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miércoles, 26 de febrero de 2014

Lo que la publicidad le está haciendo a las mujeres

Lo que la publicidad le está haciendo a las mujeres
Super flacas, sin arrugas y hasta sin poros. Pero también haciendo cosas domésticas por más que se tenga una profesión. Ah, eso sí, sin perder el deseo sexual, o mejor sin cabeza, y solo mostremos los pechos. A continuación, 5 minutos de lo que la publicidad le hace a las mujeres.
La publicidad, ese poderoso instrumento cada vez más modernizado para promover un producto, sigue reproduciendo aún hoy los estereotipos más tradicionales de los roles que desempeñan la mujer y el hombre en la sociedad.
Por estas horas, y según estudios realizados sobre la mujer en la publicidad, reflejan que su imagen no solo aparece estereotipada en los roles tradicionales, sino que a la vez se insiste con la idealización de la belleza femenina y la cosificación sexual.
A 102 años desde la primera aparición de la mujer en la publicidad, en un anuncio en el que una mujer “deseaba ser un hombre”, pareciera que se ha dado marcha atrás.
Si bien su imagen ha evolucionado desde la tradicional ama de casa únicamente preocupada por la limpieza, llegó luego el turno de la mujer como objeto de deseo, pasando por una supermujer con doble jornada laboral.
Este video de Challenging Media muestra en una resumida e inteligente exposición de Jean Kilbourne (escritora y cineasta crítica con el papel de la mujer en la publicidad) acerca del papel que tiene la mujer en la publicidad.
Allí se muestra cómo se pasó por esas etapas a lo largo del tiempo, alterando los cuerpos y caras digitalmente hasta que en un punto las mujeres se van quedando incluso sin poros. Luego son transformados en objetos, literalmente, hasta que luego ni siquiera se las muestra y solo se expone una parte de ellas, sexual, por supuesto.
¿Esto puede causar misoginia? La misoginia es un conjunto de actitudes de odio hacia las mujeres que se pueden mostrar a través del desprecio, el control, la exclusión, la discriminación, el abuso e incluso toda acción que pueda conllevar a una agresión física. La finalidad de este comportamiento es dar a entender que la mujer es débil, no tiene poder decisorio ni de palabra, ya que es un objeto. El hombre por contrario, es la persona fuerte de la pareja y tiene una mejor capacidad a la hora de razonar.
 “En las publicidades  se ve claramente dónde ponen a las mujeres”, opinó Laura Chazarreta, integrante de la agrupación Mujeres Cotidianas y activista por los derechos de la mujer en Mendoza.
“La publicidad plantea un ser no pensante, un objeto y los objetos no tienen derechos”, explica Chazarreta a MDZ Femme. “Tenés el objeto doméstico y el sexual. Hay una mujer lavando los platos, pero encima los lava mal, porque es media inútil, porque encima que te corresponde a vos lavarlos, lo hacés mal, entonces viene Mister Músculo, que es un hombre, al rescate, pero no a lavar los platos, sino a decirte a vos cómo lavarlos bien. ¿Y qué tiene que ver la 4 x 4 con una mujer desnuda?”, dice Laura.
Actualmente el 70% de las publicidades dirigidas a la mujer trata de elementos vinculados a lo femenino (productos del hogar, cosmética, alimentación y medicamentos) y sólo el 21,3% de los mismos promueven una imagen positiva de la mujer.

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