Cumple 75 años Superman, el héroe que cambió la historieta
Por Diego Marinelli
La primera tira del hombre de acero se publicó el 18 de abril de 1938 en “Action Comics”.
Ahora hay superhéroes hasta en la sopa. Pero hace 75 años la cosa no era tan variada. En aquellos años pioneros de la historieta abundaban los enmascarados, pero eran más bien de tipos sagaces y buenos con los puños. Nada muy especial. Hasta que apareció Superman, el primer personaje con poderes sobrenaturales. El “hombre de acero” fue el primero de los superhéroes, una familia que no ha dejado de reproducirse y que marcó a fuego a la cultura popular del siglo XX.
Sus creadores fueron el guionista Jerry Siegel y el dibujante canadiense Joe Shuster, quienes –tras casi seis años de golpear puertas sin suerte– lograron que la revista Action Comics publicara la primera tira de su personaje el 18 de abril 1938, que fue fechada en junio en la tapa por una costumbre de la industria editorial de la época.
Inspirados en héroes mitológicos como Sansón, en el futurismo urbano de filmes como Metrópolis y la paleta multicolor de la cultura norteamericana, Siegel y Shuster dieron forma a un relato que provocó un tremendo impacto en los lectores, que barrieron de los kioskos todos los ejemplares de Action Comics (a finales de 2011, un original de aquel número se subastó por dos millones de dólares). Apenas un año después de su aparición Superman ya tenía su revista propia y se perfilaba hacia su destino de ícono pop estadounidense.
Un dato poco conocido es que Superman fue concebido como un supervillano: una especie de científico loco con poderes mentales. Eso fue por 1933 y la escasa repercusión que tuvo la tira provocó que Siegel y Shuster se decantaran hacia el lado de los buenos. Así fue como dieron vida a Kal El, un niño que es lanzado hacia la Tierra por sus padres, cuando su planeta Kriptón es destruido. El chico cae en la América profunda, donde es criado por unos granjeros buenazos y moralistas, y toma una personalidad humana bajo el nombre de Clark Kent. Aquí, entre nosotros, el pequeño extraterrestre descubre que tiene poderes sobrenaturales y decide usarlos para hacer el bien.
Curiosamente, Superman se ha quedado fuera de la fascinación que Hollywood tiene desde hace años por el género superheroico. Quizás le jugó en contra el haber sido el primero en pasar a la pantalla grande. Aquella película de 1978, dirigida por Richard Donner, tenía como protagonista a un Christopher Reeve al que el personaje le calzaba como un guante y varios pesos pesados en papeles secundarios: Gene Hackman como el malvado Lex Luthor y a un tremendo Marlon Brando en el rol de Jor El, el padre de Superman. A lo largo de la década del 80 se sucedieron las secuelas, en calidad descendente, y ninguno de los intentos posteriores de reflotar al personaje logró dar en el blanco.
En sus 75 años, Superman ha ido renovando sus autores y atravesando momentos de crisis y de resurrección. En sus tiras se han reflejado los avatares de la sociedad y la política, compartiendo viñetas con íconos como John F. Kennedy. Estuvo a punto de desaparecer durante los años 90, cuando fue asesinado por Doomsday. Pero luego, la editorial DC Comics decidió que era mejor negocio tenerlo vivo y lo trajo de regreso. Eso le dio la posibilidad, en un feliz 1996, de casarse con su chica de toda la vida, la pícara y curiosa Luisa Lane.
Sus creadores fueron el guionista Jerry Siegel y el dibujante canadiense Joe Shuster, quienes –tras casi seis años de golpear puertas sin suerte– lograron que la revista Action Comics publicara la primera tira de su personaje el 18 de abril 1938, que fue fechada en junio en la tapa por una costumbre de la industria editorial de la época.
Inspirados en héroes mitológicos como Sansón, en el futurismo urbano de filmes como Metrópolis y la paleta multicolor de la cultura norteamericana, Siegel y Shuster dieron forma a un relato que provocó un tremendo impacto en los lectores, que barrieron de los kioskos todos los ejemplares de Action Comics (a finales de 2011, un original de aquel número se subastó por dos millones de dólares). Apenas un año después de su aparición Superman ya tenía su revista propia y se perfilaba hacia su destino de ícono pop estadounidense.
Un dato poco conocido es que Superman fue concebido como un supervillano: una especie de científico loco con poderes mentales. Eso fue por 1933 y la escasa repercusión que tuvo la tira provocó que Siegel y Shuster se decantaran hacia el lado de los buenos. Así fue como dieron vida a Kal El, un niño que es lanzado hacia la Tierra por sus padres, cuando su planeta Kriptón es destruido. El chico cae en la América profunda, donde es criado por unos granjeros buenazos y moralistas, y toma una personalidad humana bajo el nombre de Clark Kent. Aquí, entre nosotros, el pequeño extraterrestre descubre que tiene poderes sobrenaturales y decide usarlos para hacer el bien.
Curiosamente, Superman se ha quedado fuera de la fascinación que Hollywood tiene desde hace años por el género superheroico. Quizás le jugó en contra el haber sido el primero en pasar a la pantalla grande. Aquella película de 1978, dirigida por Richard Donner, tenía como protagonista a un Christopher Reeve al que el personaje le calzaba como un guante y varios pesos pesados en papeles secundarios: Gene Hackman como el malvado Lex Luthor y a un tremendo Marlon Brando en el rol de Jor El, el padre de Superman. A lo largo de la década del 80 se sucedieron las secuelas, en calidad descendente, y ninguno de los intentos posteriores de reflotar al personaje logró dar en el blanco.
En sus 75 años, Superman ha ido renovando sus autores y atravesando momentos de crisis y de resurrección. En sus tiras se han reflejado los avatares de la sociedad y la política, compartiendo viñetas con íconos como John F. Kennedy. Estuvo a punto de desaparecer durante los años 90, cuando fue asesinado por Doomsday. Pero luego, la editorial DC Comics decidió que era mejor negocio tenerlo vivo y lo trajo de regreso. Eso le dio la posibilidad, en un feliz 1996, de casarse con su chica de toda la vida, la pícara y curiosa Luisa Lane.
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