). La papamanía, al cierre de esta edición, ya se había extendido a las fundas para almohadas, con la cara del Papa. Una sola cibernauta se encargó de comentar que varios productos de oferta, reales o virtuales, contenían un visible error: decían Francisco I, cuando el nuevo sumo pontífice se llama Francisco, a secas.
Los libros escritos por el nuevo papa y su biografía también fueron descargados casi compulsivamente. Ayer, en solo dos horas, el sitio bajalibros.com alcanzó mil descargas de estos materiales. “No solo se registraron compras de usuarios argentinos, sino también desde México, Colombia, España y Estados Unidos. Hay libros escritos por el ex arzobispo porteño, reportajes y también compilaciones de sus homilías.”
Como la papamanía no es un fenómeno netamente local, ayer una empleada de la tienda Savelli Gift del Vaticano señalaba a la prensa extranjera las nuevas postales que ya estaban a la venta. En una se ve al Papa que saluda desde el balcón de la Basílica de San Pedro. “¡Es el primer souvenir, es el primero!”, aseguraba Luisa, la empleada. “Ya hicimos el pedido, en dos semanas toda la tienda estará llena de objetos conmemorativos del papa Francisco”, agregó. El diario oficial del Vaticano, L’Osservatore Romano, también se vendió bien “pero se vendieron mejor los ejemplares que anunciaban la renuncia de Benedicto XVI”, afirmó Rosario, de la librería romana Ancora.
En Nápoles, donde la santidad de Maradona ya tiene competencia, el diseñador Genny Di Virgilio ya terminó la estatuilla del nuevo papa y sueña repetir la hazaña de 2005, cuando le entregó su pequeño souvenir al entonces entrante Benedicto XVI. Lo mismo hizo con el ex presidente Silvio Berlusconi y muchos artistas y celebrities mundiales. Pronto, adelantó ayer, irá en busca del el ex arzobispo porteño para entregarle la estatuilla que le acaba de dedicar.
Papamanía y Bergoglio marketing
Apenas pasó un día de electo el papa argento y una multitud de productos marquetineros ya invadía la red, los stands, la venta ambulante y las redes sociales. Bergoglio y Maradona, estampitas, remeras a 65 pesos con lemas y rostros, llaveros y tacitas.
Frente a la Catedral de Buenos Aires, la papamanía se disparó con furor y mercados imprevisibles.
Imagen: Pablo Piovano.
Imagen: Pablo Piovano.
“Aprovechá, este es el momento, santerías, iglesias, puesteros. A partir de mañana, nuevos motivos. Ejemplos: el Papa y Jesús, el Papa y la Virgen María, el Papa y la Virgen de Lourdes”, posteó un vendedor que ofrece llaveros por cinco pesos. En el rubro remeras, la inventiva se acrecienta: “El Papa es argentino y cuervo”, dice una que muestra al sumo pontífice tomando con sus manos una camiseta de San Lorenzo. “Las manos de Dios son argentinas”, dice otra, con la bandera argentina de fondo, en obvia alusión al gol de Maradona contra Inglaterra en 1968.
Muchas de las ofertas, por lo que se puede apreciar, son simplemente diseños, todavía no se exhiben las remeras estampadas. Entre otras frases, puede leerse: “100% argentino”, “Habemus Papam”, “Papa Francisco, Bienvenido”, “Francisco, tu Argentina te sigue” y “Vengo dalla fine del mondo” (parte del discurso pronunciado el miércoles pasado por Bergoglio). Casi todas son remeras blancas, salvo una negra con la imagen del ex arzobispo porteño en un claroscuro y la frase: “El Papa del fin del mundo”. En el apuro, alguien oferta solo las fotos que estaría dispuesto a estampar en las remeras, sin molestarse en mostrar una maqueta digital.
En el rubro tazas cunde la materialidad, a juzgar por las fotos de los productos. Las bromas de los usuarios corrieron tan rápido como las ofertas. “¿Me hacés una del Papa con las rastas de Bob Marley?”, escribió un cibernauta. “No puedo modificar la foto”, le aclaró el vendedor. Alguien que oferta tazas irrompibles fue abordado desde el ciberespacio: “¿El Papa es irrompible o la taza?”. “¿Podés hacer una con el padre (Julio) Grassi y uno de sus monaguillos también?”, le lanzó un cibernauta al mismo vendedor, quien redobló la apuesta: “También de tu ídolo y vos”. Otros vendedores trataron de captar a los clientes mayoristas para ofrecer mates, jarras de cerámica, mouse pads, estampitas del “Santo Padre y Amigos” (“un excelente regalo para estas Pascuas”, según el vendedor). La papamanía, al cierre de esta edición, ya se había extendido a las fundas para almohadas, con la cara del Papa. Una sola cibernauta se encargó de comentar que varios productos de oferta, reales o virtuales, contenían un visible error: decían Francisco I, cuando el nuevo sumo pontífice se llama Francisco, a secas.
Los libros escritos por el nuevo papa y su biografía también fueron descargados casi compulsivamente. Ayer, en solo dos horas, el sitio bajalibros.com alcanzó mil descargas de estos materiales. “No solo se registraron compras de usuarios argentinos, sino también desde México, Colombia, España y Estados Unidos. Hay libros escritos por el ex arzobispo porteño, reportajes y también compilaciones de sus homilías.”
Como la papamanía no es un fenómeno netamente local, ayer una empleada de la tienda Savelli Gift del Vaticano señalaba a la prensa extranjera las nuevas postales que ya estaban a la venta. En una se ve al Papa que saluda desde el balcón de la Basílica de San Pedro. “¡Es el primer souvenir, es el primero!”, aseguraba Luisa, la empleada. “Ya hicimos el pedido, en dos semanas toda la tienda estará llena de objetos conmemorativos del papa Francisco”, agregó. El diario oficial del Vaticano, L’Osservatore Romano, también se vendió bien “pero se vendieron mejor los ejemplares que anunciaban la renuncia de Benedicto XVI”, afirmó Rosario, de la librería romana Ancora.
En Nápoles, donde la santidad de Maradona ya tiene competencia, el diseñador Genny Di Virgilio ya terminó la estatuilla del nuevo papa y sueña repetir la hazaña de 2005, cuando le entregó su pequeño souvenir al entonces entrante Benedicto XVI. Lo mismo hizo con el ex presidente Silvio Berlusconi y muchos artistas y celebrities mundiales. Pronto, adelantó ayer, irá en busca del el ex arzobispo porteño para entregarle la estatuilla que le acaba de dedicar.
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