EDIOS Y COMUNICACION
Romper con la hegemonía mediática
Mario Almirón y Gerardo Alzamora
plantean que las organizaciones sin fines de lucro pueden generar contenidos en
el marco de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y, de esta manera,
evitar caer en más de lo mismo. Anuncian la creación de Radio Sadop.
La hegemonía empresaria comunicacional
está frente a una amenaza latente: la plena aplicación de la Ley de Servicios
de Comunicación Audiovisual (LSCA). Con ella, la participación plural de las
eternas voces silenciadas, los excluidos de los medios, los demonizados y
minimizados: las organizaciones sin fines de lucro como los sindicatos.
El nuevo escenario
legal impone una posición distinta, un cambio de paradigma en la concepción de
los contenidos. ¿Por qué? La pluralidad de voces es la alternativa para resquebrajar
el mapa mediático y crear una hendidura que evite la noción mercantilista de la
información.
El negocio se ha
devorado a la noticia y el marketing de las multinacionales de los medios se ha
regocijado en la utilización de los datos como un material listo para
intercambiar por unos billetes. El último momento antes de la reflexión. La
primicia por encima del análisis. La saturación por la calidad. En este caso el
orden de las prioridades altera el producto...
Está claro que el
leitmotiv de los medios es la venta de información. Vive de y para ella y su
ciclo de vida está signado por la comercialización de espacios publicitarios y
el aumento o descenso de los lectores/televidentes/oyentes.
En el Siglo XXI, la
capacidad de entender cómo funcionan los medios es un conocimiento y un insumo
decisivo para el desenvolvimiento en el espacio público y la intervención en el
mismo.
¿Cómo incidir en un
mar de información? ¿Cómo destacarse? La LSCA dio una identidad a los sin voz.
Falta, pero ahora hay posibilidades de que los contenidos elaborados por los
trabajadores sean visibilizados.
En la actualidad nos
encontramos con una situación inédita en cuanto al caudal de información que
alumnos y maestros consumen, con la amenaza de una posible renovación de la verticalidad
en el proceso de enseñanza, esta vez de abajo hacia arriba, donde las
tecnologías de la información y la comunicación (TIC) transgreden tanto lo
metodológico como la “adquisición” de conocimientos. Para revertir este proceso
cultural que intenta imponer formas de vida ajenas el Estado es insuficiente,
por eso se necesita a la comunidad.
El mundo avanza, la
tecnología cambia y las costumbres se modifican acorde con la época. También la
radio fue cambiando y mutando para no perder su vigencia. Si bien sigue siendo
una costumbre sintonizarla en el auto, cada vez más su encendido se hace a
través de Internet: en celulares, tablets y computadoras, traspasando
fronteras.
En una apuesta
federal, con el firme objetivo de hacer oír a los excluidos, a los que sólo son
noticia por los paros, Sadop buscó romper el esquema mediático establecido para
los sindicatos y creó la “primera emisora de los docentes privados”, una radio
online que quiere llegar a todos los educadores del país, a sus familias,
alumnos y amigos.
Si bien la radio
online ya tiene largos años desde su creación, se ha extendido en Argentina
gracias a la popularización de los teléfonos inteligentes, que permiten estar
conectados las 24 horas desde cualquier parte. La organización, a partir de su compromiso
militante, decide aunar esfuerzos e innovación sumándose a los cambios
comunicativos y a la evolución tecnológica, para aportar su granito de arena a
la educación, la cultura y la comunicación. Radio Sadop mira la realidad con
una óptica docente.
Nuevas realidades
imponen nuevos desafíos. La dispersión, la cultura multitask y los focos de
atención discontinuos generan la posibilidad de pensar contenidos diferentes,
acordes con la actualidad. Radio Sadop aporta su grano de arena y propone
evitar los programas largos y tediosos, sino pensar en momentos breves,
recreativos, informativos, musicales, culturales.
En tiempos de
masificación y consumo, asumimos el nuevo escenario que abre la ley. Y
apostamos por el desafío de producir contenidos, estéticas, formatos y
circuitos de apuesta simbólica que se integren a la vida cotidiana del
educador, que expresen otras voces, que defiendan la diversidad, denuncien la
desigualdad e injusticia y breguen por mejorar las condiciones y medio ambiente
de trabajo del docente.
* Secretario general
Sadop (CDN).
** Secretario de
Comunicación y Prensa Sadop
MEDIOS Y COMUNICACION
Salvajes
A partir de la presentación de un caso
reciente, Iván Orbuch explica de qué manera las nuevas tecnologías inciden en
la conducta de las personas encargadas de impartir justicia y en el público
masivo; y agrega que los casos en los cuales la dignidad humana aparece
pisoteada son los que concitan mayor interés en los medios.
Por Iván Orbuch *
En el año 1800 un niño desnudo, con la
cara y las manos llenas de cicatrices, apareció en las afueras de Saint-Sernin,
en la escasamente poblada provincia de Aveyron, en la parte sur de Francia. El
joven, que sólo medía 1,35 metro de altura, había sido visto en diversas
ocasiones con comportamientos característicos del mundo animal: trepando los
árboles, corriendo en cuatro pies, hidratándose en los arroyos y buscando frutos
silvestres con los cuales poder alimentarse. Fue capturado dos veces, pero
logró escapar. Finalmente lograron atraparlo, y allí comenzó una peregrinación
por los diversos lugares de encierro que estaban comenzando a surgir en la
Francia post revolucionaria, tales como asilos y manicomios.
Como un animal
acostumbrado a vivir en la selva, el chico parecía insensible al frío y al
calor extremos y rompía la ropa que la gente trataba de ponerle. Parecía
evidente que había perdido a sus padres desde muy pequeño o lo habían
abandonado, pero esto no podía afirmarse, dado que el joven no podía expresarse
a través del lenguaje. Su caso, rápidamente, tomó estado público y empezaron a
aparecer en los periódicos todos los días noticias acerca de este niño. Gente de
todos los puntos de Francia fue a observarlo y su situación puede juzgarse como
uno de los primeros casos de espectacularización de lo cotidiano y, también, de
divertimento popular.
El interés popular
por su caso, fogoneado por los medios de comunicación, jugaron un papel
relevante en esa construcción mediática. Incluso inspiró una célebre película
del afamado director de cine François Truffaut.
En nuestro país, hace
unos meses nos anoticiamos de un caso con ribetes sensacionalistas: una pareja
compuesta por un falso pastor, llamado Jesús Olivera, y una periodista, de
nombre Estefanía Heit, mantuvieron en cautiverio durante tres meses en su
vivienda particular de Coronel Suárez a Sonia Molina, quien logró escapar el 12
de noviembre del año 2012.
El caso se mantuvo
silenciado, y las primeras noticias datan de finales del año 2013. Empero,
desde abril de este año, todos los días aparecen en diarios y en la televisión
novedades al respecto. Al igual que en el caso del “salvaje de Avignon”, el
morbo estimulado incesantemente por los medios de comunicación desempeñó un rol
central. Así nos enteramos de que la pareja estuvo detenida en el mismo penal
de Bahía Blanca y que se veían tres veces por semana. Una de esas visitas fue
difundida porque Olivera la difundió a través de su cuenta de Twitter, según
nos enteramos posteriormente en los diarios. En uno de los mensajes se explayó
sobre la fortaleza de su unión, dado que: “Nuestro amor nos ayuda a soportar el
encierro, la injusticia, la humillación y a esperar nuestra ansiada libertad”.
Las acusaciones del
fiscal que los llevó al juicio que concluyó con las penas de 18 y 13 años de
prisión para Olivera y Heit, respectivamente, mencionan la existencia de
privación ilegal de la libertad, lesiones graves, tentativa de homicidio, abuso
sexual y estafas reiteradas. La relación entre la pareja y Molina se había
originado bajo una aparente atmósfera religiosa. Olivera comandaba un culto
evangélico al que Molina había entregado todo su dinero e incluso les vendió su
casa en Río Negro a dos personas distintas por órdenes de Olivera, algo que a
ella le valió una demanda por estafas.
Para la acusación
final, que dictaminó que todo lo solicitado por el fiscal había efectivamente
sucedido, fue clave un video utilizado como prueba. El mismo fue encontrado en
el celular del falso pastor. Los jueces mencionaron que, gracias a esas
imágenes, se pudo apreciar el altísimo grado de degradación al que fue sometida
la víctima durante su encierro, donde se observa su visible pérdida de peso, su
ropa y pelo completamente sucios y la evidente dificultad que tiene Sonia
Molina para poder expresarse, dado que sólo emitía sonidos guturales. Dichas
imágenes, vale la pena aclarar, fueron difundidas profusamente en los
noticieros del mediodía, de la tarde y de la noche. También por otros programas
de televisión y por Internet a través de los portales de noticias.
Como vemos, las
nuevas tecnologías ocupan en la actualidad un lugar central llegando a incidir
en la conducta de las personas encargadas de impartir justicia, y también en el
público masivo. El rol del video grabado en el teléfono celular, su posterior
viralización y la utilización de Twitter así lo demuestran. Asimismo se percibe
que los casos en los cuales la dignidad humana aparece pisoteada son los que
concitan un mayor interés, por lo que cabe preguntarse quiénes son los
verdaderos “salvajes” en estas historias, y en las que vendrán.
* Profesor de
Historia (UBA-UNLZ-Undav).
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