¿Qué duda cabe que Miguel es una masa? Cualquiera que se tire de un bondi en movimiento, que baile “Macarena” en la cancha, que les cambie de canal a los hinchas, que se trepe a arreglar una antena o que baile en la bañadera, lo es.De manera tal que, de movida nomás, el protagonista de los comerciales de Anaflex ya tiene mi adhesión y la de muchos. No hay más que ver la cantidad y el tono de los comentarios de "Heavy" en YouTube para darse una idea. Sin embargo, en publicidad, no siempre 2 + 2 es 4.En otras palabras, que no siempre un protagonista carismático, simpático, gracioso y entrañable provoca los efectos comunicacionalmente deseados, cualquiera sean estos. Ni siquiera cuando en Gitano , la nueva pieza de la campaña, el irreductible espíritu metalero de Miguel termina imponiéndose sobre un enamoramiento que trata, infructuosamente, de cambiarlo.El peligro que encierra este tipo de ideas es que el personaje termine tragándose al producto. Y cuanto más ganchero es el personaje tanto más peligroso resulta.Y para terminar, creo que la campaña encierra una profunda injusticia. Suponer que Miguel puede ser el ejemplo de que “cualquiera se hace el duro cuando tiene con qué” es, cuanto menos, un agravio a un tipo como Miguel, que se la banca y sin necesidad de Anaflex. ¡Metaaaaaaaaal!
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