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sábado, 30 de agosto de 2008


tendencias
El boom de los ‘headhunters’, cazadores de talentos que trabajan como espías
Trabajan para consultoras y empresas, y su función es detectar ejecutivos con determinado perfil y convencerlos para que muden sus servicios. Hacen inteligencia previa a punto tal de conocer perfectamente al candidato, sus aspiraciones y necesidades. De esa manera, pueden hacerle una oferta laboral “a medida”. No dudan en robárselo a otra firma. También, husmean en universidades para hallar estudiantes avanzados destacados.
Por Brenda Focas
La competencia para encontrar a la persona adecuada para un puesto jerárquico es cada vez es más feroz. La complejidad de los perfiles requeridos hace que las empresas no duden en “robárselo” a otra compañía. Por eso, los headhunters o “cazadores de talento”, personas que conocen perfectamente el mundo de los negocios y a quienes habitan en él, son cada vez más requeridos.
Se trata de verdaderos espías, cuya función básica es detectar y convencer a ejecutivos en funciones para que se pasen a otra empresa. Según la consultora Adecco, el servicio de consultoría para el segmento de mandos medios y alta gerencia se incrementó un 35% en 2007 y este año los pedidos avanzan a buen ritmo. “Hay muchísimas gestiones en Argentina de ‘pases’, típicos de procesos de headhunting. Todo depende de la idoneidad del consultor para encontrar en el mercado ese perfil, aunque la persona ideal esté trabajando y no haya siquiera pensado en cambiar de trabajo”, explica la licenciada Cristina Mejías, directora de la consultora CM, con 35 años de experiencia en el rubro.
Para detectar a los candidatos, todo headhunter tiene una base de datos de ejecutivos, una red de relaciones y referencias, y mucho poder de convencimiento. Pero el proceso suele ser discreto y sigiloso. El headhunter averigua vida y obra del candidato antes de hacerle una oferta. Así, ya sabe si tiene hijos, si estudian y qué, si vive en casa o departamento o si tiene auto, y así podrá armar una oferta a “medida”.
“Entonces se le hace una propuesta económica, generalmente compuesta por una remuneración fija, un bono a resultados y un paquete de beneficios”, dice Esteban Caliente, CEO de Pratt Pinet, consultora que se especializa en executive search. Hay un especial cuidado en cómo se contacta al ejecutivo. “Cuando citás a alguno ya sabés todo de su vida; es difícil que rehúse la propuesta”, cuenta un cazador que prefiere guardar el anonimato.
Estudiantes en la mira. La modalidad de búsqueda de personal con talentos destacados se trasladó en el último tiempo al ámbito universitario, como una forma de captar y formar a futuros gerentes.
Por lo general, se arma una lista de nombres según las calificaciones y perfiles, y se realiza el seguimiento de los posibles candidatos por al menos dos años. Según los especialistas, los puntos que se tienen en cuenta son la capacidad para la conducción de equipos, compañerismo y que mantenga un nivel académico sobresaliente.
“En el caso de laboratorios es muy factible que se los lleven antes de terminar sus carreras, y los que se especializan en esa área por lo general trabajan para los extranjeros”, cuenta Walter Montes, de Consultores PyN.
La consultora Adecco lleva adelante el programa “Un salto al trabajo”, que consiste en charlas dirigidas a estudiantes universitarios y de posgrado, donde detectan futuros puestos gerenciales. El programa hace hincapié en que los profesionales se presenten en empresas, incluso en los períodos en los que no están buscando personal, “porque si él les interesa mucho, pueden hasta crear una posición especial para él, para no perdérselo y evitar que se lo lleve la competencia”, explica Carla Cantisani de Adecco.
En EE.UU. es una profesión
Descubrir a quienes se destacan por sus habilidades es una misión diaria en los headhunters de Estados Unidos, y va más allá del ámbito meramente laboral. Esta profesión, como la de lobbysta, está absolutamente blanqueada y tiene sus reglas y códigos. Pero no sólo trabajan para empresas. En las universidades buscan a los estudiantes-deportistas más sobresalientes. Los llevan a clubes de las ligas de preparatoria y universitaria, que los contratan para sus equipos, y a cambio se hacen cargo de los costos de sus estudios, que suelen ser altísimos. El HH se lleva una comisión. Estas becas se mantienen siempre y cuando haya buenas calificaciones. Equipos de headhunters recorren el país en búsqueda de “diamantes en bruto” para las empresas que los contratan. Y lo paradójico es que la compulsa más feroz es entre ellos mismos.

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