La piel de Marte, visible con un simple clic en el Google Earth
El programa revela el terreno con todo detalle y las fotos más recientes
Ariel Torres LA NACION
Antiguo conocido de la humanidad, Marte es lo más parecido a un mundo de repuesto con que cuenta la civilización. Un día tal vez sea nuestro segundo hogar. Como el vistoso pero hostil Venus, el Planeta Rojo ha tentado la imaginación del hombre, desde los babilonios hasta hoy. Y resultó ser menos marcial que su venusina contraparte, que hospeda un infierno de más de 400 grados y una presión atmosférica noventa veces mayor que la terrestre.
Más pacífico, frío y silencioso, con una atmósfera cien veces más tenue que la terrestre, Marte es aún inhóspito, pero accesible a las naves humanas y, después de 2020, quizá también a los primeros astronautas. Philip K. Dick lo imaginó convertido en morada de terrestres. H. G. Wells quiso que sus invasores vinieran de un Marte agonizante. Acertó, en este sentido: los científicos de la NASA aseguran que tuvo un pasado semejante al presente terrestre. Luego, perdió casi toda su atmósfera. Toda una advertencia. Desde hace ya cinco años dos robots gemelos rebuscan el agua que alguna vez fluyó por el planeta ( http://marsrovers.nasa.gov/overview/ ).
Por todos estos motivos y porque, luego de la Luna, es el más cartografiado mundo extraterrestre, Google Earth incorporó Marte hace poco más de un mes ( http://earth.google.com ).
El año pasado habían sumado a este programa un observatorio astronómico. Pero la salida del excelente WorldWide Telescope (WWT), de Microsoft y la Universidad Johns Hopkins, eclipsó aquel avance; el WWT es superior y ya ha conseguido un millón y medio de suscriptores por Internet.
Google volvería a las noticias al agregar el lecho oceánico terrestre y el planeta Marte a la versión 5.0 de su globo, el 2 de febrero. Ahora, el Planeta Rojo ha recibido una actualización formidable.
Casi como estar ahí
Marte había sido incorporado al Google Earth con una cartografía fotográfica razonablemente detallada. Interesante, pero con poca información y sin mayor vínculo con las imágenes más recientes y detalladas del planeta.
Estas son dos de las novedades más potentes añadidas el viernes último. Por un lado, mucha información sobre los accidentes geográficos y los descubrimientos (pasados y actuales) hechos sobre este planeta. Y por otro, una característica que han llamado, con un poco de melodrama, Live from Mars ("en vivo desde Marte"): esta función, lejos de recibir una transmisión en tiempo real desde el cuarto planeta (lo que, dadas las distancias, siempre tendría al menos un retraso de 3 a 6 minutos), muestra las imágenes más recientes tomadas por las naves Odyssey y Mars Reconnaissance Orbiter.
Para chicos y aficionados a la astronomía, el nivel de detalle inusitado de estos fragmentos del terreno marciano es de lo más emocionante del nuevo Google Earth. Algunas de las vistas en blanco y negro cortan el aliento. En ciertos casos hay que cliquear en un link para descargar la foto.
Además, ahora es posible proyectar sobre el globo marciano la cartografía histórica de astrónomos clave, desde Green, en 1877, y Schiaparelli, en 1890, hasta Lowell, en 1896. La actualización fue lanzada, precisamente, en la víspera de un nuevo aniversario del nacimiento de Schiaparelli, que produjo mapas de Marte en 1877 y, con más detalle, en 1890. Ahora, desde una PC, cualquiera de nosotros puede comparar aquellos esfuerzos con el retrato fotográfico tridimensional de Marte, justipreciando en un segundo los avances que ha hecho la astronomía durante los últimos cien años.
Si el lector tiene pensado visitar Marte en los próximos días, también se incluyen fragmentos de la Guía para v iajeros a Marte, de William K. Hartmann. No deje de pasar por la Planicie Utopía, por ejemplo. Y, desde luego, por el Monte Olimpo.
Aunque Google Earth es bastante exigente en hardware, una PC convencional con 1 a 2 GB de RAM debería poder ejecutarlo sin mayores problemas. Requiere, inevitablemente, banda ancha para bajar todas estas imágenes de alta calidad. Pero la experiencia bien lo vale.
El programa revela el terreno con todo detalle y las fotos más recientes
Ariel Torres LA NACION
Antiguo conocido de la humanidad, Marte es lo más parecido a un mundo de repuesto con que cuenta la civilización. Un día tal vez sea nuestro segundo hogar. Como el vistoso pero hostil Venus, el Planeta Rojo ha tentado la imaginación del hombre, desde los babilonios hasta hoy. Y resultó ser menos marcial que su venusina contraparte, que hospeda un infierno de más de 400 grados y una presión atmosférica noventa veces mayor que la terrestre.
Más pacífico, frío y silencioso, con una atmósfera cien veces más tenue que la terrestre, Marte es aún inhóspito, pero accesible a las naves humanas y, después de 2020, quizá también a los primeros astronautas. Philip K. Dick lo imaginó convertido en morada de terrestres. H. G. Wells quiso que sus invasores vinieran de un Marte agonizante. Acertó, en este sentido: los científicos de la NASA aseguran que tuvo un pasado semejante al presente terrestre. Luego, perdió casi toda su atmósfera. Toda una advertencia. Desde hace ya cinco años dos robots gemelos rebuscan el agua que alguna vez fluyó por el planeta ( http://marsrovers.nasa.gov/overview/ ).
Por todos estos motivos y porque, luego de la Luna, es el más cartografiado mundo extraterrestre, Google Earth incorporó Marte hace poco más de un mes ( http://earth.google.com ).
El año pasado habían sumado a este programa un observatorio astronómico. Pero la salida del excelente WorldWide Telescope (WWT), de Microsoft y la Universidad Johns Hopkins, eclipsó aquel avance; el WWT es superior y ya ha conseguido un millón y medio de suscriptores por Internet.
Google volvería a las noticias al agregar el lecho oceánico terrestre y el planeta Marte a la versión 5.0 de su globo, el 2 de febrero. Ahora, el Planeta Rojo ha recibido una actualización formidable.
Casi como estar ahí
Marte había sido incorporado al Google Earth con una cartografía fotográfica razonablemente detallada. Interesante, pero con poca información y sin mayor vínculo con las imágenes más recientes y detalladas del planeta.
Estas son dos de las novedades más potentes añadidas el viernes último. Por un lado, mucha información sobre los accidentes geográficos y los descubrimientos (pasados y actuales) hechos sobre este planeta. Y por otro, una característica que han llamado, con un poco de melodrama, Live from Mars ("en vivo desde Marte"): esta función, lejos de recibir una transmisión en tiempo real desde el cuarto planeta (lo que, dadas las distancias, siempre tendría al menos un retraso de 3 a 6 minutos), muestra las imágenes más recientes tomadas por las naves Odyssey y Mars Reconnaissance Orbiter.
Para chicos y aficionados a la astronomía, el nivel de detalle inusitado de estos fragmentos del terreno marciano es de lo más emocionante del nuevo Google Earth. Algunas de las vistas en blanco y negro cortan el aliento. En ciertos casos hay que cliquear en un link para descargar la foto.
Además, ahora es posible proyectar sobre el globo marciano la cartografía histórica de astrónomos clave, desde Green, en 1877, y Schiaparelli, en 1890, hasta Lowell, en 1896. La actualización fue lanzada, precisamente, en la víspera de un nuevo aniversario del nacimiento de Schiaparelli, que produjo mapas de Marte en 1877 y, con más detalle, en 1890. Ahora, desde una PC, cualquiera de nosotros puede comparar aquellos esfuerzos con el retrato fotográfico tridimensional de Marte, justipreciando en un segundo los avances que ha hecho la astronomía durante los últimos cien años.
Si el lector tiene pensado visitar Marte en los próximos días, también se incluyen fragmentos de la Guía para v iajeros a Marte, de William K. Hartmann. No deje de pasar por la Planicie Utopía, por ejemplo. Y, desde luego, por el Monte Olimpo.
Aunque Google Earth es bastante exigente en hardware, una PC convencional con 1 a 2 GB de RAM debería poder ejecutarlo sin mayores problemas. Requiere, inevitablemente, banda ancha para bajar todas estas imágenes de alta calidad. Pero la experiencia bien lo vale.
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