Adherentes de la pagina

domingo, 19 de abril de 2009


EQUIDAD DE GENERO
Las mujeres son cada vez más aceptadas en oficios que dominaban los hombres
El sexo femenino ganó espacios y se dedica a empleos que tradicionalmente sólo ocupaban los varones. La mujer hoy puede ser taxista, referí, médica cirujana o albañil. A pesar de la aceptación, todavía es más difícil para ellas acceder. Los especialistas advierten que persisten las diferencias en los puestos de poder y en el salario. Una colección de cuentos infantiles apunta a entender que los roles entre hombres y mujeres son los mismos.
Por Silvina Herrera
La mujer fue ganando con el tiempo cada vez más espacios, ya no resulta extraño que tenga oficios que hace años estaban dominados sólo por hombres. En la actualidad, las mujeres pueden ser taxistas, albañiles, árbitros de fútbol, conducir un subte o ser médicas cirujanas, sin que sorprenda, aunque todavía no llegan a ser tantas como los hombres que realizan esas tareas. A pesar de los avances conseguidos para lograr la equidad entre hombres y mujeres, para el sexo femenino todavía es mucho más difícil que para el hombre acceder a ciertos trabajos.
Sabrina Lois tiene 30 años y es árbitro de fútbol hace 10. Trabaja como árbitro asistente en partidos de reserva y juveniles masculinos, y a pesar de que se siente respetada por los jugadores y colegas, admite que hay diferencias entre hombres y mujeres. “Ninguna mujer fue designada en primera. Me gustaría, pero en Argentina es muy difícil. No me siento discriminada, pero los hombres tienen ascensos y las mujeres siempre están en la misma”, aseguró a PERFIL. Lois explicó que le molestan algunas apreciaciones que hacen sólo por ser mujer. Según contó, “hay una connotación que afirma que la mujer se equivoca porque no sabe, mientras que creen que el hombre lo hace a propósito, porque está comprado”.
Corina Noguera se convirtió en albañil hace unos años cuando tenía que arreglar su casa y no quería gastar mucho. Tras terminar con los arreglos del hogar comenzó a verlo como una salida laboral. “Me gustaba trabajar para terceros y muchas mujeres confiaban más en mí, porque se sentían más cómodas y habían tenido malas experiencias con hombres que se aprovechaban”, sostuvo. Noguera aseguró que al principio los hombres no la contrataban y otras mujeres la acusaban de ser poco feminista. Contó que la acusaron de “atacar al feminismo y atentar contra la caballerosidad, una pavada”. Hace poco tiempo comenzó a capacitar a otras mujeres que también quieren dedicarse a la albañilería. “Por suerte la mentalidad se fue abriendo y cambiando”, indicó.
Acceder a puestos jerárquicos en el subte también era muy difícil hace no mucho tiempo. Pero, Lorena Trigo, luchó para que las mujeres sean admitidas en el área de tránsito y hace cinco conduce el subte en la línea C. Junto con sus compañeras juntó firmas, vio abogados y diputados y recurrió al INADI, hasta que la empresa tuvo que aceptarlas. “Nos miran un poco raro todavía, pero gracias a nuestra lucha muchas mujeres pudieron ascender y ganar lo mismo que los hombres en esta categoría”, afirmó Trigo de 34 años.
Manejar un taxi tampoco es ya tarea exclusiva de los hombres. Carmen Díaz tiene 43 años y es taxista. Aseguró que no se siente discriminada, pero porque el auto es de ella. “Si voy a pedir trabajo a una agencia no creo que me lo den”, sentenció. Díaz explicó que se siente respetada por sus colegas y por los clientes, y aseguró: “Nunca me mandaron a lavar los platos, porque respeto mucho las reglas de tránsito. A las mujeres no hay que dejarlas pasar, tenemos que ser tratadas con igualdad”.
Desigualdad vigente. A pesar de la apertura en algunos sectores, todavía las mujeres no ganan lo mismo que los hombres ni acceden con frecuencia a puestos jerárquicos. Susana Gamba, especialista en género y directora del portal Agenda de las Mujeres, explicó: “No hay tareas masculinas y femeninas, es sólo una cuestión cultural. Poco a poco se van eliminando esas diferencias que son ficticias, son diferencias construidas socialmente”. Gamba indicó que “hay avances a nivel legal tendientes a la igualdad de oportunidades, pero todavía hay violencia contra la mujer y cuestiones muy profundas a nivel cultural de subordinación y de diferencias de poder”.
Sigue
eplAD("468x280");
Cuentos no sexistas
La Librería de Mujeres Editoras lanzó la colección de cuentos Yo soy igual, concebida con un enfoque no sexista, dirigida a chicos de más de 7 años. La colección está compuesta de seis textos que cuentan la historia de mujeres madres con profesiones u oficios tradicionalmente asignados a hombres. El discurso general de la colección está basado en la reivindicación del papel de la mujer como trabajadora e incluye los títulos: Mi mamá es taxista, Mi mamá es electricista, Mi mamá es albañil, Mi mamá es referí, Mi mamá es cirujana y Mi mamá conduce el subte. La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires ya tiene un proyecto en trámite para declararlos de interés “cultural y educativo”.
María Victoria Pereyra Rozas, editora de la colección, aseguró: “Los textos tienen una coherencia con lo que se considera la igualdad de género. Es una propuesta de literatura diferente que apunta a entender que los roles de hombres y mujeres son los mismos. Podemos ejercer las mismas profesiones”. Sobre la respuesta obtenida en las escuelas donde llegaron los cuentos, Pereyra Rozas afirmó: “Tuvimos una gran repercusión. Recibimos comentarios maravillosos de los alumnos y los docentes. Los chicos hacen actividades con el libro y el día del trabajador también van a celebrar el día de la trabajadora”.

No hay comentarios: