Seguridad vial: ¿sirven las campañas para prevenir accidentes?
Según explican los profesionales entrevistados, las campañas no hacen hincapié en factores culturales y psicológicos que influyen en conductas viales riesgosas. La Argentina obtuvo el triste récord de ser el país que mayor cantidad de muertos y heridos tiene en accidentes de tránsito. Este dato no es novedad y fue repetido infinidad de veces por diferentes organizaciones no gubernamentales, el Estado y los medios de comunicación, además de haber sido excusa de campañas de prevención avaladas por los tres actores nombrados que no han dado muchas veces los resultados esperados.Según explicó Alejandro Kaufman, director de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA, algunos de los motivos a tener en cuenta para explicar el fracaso de estas campañas podría encontrarse en que nunca se han incluido en las investigaciones para elaborarlas temas como el resentimiento, la inestabilidad emocional y el machismo, los cuales también podrían haberse usado para explicar una conducta de manejo que derivara en accidentes de tránsito ocurridos.De la misma forma que en la últimas décadas aumentaba el número de muertos y heridos en accidentes de tránsito también lo hacía el parque automotor, sin que ello fuera acompañado de una mayor cantidad de campañas de prevención. Las pocas que hubo muchas veces utilizaron el recurso de mostrar las altísimas cifras de siniestralidad acompañada de imágenes de alto impacto, pero ninguna centrada en un perfil que busque la mejora del manejo desde un lugar distinto, apuntando a tratar de cambiar las motivaciones que causan esas conductas y no sólo los efectos de llevarlas adelante.A esto habría que sumarle que las imágenes del conductor medio que construyeron la mayoría de las publicidades de vehículos, por ejemplo, no tuvieron aún en la Argentina la inclusión del factor de manejo seguro y preventivo, sino muchas veces todo lo contrario: mostraron una falsa sensación de seguridad, basada en la potencia del automóvil y en la destreza para desarrollar velocidades altas sin consecuencias. Sólo pocas, en los últimos años, destacaron la comodidad del automóvil y los elementos de seguridad con los que vienen equipados.Sin embargo, recién a mediados de 2008 el Estado Nacional regula este tipo de publicidades, según el nuevo Plan de Prevención Vial lanzado para aplicarse este año, prohibiendo aquella que inciten al manejos a altas velocidades, primordialmente aquellas emplazadas en zonas linderas a autopistas y rutas.¿El mercado moldea las prioridades de seguridad?Tal vez éste haya sido uno de los variados motivos que ha moldeado las prioridades a tener en cuenta al momento de decidirse a comprar un automóvil más o menos seguro que el mercado ofrece.Según varios estudios encargados a consultoras internacionales independientes, el potencial comprador de automóviles medio europeo, al momento de elegir un vehículo, destaca los elementos de seguridad con los que éste cuenta, el nivel de emisiones contaminantes y la estética, en ese orden. Mientras que en los países de Latinoamérica, entre ellos la Argentina, la prioridad la tiene la potencia que desarrolla, el nivel de accesorios (aire acondicionado, equipo de audio por ejemplo) y por último el nivel de seguridad. A la luz de las estadísticas, tal vez este dato no sorprenda.
Según explican los profesionales entrevistados, las campañas no hacen hincapié en factores culturales y psicológicos que influyen en conductas viales riesgosas. La Argentina obtuvo el triste récord de ser el país que mayor cantidad de muertos y heridos tiene en accidentes de tránsito. Este dato no es novedad y fue repetido infinidad de veces por diferentes organizaciones no gubernamentales, el Estado y los medios de comunicación, además de haber sido excusa de campañas de prevención avaladas por los tres actores nombrados que no han dado muchas veces los resultados esperados.Según explicó Alejandro Kaufman, director de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA, algunos de los motivos a tener en cuenta para explicar el fracaso de estas campañas podría encontrarse en que nunca se han incluido en las investigaciones para elaborarlas temas como el resentimiento, la inestabilidad emocional y el machismo, los cuales también podrían haberse usado para explicar una conducta de manejo que derivara en accidentes de tránsito ocurridos.De la misma forma que en la últimas décadas aumentaba el número de muertos y heridos en accidentes de tránsito también lo hacía el parque automotor, sin que ello fuera acompañado de una mayor cantidad de campañas de prevención. Las pocas que hubo muchas veces utilizaron el recurso de mostrar las altísimas cifras de siniestralidad acompañada de imágenes de alto impacto, pero ninguna centrada en un perfil que busque la mejora del manejo desde un lugar distinto, apuntando a tratar de cambiar las motivaciones que causan esas conductas y no sólo los efectos de llevarlas adelante.A esto habría que sumarle que las imágenes del conductor medio que construyeron la mayoría de las publicidades de vehículos, por ejemplo, no tuvieron aún en la Argentina la inclusión del factor de manejo seguro y preventivo, sino muchas veces todo lo contrario: mostraron una falsa sensación de seguridad, basada en la potencia del automóvil y en la destreza para desarrollar velocidades altas sin consecuencias. Sólo pocas, en los últimos años, destacaron la comodidad del automóvil y los elementos de seguridad con los que vienen equipados.Sin embargo, recién a mediados de 2008 el Estado Nacional regula este tipo de publicidades, según el nuevo Plan de Prevención Vial lanzado para aplicarse este año, prohibiendo aquella que inciten al manejos a altas velocidades, primordialmente aquellas emplazadas en zonas linderas a autopistas y rutas.¿El mercado moldea las prioridades de seguridad?Tal vez éste haya sido uno de los variados motivos que ha moldeado las prioridades a tener en cuenta al momento de decidirse a comprar un automóvil más o menos seguro que el mercado ofrece.Según varios estudios encargados a consultoras internacionales independientes, el potencial comprador de automóviles medio europeo, al momento de elegir un vehículo, destaca los elementos de seguridad con los que éste cuenta, el nivel de emisiones contaminantes y la estética, en ese orden. Mientras que en los países de Latinoamérica, entre ellos la Argentina, la prioridad la tiene la potencia que desarrolla, el nivel de accesorios (aire acondicionado, equipo de audio por ejemplo) y por último el nivel de seguridad. A la luz de las estadísticas, tal vez este dato no sorprenda.
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