OPINION
Fotos, spots, imágenes
Llega el tramo de la publicidad
política, para una campaña liviana. Los spots, en puerta. Entre tanto, una
ojeada a las fotos, las internas, las movidas, las tácticas. La búsqueda de
visibilidad, un factor común. Apuntes sobre algunos distritos.
Por Mario
Wainfeld
Faltan tres semanas para las
Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). Según estipula la ley,
mañana comienza el breve lapso concedido a la publicidad en medios
audiovisuales, que se distribuye con criterios equitativos. Es un avance
notorio respecto del esquema anterior, aunque conservan ventajas indebidas (no
legales pero existentes) los partidos con mucho dinero, los que cuentan con el
apoyo o la propiedad de medios y los que gobiernan territorios. Como fuera, el
festival de spots, jingles y otros chiches entretenidos comienza mañana. Será
breve, llegará hasta la veda. Se reanudará luego, con normas parecidas para las
elecciones generales “de veras”. Las sucesivas campañas, para todos aquellos
que no apelan a internas, son intermitentes y raras. Por ahora, no encendidas.
Los candidatos ya están
hiperactivos en arduo afán por hacerse ver. Clásicos de la competencia política
se repiten, con variantes mínimas, propias del tono de época. Las fotos o las
imágenes de los noticieros son fundamentales, aunque seguramente capturen
apenas la atención ciudadana. Las reglas tradicionales, históricas, eran alzar
pibes o estrechar manos, se mantienen. Otras poses afectan naturalidad y buscan
transmitir simpatía tanto como hacerse recordables. Hombres y mujeres amasan
pan, se calzan cascos, bailan o cantan con más onda que estilo, andarán en bici
o en calesita. O departen con Alejandro Fantino. Es impropio y hasta pavote
indignarse o tomarlos en solfa, aunque esté tan de moda. La relación entre
medios y fines es uno de los temas centrales de la política, en este caso los
medios son muy light y elevados los fines (motivar al ciudadano en la máxima
instancia de participación democrática).
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Juegos en varias mesas:
Además de senadores y diputados nacionales, se disputarán las gobernaciones de
Corrientes (la última que sostiene el radicalismo, en su peor marca desde 1983)
y Santiago del Estero. La intendencia de Bariloche también se renovará, tras la
destitución del alcalde Omar Goye.
Cada uno de los distritos tiene
sus peculiaridades y su historia propia: no hay dos iguales en nuestro mapa
político.
El total nacional de votos es un
dato indicativo que no se corresponderá linealmente con las bancas obtenidas
pero que tendrá impacto sobre legitimidades futuras, en especial la del
oficialismo nacional. Algo seguro se puede vaticinar: en agosto y en octubre
habrá una gran disputa por la interpretación del resultado.
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Cada uno es cada cual, si
se sabe: La identificación de los aspirantes es un objetivo importante,
en especial en el caso del primer candidato del Frente de la Victoria en Buenos
Aires, el intendente Martín Insaurralde. Su colega tigrense, Sergio Massa,
sigue cosechando preferencias entre votantes kirchneristas. De ahí la acentuada
táctica de mostrar a “Martín” junto a Cristina Fernández de Kirchner y Daniel
Scioli. La Presidenta y el “recuperado” gobernador son pilares para ampliar el
conocimiento público del joven candidato y subrayar su identificación. La
tarea, según comentan encuestadores propios y ajenos, avanza con lentitud. Los
consultores más afines al Gobierno se estimulan viendo que las listas
distritales del FpV (concejales y consejeros escolares) suelen contar con mejor
intención de voto que las nacionales, presuponen que esa brecha puede converger
en la suma mayor. Los intendentes conurbanos tuvieron protagonismo en el
“armado”, en la Casa Rosada se espera (y se induce) que se jueguen a fondo.
Otros candidatos del FpV, en
Córdoba y Capital por caso, también precisarán ser iluminados por la figura
central de estas elecciones, que es Cristina Kirchner.
La dificultad también afecta a
otras figuras. Las personas politizadas (los lectores de este diario lo son)
suelen abarcar un universo de conocimiento diferente a la mayoría. El rabino
Sergio Bergman, cabeza de lista del PRO porteño, por caso, es un personaje
remanido en las tertulias de los iniciados. Pero en las muestras generales,
pocos lo reconocen. El hombre se hizo junado desde cuando participó en el gran
acto convocado por Juan Carlos Blumberg y propuso cambiar el grito sagrado de
la letra del Himno Nacional. “Seguridad, seguridad, seguridad” en vez de
“libertad, libertad, libertad”. Asistente compulsivo a programas de cable,
sigue siendo consumo de minorías. Cabe recordar que el gran momento de Blumberg
fue abril de 2004: en aquel entonces los nuevos votantes tenían 7, 8 o 9 años.
Y que una parte importante del padrón recién accedía a la adolescencia. Si se
permite una observación ligera en una nota de coyuntura, tal vez haya quien lo
confunda con el ex jefe de Gobierno Jorge Telerman, pelada mediante. Es una
injusticia, porque el otrora alcalde porteño está dotado de ingenio y sentido
del humor, dotes ajenas al religioso, formidable lanzador de aforismos-slogans
derechosos y olvidables.
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Diseños y conductas:
Los sistemas electorales buscan, entre otras cosas, moldear los comportamientos
colectivos. Claro que las respuestas de los líderes políticos y de los
ciudadanos pueden adaptarse a esos designios o reconducirlos.
El ballottage para elecciones
presidenciales fomenta cierta dispersión en la primera vuelta y una mayoría
fuerte ganada en la segunda. Pero en la Argentina (y en algún otro país de la
región) el comportamiento ciudadano se inclina a “adelantar la segunda vuelta”,
polarizando en la primera. Desde que se instauró el método, sólo Néstor
Kirchner precisó la doble vuelta (finalmente frustrada) para llegar a la Casa
Rosada. Carlos Menem, Fernando de la Rúa y Cristina Kirchner llegaron sin
necesitarla.
Las PASO no han podido, hasta
hoy, incentivar las internas abiertas. Subsisten, en cambio, las competencias
entre dirigentes de pertenencias similares, uno de los cuales “va por afuera”.
Con sus matices, es el caso de Massa y Francisco de Narváez en Buenos Aires.
Algo similar ocurre en Mendoza
entre dos ex gobernadores radicales, Julio Cobos y Roberto Iglesias. El ex
vicepresidente lleva los colores de la Unión Cívica Radical (UCR), mientras
Iglesias va con un partido propio, a buena distancia. La disputa es despiadada,
nada exótico en una interna. Los allegados a Cobos acusan a Iglesias de ser un
aliado del kirchnerismo. Iglesias denunció que “Cleto” tramita una jubilación
especial de vicepresidente, que trepa a 60.000 pesos mensuales, más un
retroactivo de alrededor de 700.000. Cobos retrucó que donará ese plus, por
consejo del papa Francisco. El prelado, por lo visto, es un hombre caritativo
que dialoga hasta con un Judas cuyano.
Por ahora, según lo que pintan
las encuestas, es factible que tres listas mendocinas obtengan bancas de
diputados. Es el cuadro de los distritos más grandes en población: Buenos
Aires, Córdoba, Ciudad Autónoma, Santa Fe seguramente también aportarán
diputados de tres o más banderías. En muchas provincias hay solo dos partidos
con virtualidad. Y siempre subsisten aquellas con un oficialismo muy dominante
que supera el cincuenta por ciento de los votos y a veces trepa a guarismos
exorbitantes. Imposible saber quién obtendrá el record de 2013, el cronista
intuye que Santiago del Estero (cuyo gobernador Gerardo Zamora, es el único
radical K que sobrevive en ese sitial) estará en el podio.
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PRO or not PRO...:
Otra internita llamativa es la que enfrenta al PRO con el Frente Renovador de
Massa. Con Mauricio Macri a la cabeza, las gentes de PRO insisten en que son
aliados, lo que los massistas niegan. El intendente y candidato Darío Giustozzi
gastó a los macristas y perdió un cachito los estribos, lo que es disfuncional
para la estrategia de su jefe. Massa persiste en mostrarse diferente (aunque no
equidistante) del kirchnerismo y del resto de la oposición. Por ahora, ese
lugar le es redituable, como ya se dijo. El diputado Francisco de Narváez lo
asedia imputándolo de ser “massa de lo mismo”, PRO enfila en un sentido
contrario pero igualmente disfuncional para el tigrense.
Una lectura pragmática lleva a
diferenciar las coincidencias ideológicas de los posicionamentos y pertenencias
políticas. Massa es un peronista federal, centroderecha clavado en el espectro
actual, lo que no lo diferencia tanto de Macri.
Pero la condición de peronista no
sólo interfiere en las clasificaciones ideológicas, también otorga un plus de
virtualidad a los referentes. Massa no tiene la vaca atada para 2015 ni ganada
la elección de octubre, como pretenden entusiastas allegados y formadores de
opinión. Pero si le va bien (lo que es bien posible) puede congregar un bloque
de diputados semejante o mayor al del PRO. Su potencial para disputar la
interna del peronismo disidente es un recurso que lo distingue de Macri cuya
desidia jamás le permitió interpelar a los compañeros justicialistas.
Así las cosas, Massa compite con
Macri, a quien aspira a trascender o, cuanto menos, a conducir. Las urnas dirán
desde dónde arrancará. Su afán es lograr lo que el senador Carlos Reutemann o
Julio Cobos dejaron pasar en 2009: ser la esperanza blanca opositora en 2015.
Los precedentes ayudan a pensar cuán difícil es gastar a cuenta en estas pampas
feraces. La historia, ojo al piojo, jamás se repite entre otros motivos porque
los seres humanos tienen memoria y (a veces, algunos) capacidad de aprendizaje.
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Vacaciones y algo más:
Millones de argentinos disfrutan de las vacaciones de invierno. Cada cual según
sus posibilidades, pero con niveles de consumo y turismo altísimos en promedio.
El gasto popular, el disfrute, Tecnópolis suman al Haber del oficialismo. Claro
que quien accedió al auto o lo mejoró en la “década ganada” reclama surtidores
llenos de combustible barato. O más en general, como apuntó el sociólogo
Fortunato Mallimaci, quien llegó al Purgatorio pretende elevarse al Paraíso. La
lectura de los ciudadanos respecto de la coyuntura, de los riesgos del cambio,
del rol que cumplirá (de acá en más) el Gobierno será central en su veredicto y
es peliagudo predecirla.
La agenda mediática, poblada de
temas de “segunda generación” (Irán-AMIA, el general, César Milani, la
corrupción) mortifica al oficialismo. Algún daño le hará, su quantum variará al
vaivén de otras variables.
El primer estadio de la campaña
mediática se lanza. Varias deben ser sus funciones, una de las primordiales es
informar sobre el complicado diseño de las elecciones. Nadie sabe, con certeza,
cómo pegará la extraña secuencia en el resultado que importa, el de octubre.
MAÑANA EMPIEZAN LOS
AVISOS TELEVISIVOS DE LA CAMPAÑA
Nueva temporada
Recetas de cocina, un pedido para
llamar a los amigos perdidos, un llanto por una ruptura (política). Algunas de
estas imágenes se repetirán en las pantallas durante las próximas semanas. Los
candidatos apelarán a ellas para conseguir votantes.
Algunos apuntan a la emotividad.
Otros bordean el ridículo. Los spots de los candidatos estarán en la televisión
a partir de mañana. Los distintos equipos publicitarios vienen trabajando en la
gráfica y en campaña televisiva. El Frente para la Victoria pondrá en primer
lugar a los beneficiarios de las leyes que impulsaron en los últimos años. El
macrismo se aferrará al metrobús y mostrará a sus referentes dialogando con los
vecinos. Sergio Massa estrenará un spot que apela más a los sentimientos que a
las definiciones. Francisco de Narváez recurrirá a su tópico favorito: la
seguridad. Hermes Binner estrenó un video del Día del Amigo en el que invitó a
recuperar las relaciones que se perdieron “con la política”. Los espacios más
chicos se juegan al impacto y la creatividad.
Protagonistas
El Frente para la Victoria mostró
su primer eslogan en el lanzamiento de los candidatos que encabezó Cristina
Fernández de Kirchner: “Elegir seguir haciendo”. Luego, en las calles, apareció
una segunda consigna: “En la vida hay que elegir”. Con esa idea de fondo, los
protagonistas de la campaña porteña del FpV van a ser los beneficiarios de las
leyes que se aprobaron en estos últimos diez años. Por ejemplo, una pareja
besándose, una leyenda que dirá “Juan y Pedro decidieron casarse con el
matrimonio igualitario”. O bien una madre amamantando a su hijo y alguna
alusión a la Ley de Fertilización Asistida. Los spots irán en la misma línea.
Los candidatos aparecen poco. “Hay que marcar claramente que De Narváez, Massa
y Macri son la misma cosa. Y hay que remarcar que el kirchnerismo es el que
garantiza el cambio”, afirmó el publicista Fernando Braga Menéndez.
Hartos
La campaña en la vía pública de
De Narváez se titula “Hartos” y continúa con el eslogan “Ella o vos”. El
Colorado también continuará otra campaña, llamada “Límite”, que tiene frases
como “Ella tiene un límite: vos”. Hay también dos spots que se titulan “Más
seguridad” y que apuntalan ese tema. Hace unos días, De Narváez lanzó un jingle
con la melodía de “Porque es un buen compañero”, que decía: “Massismo es más de
lo mismo”. La campaña es una creación del publicista Ramiro Agulla.
En el equipo de campaña de Massa,
prevén que los spots serán una continuidad de las microescenas que vienen
enviando a la prensa en los últimos días. Allí se ven fragmentos de actos y
recorridas de Massa y vienen divididas en capítulos: el primero se titula “Un
gran paso”, el segundo, “Propuestas” y el tercero, “Vivir la escena”. La
mayoría muestra imágenes de Massa en contacto con las personas que lo saludan.
Casi sin palabras. Una de ellas termina con la frase: “Escribiendo la
historia”. Como consignas aparecen una “Policía municipal” y “No a la re-re”.
El compilado de estas escenas que lanzarán hoy como spot en las redes tiene de
fondo una canción de Axel, que habla de “Celebrar la vida”.
Con estética de informe
periodístico, el spot del Frente de Izquierda indica: “Los trabajadores de
Kraft sabemos muy bien quién es Massa. La embajada norteamericana informó de
una visita que hizo en 2009. Le preguntaron por los problemas en una planta de
procesamiento de alimentos en Tigre. Massa dijo tres veces que creía que la
compañía estaba en lo justo cuando echó a 155 trabajadores”.
Globos
El PRO mostró su eslogan de la
campaña porteña: “Juntos podemos”. “El concepto es estar cerca de la gente y
mostrar gestión”, indicaron en Bolívar 1. “La publicidad del PRO es una
invitación a los vecinos a seguir haciendo, a seguir disfrutando de la ciudad”,
señalaron. Los spots van a mostrar a los candidatos dialogando con la gente, de
forma no muy diferente a como lo hacen las propagandas del gobierno porteño que
muestran a Mauricio Macri hablando con distintas personas. Esta coincidencia no
es casual, dado que tanto la campaña del gobierno porteño como la del PRO está en
manos de la agencia de publicidad Don, que conduce Juan Manuel “Papon”
Ricciarelli, el favorito del secretario general Marcos Peña. Ricciarelli ya
tiene un escuadrón de sus jóvenes publicistas instalados en forma permanente en
el segundo piso de Bolívar 1.
Chori
El eslogan de Hermes Binner es
“Un país normal”. El candidato del Frente Progresista, Cívico y Social lanzó un
spot por el Día del Amigo que muestra una parrilla con chorizos y le pregunta
al oyente: “¿Con cuántos amigos te peleaste en los últimos años por culpa de la
política?”. Luego, viene una enumeración de nombres y los chorizos van
de-sapareciendo. Por último, el locutor afirma: “En un país normal, la política
une, no divide”. Luego muestra dos panes y un chorizo formando una cara
sonriente y recomienda: “Llamalos”. La campaña de Margarita Stolbizer y Ricardo
Alfonsín también hará eje en “terminar con la confrontación”.
En tanto, Julio Cobos, que se
postula a diputado en Mendoza, tiene como eslogan “Julio en Agosto” y ya lanzó
un jingle, cuya letra dice así: “Con Julio se puede, con Cobos se puede /
seguridad, educación, un país sin corrupción, con Cobos se puede / que no te
roben más con la inflación / el 82 por ciento para la jubilación”.
Chefs
Por su parte, el precandidato de
UNEN Rodolfo Terragno inició una serie de videos en YouTube que se titulan
“Terragno Cenador”. En una cocina, Terragno prepara un plato venezolano
(Pabellón criollo), mientras relata sus años de exilio en Venezuela. Cuenta
que, mientras seguía en Buenos Aires como parte de la revista Cuestionario, se
dio la antitetánica por si lo torturaban y que tenía una bolsa lista en la
puerta de servicio para escapar. Finalmente, da los ingredientes del plato y
termina cenando con otros dos candidatos de su lista que compite en las internas
de UNEN.
También recurrieron a la
creatividad los que integran la lista de Camino Popular, que encabezan Claudio
Lozano e Itai Hagman. En un bar, muestran a una mujer llorando y sonándose la
nariz y contando cómo la abandonaron. “Teníamos tantos proyectos para adelante.
Pero hace tiempo que lo veía distinto. Estaba raro. Pero esto fue demasiado. El
me decía ‘Me planto, me planto’ y al final la plantada fui yo”. “Encima, se fue
con ésa”, dice y se lo ve a Solanas junto a Carrió en un televisor. La consigna
es “Volvete a enamorar”. Y termina con una canción que dice: “Dónde está / tu
amor / ese amor que me jurabas tú”. Toda una declaración.
LOS ENCUESTADORES
ANALIZAN EL VOTO DEL 11 DE AGOSTO
Aprendiendo las PASO
A tres semanas de las primarias,
se sigue notando la falta de experiencia en internas, con un electorado que
muestra tendencias claras pero porcentajes cambiantes. Ventaja oficialista en
los totales nacionales.
A tres semanas de las primarias,
cinco conocidos encuestadores analizan la situación. Algunos arriesgan
porcentajes, aunque sostienen que van a ir cambiando de aquí hasta el final.
Otros hacen un análisis más de fondo sobre el comportamiento de los electorados.
- Artemio López,
titular de Equis.
Más allá de la especificidad de
cada distrito, el panorama nacional está consolidado. Primera minoría es el
FpV, en torno del 40 por ciento de los votos, segunda minoría el FCyS (UCR-PS)
en el orden del 20 por ciento, mediados por una distancia considerable,
inferior a los 37 puntos de 2011 pero probablemente en torno de los 20 puntos,
record en elecciones de medio mandato desde la recuperación democrática.
El panorama en los distritos
principales, que aportan el 80 por ciento de los votos, es cambiante pero
siempre el FpV resulta protagonista, con excepción de Córdoba. En Capital, que
aporta el nueve por ciento de los votos nacionales, senadores muestra una
estructura de votos que coloca al PRO ingresando dos y al FpV uno, mientras en
diputados encabeza Elisa Carrió seguida por Juan Cabandié. Este orden
difícilmente se altere, más allá del resultado de las PASO en el UNEN.
Provincia de Buenos Aires, que
aporta el 38 por ciento, muestra un final abierto con un piso para el FpV de 35
por ciento, el Frente Renovador de Massa disputando también por sobre el 30 y
el FCyS con Stolbizer en torno del 20. De Narváez, esmerilado por Sergio Massa,
ya está por debajo del 10 por ciento y cayendo.
Santa Fe, que agrega el 9 por
ciento de los votos, observa una ventaja para el FCyS mientras el FpV se
consolida en segundo lugar y el PRO cae al tercer puesto con un Miguel Del Sel
desdibujado. Córdoba, segundo distrito electoral nacional con el 10 por ciento,
muestra un triunfo del delasotismo con Unión por Córdoba, mientras la UCR con
Aguad se ubica en segundo lugar y el PRO en un lejano tercer puesto en torno
del 10 por ciento de los votos. Mendoza suma el 4 por ciento de los votos, y la
UCR está por encima del FpV pero aún con final abierto, mientras en Entre Ríos
y Tucumán que agregan el 6,7 por ciento de los votos sumados, el FpV se impone
con comodidad por sobre el 45 por ciento de los votos.
- Ricardo Rouvier,
de Rouvier y Asociados.
El panorama electoral no presenta
grandes cambios, con una población que, lentamente, está tomando conciencia de
las elecciones primarias del 11 de agosto. Respecto de las principales
tendencias, son las siguientes: el FpV sigue siendo la principal fuerza
política nacional, su tramo porcentual probable a la fecha se ubica en el rango
del 35 al 40 por ciento. Si la proporción de votos estuviera por debajo de ese
piso sería una mala elección, y cerca del techo una buena elección con la
posibilidad de mantener el Poder Legislativo, e inclusive con la posibilidad de
mejorarlo un poco. Obviamente que el resultado de la provincia de Buenos Aires
será decisivo para el promedio nacional. Esta incidencia estadística bonaerense
genera una atención especial, además por su valor simbólico en función de la
principal controversia política nacional: continuidad o final del ciclo.
En estos momentos, la distancia
del Frente Renovador es superior a la diferencia del 2009, que fue de solo 2
puntos; pero hay un tema de posicionamiento de la cabeza de la lista K que se
va solucionando:
Insaurralde está siendo
rápidamente conocido fuera de su municipio, y su cercanía con Cristina y con
Scioli lo ubican en lugar correspondiente para la percepción colectiva. Es
probable, que el fenómeno de corte de boleta, cuyo testimonio más destacado es
el que beneficia a Carrió con 9 puntos por sobre Pino Solanas, en el cuarto
oscuro sea menor a lo que anuncian las encuestas. En los distritos de CABA,
provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza, el kichnerismo o sus
aliados no ocupan el primer lugar en las preferencias electorales hasta el
momento, pero hay recuperación del kichnerismo santafesino, y en Mendoza
también.
- Hugo Haime, de
Haime y Asociados.
Estamos a 20 días de las PASO y
mientras entre los políticos, los periodistas y los politólogos la pregunta se
centra en qué piensa la gente, cuáles son las tendencias de voto y cómo
repercutirá esta virtual primera ronda en las elecciones de octubre, la mayoría
de la población está ajena a estos interrogantes. Por más que contesten encuestas
pocos se dan cuenta de que en tres domingos van a tomar sus documentos para ir
a votar. Seguramente la publicidad televisiva que comienza mañana hará que los
electores comiencen a estar más atentos a los candidatos y a las campañas.
Esto no significa que hoy no haya
tendencias electorales, pero los encuestadores tendrán los números más precisos
pocos días antes de la elección. Hoy se puede hablar de cuadros de situación,
de grandes corrientes de opinión que en cada distrito electoral votarán para apoyar,
criticar o mostrar su disconformismo con los gobiernos. Cada distrito es un
mundo aparte, que terminará confluyendo en el nivel nacional en tres grandes
corrientes. La de quienes apoyan al Frente para la Victoria, que sabemos que
tiene una base electoral no menor a los 30 puntos y que depende en gran medida
de lo que ocurra en la provincia de Buenos Aires, en el Noroeste y el Noreste
para definir su techo. La alianza del socialismo con el radicalismo en algunas
provincias podría permitirle, como en el 2009, volver a ser segunda fuerza
nacional y la dispersión de los peronismos críticos y del PRO, que si bien no
se puede sumar bajo el mismo signo partidario compiten de hecho con las otras
dos fuerzas.
Así como en 2011, primera
experiencia de las PASO, no hubo muchas novedades entre agosto y octubre es muy
probable que esta segunda experiencia depare novedades sobre todo en los
grandes distritos. A nivel de las campañas seguramente veremos una tónica hasta
agosto y otra hacia octubre, los gobiernos deberán decidir si les conviene
confrontar o ir más hacia el centro, las oposiciones si se acercan hacia el
centro o les conviene polarizar. La población decidirá si prefiere dar su apoyo
al Gobierno o darle un tirón de orejas. Lo que los políticos y los electores
hagan en octubre está condicionado por agosto, aunque todavía muchos ni
siquiera hayan pensado en las elecciones.
- Graciela Römer,
de Römer y Asociados.
El panorama electoral luce
bastante deslucido: las elecciones de medio término muestran un electorado poco
entusiasmado y con un nivel de desconocimiento alto respecto a qué y cómo se
vota. Sólo mencionar como ejemplo que cerca de la mitad de los electores de
Buenos Aires, un distrito clave para el FpV, no identifica de manera espontánea
al candidato del oficialismo. Es más, uno de cada tres ciudadanos de ese
distrito cree que Massa es el candidato del oficialismo.
En términos de intención de voto,
la mayoría de las encuestas coinciden en que el oficialismo está frente a un
situación difícil. No necesariamente equiparable a 2009, pero sí alejada de la
que obtuvo CFK en 2011. Si bien lo que pone en juego en el Parlamento lo ubica
en mejores posiciones que a alguno de sus principales competidores, ya que está
renovando 39 legisladores propios y aproximadamente 13 aliados. Sin duda, y
esto lo diferencia de 2009, la clave es Buenos Aires. Y hoy la situación en la
provincia es bien distinta de 2009. El discurso del Gobierno apuesta a la
polarización. Sin embargo, la distribución de adhesiones en la sociedad muestra
que en los extremos existe una minoría intensa pro-oficialista de alrededor del
25-30 por ciento y que suscribe a todo o casi todo lo que propone el Gobierno y
que vota de manera compacta. Sin embargo, esa ventaja comparativa ha ido
perdiendo fortaleza con la irrupción de alternativas peronistas menos intensas,
como las del intendente de Tigre.
En el otro extremo, una oposición
dura, claramente anti K del orden del 30-35 por ciento que se opone a toda
propuesta que emane del oficialismo. Entre estos extremos existe alrededor de
un 40 por ciento del electorado que busca un centro, con un discurso que
exprese posiciones menos polares, más pragmáticas, un electorado más proclive a
votar tácticamente de manera de lograr una mayor distribución de poder en el Parlamento
esto es, a votar de manera más dispersa. Ello es lo que encarna Massa como
principal desafío del FpV en Buenos Aires, hoy convertido en el front runner
virtual de Daniel Scioli, ambos ubicados en el imaginario colectivo como los
principales herederos del kirchnerismo en 2015.
Buenos Aires es sin duda el
principal desafío del kirchnerismo, pero también de sus dos posibles herederos.
No se trata de ganar o perder, sino de por cuánto se gana o se pierde. Para
“calificar” en esa pelea, Massa, si efectivamente ganara, debería poder lograr
un caudal de votos suficientemente alejado del que logre el oficialismo. Y, por
otro lado, el oficialismo, si pierde, debería hacerlo de manera no muy
diferente a 2009 esto es, por cinco por ciento o menos. Si ello sucediera, el
verdadero ganador no sería ni Massa ni el FpV, será sin duda el gobernador
Daniel Scioli.
- Ignacio Ramírez,
Ibarómetro.
El escenario porteño presenta
algunas singularidades: el PRO consolida su primer lugar y el kirchnerismo
permanece ubicado en el segundo puesto, y goza de un piso de acompañamiento muy
estable. El tercer actor principal, UNEN, aún no consigue ser “más que la suma
de las partes”, es decir no logra articular una identidad que genere una
confluencia de votos después de las primarias. La observación de los distintos
segmentos de votantes de sus listas muestra matices y contrastes internos, que
difícilmente sean sintetizados por una única opción o liderazgo. Es decir, aún
no existe el “votante UNEN”, como entidad o identidad, sino una suma de
votantes de dirigentes muy distintos, con débiles lazos transversales. UNEN,
hasta hoy es menos que la suma de sus partes.
Las últimas encuestas en la
provincia de Buenos Aires ilustran un conjunto de tendencias electorales en
curso, favorables al kirchnerismo, que obligan a revisar apuradas estimaciones
formuladas con encuestas iniciales, hechas en condiciones de medición bastante
especiales y que, por lo tanto, eran proclives a la mala praxis interpretativa.
Cuando algunos analistas incurrieron en estimaciones precoces, a partir de
encuestas publicadas –técnicamente desprovistas de errores– Martín Insaurralde
no era identificado por la mayoría de quienes manifestaban intenciones de votar
por el kirchnerismo. Asimismo, un porcentaje muy alto de bonaerenses aún
ubicaba a Massa dentro de la órbita del gobierno nacional y pocos lo consideran
opositor. De aquí en adelante deberá atenderse con especial atención la
evolución de esas dos variables claves y que en la última semana sufrieron
alteraciones significativas: la identificación de Martín Insaurralde como
candidato del kirchnerismo y el posicionamiento político percibido de Sergio
Massa. Esas variables han empezado a moverse, y a medida que cambian el
escenario electoral empieza a corresponderse más con el escenario político
subyacente, estructurado por el clivaje kirchnerismo-oposición. Este proceso
aún tiene espacio por seguir desarrollándose y en su curso el kirchnerismo va
recuperando su “voto natural”. Habrá que ver si Massa equilibra la sangría de
votos kirchnerista con la incorporación de votantes opositores. Para facilitar
esta compensación debería producir un viraje discursivo, donde se acentúe un
tono abiertamente opositor, lo cual lo desviaría de la ruta discursiva que
intenta transitar.
Por afuera de la provincia de
Buenos Aires, el kirchnerismo enfrenta perspectivas de mejorar en forma
considerable su rendimiento electoral del 2009, en distritos importantes como
CABA, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, donde las cosechas de la última elección de
medio término fueron muy escasas para el gobierno nacional. El análisis de
perspectivas electorales debe incorporar dos datos adicionales, a la hora de
dimensionar las diferencias con el escenario del 2009: aquella economía en
recesión contra una economía con revitalizados signos de crecimiento y un
kirchnerismo dotado de una identidad que configura un tipo de voto en clave de
adhesión a un proyecto e identificación con un liderazgo.
- Analía Del Franco,
titular de Analogías.
Es real que son muy pocos los
días que faltan, pero como en cualquier campaña electoral serán los decisivos,
porque es el momento en el que todos los partidos políticos y candidatos tienen
su espacio de exposición, generando igualdad de condiciones para las listas y,
por sobre todo, facilidad a los electores (concentración de información). A
partir de estudios cuali y cuantitativos, llevados a cabo la primera quincena
de julio en el distrito porteño y provincia de Buenos Aires, puedo enumerar los
rasgos más salientes de la opinión pública hoy frente a las elecciones del 11
de agosto.
Al electorado de la provincia de
Buenos Aires, por un par de razones que enumero más abajo, lo percibo con más
interés de informarse. Y en esto van a jugar un rol importante la campañas
publicitarias masivas.
Otros datos nos muestran que como
siempre en las elecciones de medio término se tiende a privilegiar el interés a
votar “control”. Los electores prefieren (60 por ciento aproximadamente) que
los parlamentos, las legislaturas y los concejos deliberantes puedan controlar
a los ejecutivos, opinión que se recoge independientemente del signo político
del que está en el Poder Ejecutivo.
Por el momento, esto no se
cristaliza en contundencia en las preguntas de intención de voto, todavía
prevalece un alto porcentaje de indecisos.
Observamos que en CABA la opinión
pública se define como “desconcertada” frente a la múltiple cantidad de candidatos
que se exponen públicamente. Colabora a esta percepción la falta de
“experiencia” en elecciones PASO, como ellos se autodefinen. En este punto, en
las localidades del interior de la provincia de Buenos Aires parecerían estar
más acostumbrados y les genera menor nivel de impacto, a pesar de que en
algunos “pueblos” la cantidad de listas es bastante numerosa.
Las mismas preguntas a la opinión
pública de Buenos Aires traen otras respuestas. Perciben que de las cuatro
listas que concentran la mayoría del caudal electoral, dos de ellas llevan
candidatos “nuevos” para el gran público, pero con mucho “para mostrar” de
trayectoria y gestión, esto ya es un impacto y lo definen como un cambio. Otra
curiosidad detectada es que se los percibe migrando del Ejecutivo al
Legislativo y no en el ocaso de sus carreras. Respecto del resto de la listas,
las consideran más tradicionales y previsibles. Como expresé más arriba, la
opinión pública de la provincia es la que más expectativa expresa frente a la
campaña masiva que comienza mañana, con especial referencia a Insaurralde y
Ma-ssa, respecto de lo hecho, del futuro y de sus ideas políticas.
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