Yo estoy"
"Hola. ¿Cómo estás? Te llamo porque quiero hacerte una invitación. Desde hace unos meses, algunas personas que no hemos participado antes en política queremos comprometernos con un país mejor y por eso decimos: «Yo estoy». Decir «Yo estoy», ahora, es unir esfuerzos para producir un cambio real. En libertad, con justicia, en donde se respeten las diferencias y todos podamos vivir mejor y en paz."
Si en los últimos días levantó el teléfono de su casa, se topó con este mensaje y cortó sin esperar el final, nunca sabrá que quien lo envía es Mauricio Macri. Primero, porque habla una locutora y, segundo, porque la identidad del emisor, sólo el nombre, aparece al final. "Muchos creemos que es Mauricio quien puede conducir ese cambio y te invitamos a que nos ayudes a lograrlo. Juntos. Si querés sumarte, marcá 1 y te atenderá alguien que ya se sumó", cierra la mujer de voz suave y hablar pausado.
El mensaje forma parte de "Yo estoy", una campaña que Pro lanzó en las últimas semanas y que debutó en las elecciones estudiantiles de la Facultad de Derecho. Pretende ser un "canal para escuchar a la gente y ver de qué manera quiere sumar" al "proyecto" Macri 2015, sintetizan sus organizadores. La campaña, pero sobre todo el mensaje telefónico, despertó críticas y advertencias de Daniel Filmus y Fernando "Pino" Solanas, últimos rivales electorales de Macri.
Con epicentro en la comunicación vía Facebook y Twitter, la iniciativa llegó a la calle hace dos semanas con la instalación de mesas en 150 esquinas de la ciudad. El objetivo es siempre el mismo: captar a vecinos que quieran "comprometerse" por fuera de la militancia tradicional.
"Es una apelación al compromiso ciudadano y responde a una necesidad de expresarse y participar que vemos cada vez más en la gente. Pero no queremos imponer, queremos escucharlos y ver cómo quieren sumarse", explicó a LA NACION la diputada nacional Gladys González (Pro-Buenos Aires), coordinadora de la campaña.
La diputada justificó que el mensaje telefónico, que se difunde en la ciudad, tenga la voz de una locutora y no la de Macri. "Tenía que quedar claro que no estábamos hablando desde la gestión de gobierno, sino haciendo una invitación a la participación ciudadana. No pusimos la voz de Mauricio, justamente, porque no queremos confundir, sino ser sinceros y transparentes", dijo.
En la Capital, las llamadas se hacen a partir de una muestra de hogares con teléfono fijo. Quienes presionan 1 son atendidos por voluntarios desde un local porteño de Pro. La campaña se financia con fondos partidarios y "no es para nada costosa", afirmó González, quien, sin embargo, no pudo precisar de cuánto dinero se trata.
Filmus no dudó en vincular el "espíritu" del mensaje con la encuesta telefónica lanzada en 2011, en plena campaña electoral, en la que se vinculaba falsamente a su padre con Sergio Schoklender y por la que está procesado el asesor de Macri, Jaime Durán Barba.
"No hay ilegalidad, pero sí el riesgo de que usen los llamados para sondear opiniones e individualizar a ciudadanos, algo que sí está prohibido", alertó.
Cuestionó también que no se identifique al emisor del mensaje desde un primer momento. "Denota cierta falta de respeto por el receptor que quiere saber quién le habla", apuntó.
Más duro, Solanas puso en duda que el dinero salga de Pro: "No se puede hacer semejante disparate con dinero público. Macri toma por idiotas a todos los porteños"..
Otra polémica campaña telefónica de Macri
Incluye un texto leído por una locutora y sólo al final se identifica que es un mensaje del jefe de gobierno
Si en los últimos días levantó el teléfono de su casa, se topó con este mensaje y cortó sin esperar el final, nunca sabrá que quien lo envía es Mauricio Macri. Primero, porque habla una locutora y, segundo, porque la identidad del emisor, sólo el nombre, aparece al final. "Muchos creemos que es Mauricio quien puede conducir ese cambio y te invitamos a que nos ayudes a lograrlo. Juntos. Si querés sumarte, marcá 1 y te atenderá alguien que ya se sumó", cierra la mujer de voz suave y hablar pausado.
El mensaje forma parte de "Yo estoy", una campaña que Pro lanzó en las últimas semanas y que debutó en las elecciones estudiantiles de la Facultad de Derecho. Pretende ser un "canal para escuchar a la gente y ver de qué manera quiere sumar" al "proyecto" Macri 2015, sintetizan sus organizadores. La campaña, pero sobre todo el mensaje telefónico, despertó críticas y advertencias de Daniel Filmus y Fernando "Pino" Solanas, últimos rivales electorales de Macri.
Con epicentro en la comunicación vía Facebook y Twitter, la iniciativa llegó a la calle hace dos semanas con la instalación de mesas en 150 esquinas de la ciudad. El objetivo es siempre el mismo: captar a vecinos que quieran "comprometerse" por fuera de la militancia tradicional.
"Es una apelación al compromiso ciudadano y responde a una necesidad de expresarse y participar que vemos cada vez más en la gente. Pero no queremos imponer, queremos escucharlos y ver cómo quieren sumarse", explicó a LA NACION la diputada nacional Gladys González (Pro-Buenos Aires), coordinadora de la campaña.
La diputada justificó que el mensaje telefónico, que se difunde en la ciudad, tenga la voz de una locutora y no la de Macri. "Tenía que quedar claro que no estábamos hablando desde la gestión de gobierno, sino haciendo una invitación a la participación ciudadana. No pusimos la voz de Mauricio, justamente, porque no queremos confundir, sino ser sinceros y transparentes", dijo.
En el interior
"Yo estoy" también busca hacer pie en la provincia de Buenos Aires y el interior. Fuera de la ciudad, el mensaje telefónico es sensiblemente distinto. "Hola. Soy Mauricio Macri y te llamo para invitarte a que te sumes a nuestro sueño de una Argentina mejor, más justa. Yo trabajo para cumplir ese sueño. ¿Querés ayudarme a lograrlo? Para sumarte sólo tenés que marcar 1", dice el jefe de gobierno. La adaptación del mensaje, afirman en Pro, responde a la necesidad de "reforzar" la figura de Macri en el interior. La intención del jefe de Pro de consolidar su poder territorial más allá de la General Paz está firme.En la Capital, las llamadas se hacen a partir de una muestra de hogares con teléfono fijo. Quienes presionan 1 son atendidos por voluntarios desde un local porteño de Pro. La campaña se financia con fondos partidarios y "no es para nada costosa", afirmó González, quien, sin embargo, no pudo precisar de cuánto dinero se trata.
Filmus no dudó en vincular el "espíritu" del mensaje con la encuesta telefónica lanzada en 2011, en plena campaña electoral, en la que se vinculaba falsamente a su padre con Sergio Schoklender y por la que está procesado el asesor de Macri, Jaime Durán Barba.
"No hay ilegalidad, pero sí el riesgo de que usen los llamados para sondear opiniones e individualizar a ciudadanos, algo que sí está prohibido", alertó.
Cuestionó también que no se identifique al emisor del mensaje desde un primer momento. "Denota cierta falta de respeto por el receptor que quiere saber quién le habla", apuntó.
Más duro, Solanas puso en duda que el dinero salga de Pro: "No se puede hacer semejante disparate con dinero público. Macri toma por idiotas a todos los porteños"..
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