Bajar contenidos al celular, un servicio caro y difícil de cancelar
Cerca de 30 rosarinos se presentan mensualmente en la Oficina Municipal del Consumidor a pedir ayuda para poder dar de baja a distintos servicios contratados por mensajes de texto. Se trata de usuarios que, tentados por alguna fotografía o imagen sexy, enviaron SMS para bajar a sus teléfonos celulares desde ringtones, juegos y horóscopos hasta sabios consejos para mejorar las relaciones con el sexo opuesto, entre otras 200 opciones.
La bronca aparece cuando descubren que esos contenidos les son facturados diariamente a pesar de que el interés del usuario sólo fue momentáneo. La sorpresa es mayor a la hora de querer dar de baja el servicio ya que muchos no recuerdan el nombre del contenido con el cual se suscribieron.
Algunos usuarios que se llegan hasta la oficina de Alem 1046 aseguran que por más que envíen la palabra "baja" seguida de un espacio y el nombre del servicio solicitado, siguen recibiendo el descuento, lo cual advierten cuando baja el crédito del abono o tarjeta prepaga.
Para siempre.
El funcionario explicó que usuarios que tienen sus celulares con tarjeta suelen quejarse de que el saldo se les consume sin saber por qué. A su vez, descubren que cuando la tarjeta se agota la situación no cambia, porque al cargar otra aparece el descuento por el costo de todos los mensajes diarios que no se le pudieron facturar cuando no tenía crédito.
"En la oficina les explicamos que todos los días le descuentan el mensaje de tal servicio que creyó era por única vez", indicó Trigueros y aclaró que "del cobro acumulativo no se puede zafar a menos que se dé de baja la suscripción".
"Son publicidades engañosas, te tientan con las frase «bajá los contenidos sin cargo adicional» pero eso en realidad se refiere a que cada siete mensajes te dan un regalito", remarcó Trigueros, y destacó que, si bien aparece el número del cual llegan los mensajes, a la gente le cuesta trabajo lograr la baja porque se olvidan cuál fue el contenido que solicitaron.
"Al enviar un SMS para obtener alguno de esos contenidos, muchos suponen que es por esa vez cuando en realidad están haciendo una suscripción que dura toda la vida hasta que la den de baja", explicó José Trigueros, jefe de la oficina municipal que defiende a los consumidores.
Otra opción.
Esa alternativa es más efectiva que la anulación a través de SMS. Sin embargo, muchos no pueden ni de esa forma desprenderse de la suscripción indeseada. En estos casos, la recomendación es acercarse a la repartición municipal que se ocupará de intimar directamente a la empresa de telefonía.
En los casos en que se envió la baja como corresponde pero el proveedor continúa enviando los mensajitos, existe la opción de intentar cancelar el servicio por internet. En esos sitios web también se pueden solicitar los reintegros por los mensajes cobrados indebidamente.
Acompañados.
"Todas las compañías son reticentes a dar las bajas. Siempre terminan ofreciendo otros servicios o bonificaciones como contraprestación. Los usuarios entonces deben recurrir a las oficinas de consumidores cuando lo lógico sería que tuvieran derecho a la resolución de sus problemas sin la necesidad de hacer tanta tramitación", indicó Trigueros.
El primer inconveniente que produce la información defectuosa es que muchos usuarios se enteran de la suscripción que efectuaron recién al recibir la factura o al verificar que el crédito de su tarjeta disminuye y se agota aunque no se realicen llamadas.
Las empresas telefónicas también son responsables por ser las que permiten este tipo de prestaciones, a cambio de recibir beneficios. Al respecto, existen presentaciones en la Subsecretaría Nacional de Defensa del Consumidor y otras reparticiones relacionadas con los abusos a los usuarios.
En cadena.
Por su parte, las empresas de telefonía móvil que facturan estos servicios, perciben un beneficio por hacer de canal mediador.
Tanto Movistar, Claro Argentina y Personal forman parte de la cadena de responsabilidades que determina la ley 24240 de defensa del consumidor y además conocen a la empresa con la que han tercerizado el servicio. Por ende, deben ayudar a resolver el reclamo o facilitar el contacto y la baja. Las tres principales empresas que abarcan la casi la totalidad de esta prestación, son Ubbi (su principal número de contratación es el 30300), Bippie (el que se activa mandando palabras al 2020) y Vibramovil (se contrata marcando 2112). l
Cerca de 30 rosarinos se presentan mensualmente en la Oficina Municipal del Consumidor a pedir ayuda para poder dar de baja a distintos servicios contratados por mensajes de texto. Se trata de usuarios que, tentados por alguna fotografía o imagen sexy, enviaron SMS para bajar a sus teléfonos celulares desde ringtones, juegos y horóscopos hasta sabios consejos para mejorar las relaciones con el sexo opuesto, entre otras 200 opciones.
La bronca aparece cuando descubren que esos contenidos les son facturados diariamente a pesar de que el interés del usuario sólo fue momentáneo. La sorpresa es mayor a la hora de querer dar de baja el servicio ya que muchos no recuerdan el nombre del contenido con el cual se suscribieron.
Algunos usuarios que se llegan hasta la oficina de Alem 1046 aseguran que por más que envíen la palabra "baja" seguida de un espacio y el nombre del servicio solicitado, siguen recibiendo el descuento, lo cual advierten cuando baja el crédito del abono o tarjeta prepaga.
Para siempre.
El funcionario explicó que usuarios que tienen sus celulares con tarjeta suelen quejarse de que el saldo se les consume sin saber por qué. A su vez, descubren que cuando la tarjeta se agota la situación no cambia, porque al cargar otra aparece el descuento por el costo de todos los mensajes diarios que no se le pudieron facturar cuando no tenía crédito.
"En la oficina les explicamos que todos los días le descuentan el mensaje de tal servicio que creyó era por única vez", indicó Trigueros y aclaró que "del cobro acumulativo no se puede zafar a menos que se dé de baja la suscripción".
"Son publicidades engañosas, te tientan con las frase «bajá los contenidos sin cargo adicional» pero eso en realidad se refiere a que cada siete mensajes te dan un regalito", remarcó Trigueros, y destacó que, si bien aparece el número del cual llegan los mensajes, a la gente le cuesta trabajo lograr la baja porque se olvidan cuál fue el contenido que solicitaron.
"Al enviar un SMS para obtener alguno de esos contenidos, muchos suponen que es por esa vez cuando en realidad están haciendo una suscripción que dura toda la vida hasta que la den de baja", explicó José Trigueros, jefe de la oficina municipal que defiende a los consumidores.
Otra opción.
Esa alternativa es más efectiva que la anulación a través de SMS. Sin embargo, muchos no pueden ni de esa forma desprenderse de la suscripción indeseada. En estos casos, la recomendación es acercarse a la repartición municipal que se ocupará de intimar directamente a la empresa de telefonía.
En los casos en que se envió la baja como corresponde pero el proveedor continúa enviando los mensajitos, existe la opción de intentar cancelar el servicio por internet. En esos sitios web también se pueden solicitar los reintegros por los mensajes cobrados indebidamente.
Acompañados.
"Todas las compañías son reticentes a dar las bajas. Siempre terminan ofreciendo otros servicios o bonificaciones como contraprestación. Los usuarios entonces deben recurrir a las oficinas de consumidores cuando lo lógico sería que tuvieran derecho a la resolución de sus problemas sin la necesidad de hacer tanta tramitación", indicó Trigueros.
El primer inconveniente que produce la información defectuosa es que muchos usuarios se enteran de la suscripción que efectuaron recién al recibir la factura o al verificar que el crédito de su tarjeta disminuye y se agota aunque no se realicen llamadas.
Las empresas telefónicas también son responsables por ser las que permiten este tipo de prestaciones, a cambio de recibir beneficios. Al respecto, existen presentaciones en la Subsecretaría Nacional de Defensa del Consumidor y otras reparticiones relacionadas con los abusos a los usuarios.
En cadena.
Por su parte, las empresas de telefonía móvil que facturan estos servicios, perciben un beneficio por hacer de canal mediador.
Tanto Movistar, Claro Argentina y Personal forman parte de la cadena de responsabilidades que determina la ley 24240 de defensa del consumidor y además conocen a la empresa con la que han tercerizado el servicio. Por ende, deben ayudar a resolver el reclamo o facilitar el contacto y la baja. Las tres principales empresas que abarcan la casi la totalidad de esta prestación, son Ubbi (su principal número de contratación es el 30300), Bippie (el que se activa mandando palabras al 2020) y Vibramovil (se contrata marcando 2112). l
1 comentario:
Para desactivar las suscripciones se manda la palabra BAJA al número del que llegan y si no funciona, en atencion al cliente te dan de baja y tarda de 1 a 3 días para no llegarte más (experiencia Movistar).
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