Cómo va a cambiar la vida de los usuarios
¿Qué pasará con nuestras computadoras y nuestras formas de comunicarnos mientras las grandes compañías realizan cambios? A continuación, una idea de lo que seguramente ocurrirá en un futuro próximo.
Millones de usuarios abandonarán las PC por dispositivos portátiles, como los teléfonos móviles, para muchas tareas informáticas.
Internet ofrecerá más alternativas a los programas de computación tradicionales, como los procesadores de textos, las hojas de cálculo y las presentaciones como PowerPoint.
La Red estará mucho más presente en videoconsolas, televisores y automóviles.
Sistemas y programas de software libre podrían alcanzar niveles masivos de adopción, como ya ocurre con Firefox
Google en Internet, y Apple en el entretenimiento y la telefonía, podrían convertirse en los nuevos líderes paradigmáticos del mercado tecnológico.
¿Y Steve Jobs?
Si con la salida de Bill Gates surgió la pregunta sobre el futuro de Microsoft, lo mismo ocurrió en julio de este año respecto de otro gigante tecnológico, Apple, y su máximo líder, Steve Jobs, al conocerse versiones sobre su precaria salud. Jobs, cuya rivalidad con Gates inspiró la película Piratas de Silicon Valley, de Martyn Burke, y la obra de teatro Nerds://, es el impulsor del desarrollo de objetos de culto tecnológico, como las computadoras Macintosh, el reproductor digital iPod y el teléfono iPhone. Jobs, de 53 años, fue sometido hace cuatro a una cirugía por un cáncer de páncreas. Las versiones aparecieron un mes después, cuando se lo vio muy delgado en una conferencia anual de la empresa. Apple, que primero atribuyó la pérdida de peso a una bacteria común, reiteró varias veces que la salud de Jobs era un tema personal. La falta de información por parte de la compañía, famosa por su política de confidencialidad, provocó malestar entre inversores y analistas. Es que parte de la preocupación por la salud de Jobs se debe a que Apple no tiene un plan oficial de sucesión, como sí ocurrió en el caso de Gates y Microsoft.
Melinda, la filántropa más poderosa
Melinda miró a su marido, Bill Gates, y le lanzó la pregunta: "¿Qué podemos hacer?". La mujer del hombre más rico del planeta había terminado de leer un reportaje sobre las enfermedades que causan la muerte de millones de niños. Y estaba impactada. La preocupación daba vueltas dentro de su cabeza, luego de un viaje a Zaire, donde conoció la realidad de las personas que viven ahí. En enero de 2000 se creó la Fundación Bill y Melinda Gates, que maneja cerca de 30.000 millones de dólares y cuyo rostro principal es Melinda, que a partir de entonces se convirtió en una poderosa protagonista de la solidaridad y del emprendimiento social.
En los más recientes foros económicos de Davos, Melinda Gates fue la estrella. En 2007, su conferencia sobre los microcréditos llegó a tener los asientos sobrevendidos. Habló de los programas de inmunización, de la necesidad de que la ayuda a Africa llegue a tiempo y de darle un nuevo énfasis a la educación. En el área de salud, la Fundación Gates ha aumentado su presupuesto para combatir la malaria, impulsando el desarrollo de una vacuna, de fármacos y de métodos de prevención. Pero la lucha contra el sida es el principal bastión que ha acompañado desde su inicio a la organización de Melinda. Encontrar una vacuna y distribuirla en el mundo es su principal sueño. "Es una ocasión para entregar luz en las esquinas oscuras de un mundo con sida y malaria", dijo en una entrevista reciente.
Hace años que ella colecciona importantes premios. En 2005 la revista Time la eligió Personaje del Año junto a su marido Bill Gates y al líder de la banda U2, Bono. La Revista Forbes la colocó en el puesto diez en el ranking de las mujeres más poderosas y en The Wall Street Journal ocupó el primer lugar en la lista de mujeres que tendrán un gran impacto en los negocios en los próximos años.
Nació el 15 de agosto de 1964, en Dallas, Texas. Estudió en el colegio religioso Academia Las Ursulinas, donde fue la mejor alumna de su clase. Años más tarde ingresó en la prestigiosa Universidad de Duke, donde se licenció en Informática y Economía, grado que luego complementó con un máster en la escuela de negocios de la misma universidad. En 1987 entró al equipo de ingenieros de Microsoft, donde se ocupó del desarrollo de algunos productos multimedia, como la enciclopedia Encarta y la guía cinematográfica Cinemanía.
Se sabe que su relación con Bill Gates se inició en los pasillos de las oficinas de Microsoft. Salieron juntos varios años y él, en un viaje a California, le propuso matrimonio. "Si no fuera por ella, quizá nuestra fundación no existiría", ha señalado Bill.
Viven en Medina, Washington, junto a sus tres hijos: Jennifer Catherine, de 11 años; Rory John, de siete, y Phoebe Adele, de cuatro. En aquella ciudad, cerca de Seattle, no es raro ver a Melinda en el supermercado haciendo las compras, en reuniones de padres o recogiendo a sus hijos del colegio. "Trato de mantener un estilo de vida nada pretencioso", declara. Tanto así que disfruta de sus fines de semana haciendo puzzles en compañía de su millonario esposo.
En más de una ocasión ha señalado que no descarta destinar el grueso de su fortuna -unos 47 billones de dólares- a la fundación, ya que considera que sería un gran daño dejarles todo ese dinero a sus hijos. El tiempo dirá.
Germán Romero H. EL MERCURIO/GDA
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