Señorita
Laura Alonso… todavía", le aclara entre mohines la actual diputada PRO al
locutor, que acaba de presentarla como "señora" delante del auditorio. Fue en
mayo de 2006, cuando la entonces directora de Poder Ciudadano, en una de sus
visitas a Morón, participó de la presentación de Cuentas Claras, publicación que
desde ese momento informa todo lo referido al origen y el destino de los
recursos públicos de la comuna.
Olvidándose del archivo, Alonso, que en otras épocas disertaba sobre
transparencia y hoy tiene como principal referente político a un jefe de
gobierno procesado por la justicia, fue la autora de la primera impugnación al
nombramiento de Martín Sabbatella al frente de la Autoridad Federal de Servicios
de Comunicación Audiovisual (AFSCA), por entender que el propuesto no tendría
"alta calificación profesional en materia de comunicación social", ni
"reconocida trayectoria democrática y republicana, pluralista y abierta al
debate y al intercambio de ideas diferentes".
Fue Poder Ciudadano (PC) la entidad que reconoció como un primer gran logro
de Sabbatella haber desmantelado las redes de corrupción enquistadas en Morón
alrededor del negocio de las cloacas. Un montaje, cuya pata empresaria fue el
Grupo Socma, liderado por Mauricio Macri. El que hoy le da letra a la señorita.
"Estoy muy contenta de estar acá –decía Alonso cuando no era amarilla–,
rodeada de muchos amigos y compañeros de un largo camino que se inició con una
carta que envió PC a principios del año 2000 a todos los intendentes de la
provincia. Les preguntábamos si tenían ganas de trabajar con nosotros codo a
codo para pensar herramientas y formas de desarrollar una gestión transparente."
Y agregaba: "Recibimos una sola respuesta. La de Martín Sabbatella."
La diputada coqueta elogiaba y promovía distintas iniciativas impulsadas
por el distrito, como la creación de la Oficina de Acceso a la Información
Pública. Y le hablaba a la platea, con Sabbatella a su lado: "El de ustedes es
un caso importante, cambió el contenido de la discusión política."
El resto de las impugnaciones ingresadas hasta ahora parecen calcadas.
Ayer, el Grupo Clarín, Cablevisión SA, Arte Radiotelevisivo Argentino SA y Radio
Mitre se equivocaron en el escrito y cuestionaron a un Sabbattella con doble
"t". Denunciaron "un 'plan' orquestado y direccionado por el Poder Ejecutivo
contra Grupo Clarín y la prensa libre". Y para ahorrar tinta aconsejaron
remitirse a los argumentos de Alonso "en honor a la brevedad". Héctor Magnetto
también ordenó pegarle al ex intendente por no contar con "una reconocida
trayectoria democrática y republicana".
Sin embargo, fue su diario el que premió en 2008 a Sabbatella justamente
por tener eso. Resaltó la mención que The Wall Street Journal hizo al dedicarle
al actual diputado un informe en portada titulado "Una lucha en solitario contra
la corrupción en Argentina". Ocupó columnas editoriales que hablaban de
"contrataciones transparentes" como algo inédito en la comuna y el país.
Auspició un estudio de la Universidad de San Andrés y el Centro de
Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC)
que destacó a Morón por su "transparencia en la oferta de información pública".
Y dedicó notas a la política de Derechos Humanos que el distrito desarrolló a
partir de 2000, cuando el tema no estaba en la agenda nacional.
Patricia Bullrich es otra de las impugnadoras, subida al mismo caballo. Fue
de la Tendencia. Fanática de Antonio Cafiero. Menemista, y después
antimenemista. Ministra de Trabajo de Fernando de la Rúa. Armadora del Recrear
de Ricardo López Murphy. Y parte de la Coalición Cívica, hasta que se fue. Sobre
el cierre de esta nota pertenecía a Unión por Todos.
Manuel Garrido, Juan Pedro Tunessi, Mario Barbieri y Patricia De Ferrari
son diputados radicales. Para los cuatro, la propuesta de designar a Sabbatella
"es un atropello", porque el ex jefe comunal "votó la creación del ente que
ahora presidirá, infringiendo la Ley de Medios", dijo De Ferrari. Que alguien le
sople que el candidato a la AFSCA no estuvo cuando ella dice, simplemente porque
aún no había asumido como diputado.
Sabbatella ocupó por primera vez la intendencia de Morón en diciembre de
1999. En septiembre del año 2000, antes del año de gobierno, creó la Oficina
Anticorrupción, encargada de recibir denuncias de vecinos por irregularidades de
funcionarios. La gestión empezó a clasificar las declaraciones juradas para su
consulta pública, y fue una de las primeras en firmar con la Sindicatura General
de la Nación un convenio de capacitación en auditoría interna.
En 2004, cuando el distrito creó la Subsecretaría de Modernización y
Transparencia del Estado, Morón firmó con Poder Ciudadano el convenio
Discrecionalidad Cero, de donde surgió el proyecto de Elaboración Participativa
de Normas, la publicidad de las Audiencias de Gestión de Intereses, el área de
Libre Acceso a la Información Pública, la rendición pública del Presupuesto, la
implementación de la figura del Defensor del Pueblo (cargo que hoy ocupa el
economista del Plan Fénix Abraham Gak), y la reglamentación de Audiencias
Públicas para lo referido a grandes licitaciones.
Sabbatella, que para el Grupo Clarín no es ni republicano ni democrático,
impulsó a mediados de la década pasada la Oficina de Acceso a la Información
Pública. Con asesoramiento, además de Poder Ciudadano y el CIPPEC, del Centro de
Estudios Legales y Sociales (CELS), la Asociación por los Derechos Civiles,
Colegios de Abogados y entidades sociales de distinto tipo. El distrito puso en
vigencia el programa de Auditoría Ciudadana de la Calidad de Prácticas
Democráticas. Y el proyecto Demostrar, que buscó garantizar la transparencia en
los programas sociales, evitando el clientelismo y el abuso de poder. Esas
políticas de gestión significaron que el ex intendente fuera nombrado en el 2008
como uno de los cinco administradores públicos más destacados de la década por
la Fundación Konex.
En realidad, las audiencias públicas habían arrancado ya en el año 2000,
cuando la idea debutó con la redacción final del Pliego de Bases y Condiciones
que regló la licitación del servicio de recolección de residuos. Morón ahorró 19
millones de dólares de ese momento, en comparación con el anterior contrato
cerrado por el ex intendente y vocero de la Triple A Juan Carlos Rousselot.
La mujer mística fue la que más arremetió en las últimas horas contra el
nombramiento, aterrada porque no garantizaba la "independencia política que el
cargo requiere". Pero olvidándose que la AFSCA no fue creada como organismo de
control de medios, sino para la aplicación de una ley aprobada democráticamente
por el Congreso que ella misma integra. La dueña de la Coalición Cívica supo
quererlo a Sabbatella. En 2003 asistió al acto de reasunción en la intendencia,
y hasta lo invitó a comer a su casa para convencerlo de ir como candidato a
gobernador por el ARI. Resultó despechada. «
"Un nombramiento excelente"
Ayer, la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de
Bonafini, sostuvo que la designación de Martín Sabbatella al frente de la AFSCA
"nos parece un nombramiento excelente. Es un gran gestionador, lo conocemos,
sabemos quién es, y por eso hay que apoyarlo, darle una mano".
Bonafini habló en el programa radial Día por Día (Radio Racional Rock),
conducido por Javier Romero, Fernando Torrillate y Guillermo Marcello.
"A la presidenta y a Sabbatella hay que cuidarlos –agregó–, y el mejor
cuidado es acompañarlos en todo momento y darle con todo para lo que ellos nos
propongan. El proyecto tenemos que hacerlo nuestro, esa es la mejor manera de
defenderlos", señaló la titular de Madres.
El jueves pasado, la entidad lanzó la campaña "Un corazón para Sabbatella",
en la que invitan a dejar mensajes escritos de apoyo a la postulación sobre
grandes corazones de papel que permanecen colocados en la puerta de la
Universidad Popular de las Madres, ubicada en Hipólito Yrigoyen
1584.