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domingo, 24 de junio de 2012

tendencias en argentina

La población que más crece es la que pasó los 80 años

Por Mariana Iglesias

Siete de cada 10 son mujeres, que en promedio viven 5 años más que los hombres. Y cada vez son más los que llegan a la octava década con buena salud. Alertan que en la era de la longevidad es clave cuidar desde jóvenes al viejo que vamos a ser.
EN CLASE. ALUMNOS MAYORES DE 80, EL JUEVES, ENSAYAN UNA OBRA DE TEATRO EN EL CLUB HACOAJ. “ACÁ SE ARMAN SALIDAS Y HASTA PAREJAS”, CUENTAN.
EN CLASE. ALUMNOS MAYORES DE 80, EL JUEVES, ENSAYAN UNA OBRA DE TEATRO EN EL CLUB HACOAJ. “ACÁ SE ARMAN SALIDAS Y HASTA PAREJAS”, CUENTAN.
24/06/12
Cuarta edad. Envejecimiento frágil. Envejecimiento exitoso. Envejecimiento del envejecimiento. Los títulos han comenzado a circular ante una evidencia que se impone: la gente vive más, mucho más. En Argentina hay un millón de mayores de 80 años, son el 2,5% de la población y el grupo que más creció en este tiempo. Los dos últimos censos lo marcan claramente: entre el 2001 y el 2010 los de 80 son un 32% más. Ninguna otra franja etaria subió tanto, todas rondan el diez por ciento, y los menores de 10 años incluso decrecieron. El envejecimiento de la sociedad es el gran desafío de la época, ya que implica cuidar, contener y mantener a miles de personas vulnerables.
“La pirámide poblacional se ha invertido. Antes era de base ancha y punta angosta, ahora de base angosta y punta cada vez más ancha. Se debe a que se redujo la mortalidad infantil y a las pastillitas verdes, rojas y azules que estiran la vida...”, dice un poco en broma Juan Hitzig, médico, biogerontólogo .
La pirámide se feminizó: ellas viven en promedio cinco años más.
Siete de cada diez mayores de 80 son mujeres . La población de los geriátricos también envejeció: “Un 2% de la población adulta vive en geriátricos y el 80% de ellos son mayores de 80 años”, dice Ricardo Iacub, de la Cátedra de Psicología de la Tercera Edad y Vejez de la Universidad de Buenos Aires. Y dice más: “La gente mayor hoy llega en mejores condiciones. Quieren ser autónomos. Se los ve en gimnasios, talleres. Las ciudades deberían ser más amigables con ellos, lo que significa que no haya veredas rotas, que los colectivos paren en las paradas...”.
Gente grande a veces significa enfermedades, discapacidades, por eso los especialistas hacen hincapié en la formación de profesionales. “A partir del Censo 2001, en el que notábamos la perspectiva del envejecimiento poblacional como consecuencia de la disminución de la fecundidad y del incremento de la longevidad y previendo que la franja etárea que más crecería sería la de 80 y más, dimos inicio en la Escuela de Ciencias del Envejecimiento de la Universidad Maimónides el dictado de la Licenciatura en Gerontología y el posgrado Especialización y Maestría en Psicogerontología. La perspectiva era que para el 2015 esa franja crecería un 62%, lo cual se ve confirmado. No solo hay que preparar profesionales para atender a esa franja etárea, sino que también es imperioso que incorporen el enfoque preventivo para ayudar a la gente, desde edades jóvenes, a prepararse para esa perspectiva de vida longeva, para que el proceso transcurra de un modo óptimo”, explica desde Maimónides Graciela Zarebski. Hizgig va por la misma línea: “El envejecimiento es un proceso de toda la vida.
En la era de la longevidad es importante cuidar desde jóvenes al viejo que vamos a ser ”.
“De 1950 a hoy las personas de más de 80 años en Argentina se multiplicaron por 12 . Se debe a múltiples motivos, pero fundamentalmente por el mejor control de las infecciones, los factores de riesgo vascular, el avance de la cardiología clínica e intervencionista y la medicina en general. La vida se alarga y se gana en experiencia y sabiduría, aunque los huesos se vuelven más frágiles, las arterias se ponen más rígidas y las neuronas más lentas. Así, la mayor fragilidad de la longevidad trae caídas, accidentes viales, depresión, delirium y la declinación cognitiva. Si pensamos en el cerebro, los enemigos más importantes son los mismos que para el corazón: la hipertensión, el colesterol, el sedentarismo, el tabaco, la diabetes, el estrés y la ansiedad. Se agregan la depresión y el Alzheimer”, sostiene Fernando Taragano profesor Titular de Psiquiatría e Investigador Principal, del CEMIC.
Para Mabel Ariño, directora de la Cátedra de Demografía Social de la UBA, “el aumento de la población que supera los 80 años se explica por el aumento de la esperanza de vida al nacer (EVN), que para 2015 se estima en 74.2 años para los varones y 81.7 para las mujeres. Existe una asociación positiva entre la EVN y el PBI por habitante. El mayor ingreso podría considerarse causa de la mejor salud que se alcanza por mejor educación, nutrición, vivienda, sanidad y demanda por servicios de salud. Una medida política que favoreció las condiciones de vida de las personas mayores fue la ampliación de la cobertura jubilatoria, que implica mayor cobertura de salud”.
Los especialistas coinciden: el envejecimiento es un desafío para el Estado. Taragano propone el plan Nacional Alzheimer, el Aeróbico y el Alimentario. Iacub insiste con lograr una ciudad amigable. Zarebski, con la formación de profesionales, que debe incluir cuidadores domiciliarios. Dice Hitzig: “El gran cambio hay que hacerlo en el respeto y cuidado de los fondos del sistema jubilatorio. Hay que mejorar la condición económica de los mayores. La tranquilidad económica contribuye desde lo psicobiológico a sostener la salud de la población mayor, propiciando el envejecimiento saludable y retardando la discapacidad”.
A planificar entonces. En Argentina ya hay 3.500 centenarios.

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