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sábado, 30 de agosto de 2008



SE QUINTUPLICARON EN UN AÑO
Auge de sitios web en favor de la bulimia y la anorexia
Los adolescentes intercambian técnicas y consejos para bajar de peso y engañar a padres y médicos. Argentina no escapa a esta tendencia.

Florencia Halfon-Laksman
“Busco tu sabiduría, tu fe y tu peso tan ligero como una pluma. Ruego tener la habilidad de flotar, de bajar mi peso a un sólo dígito. Ruego (...) temer a la comida, ver mi imagen obesa en el espejo. (...) Ignoraré los dolores del hambre como navajas y sentiré tu fortaleza”. Así describen los adolescentes su desesperación, disfrazada de plegaria, por la anorexia y la bulimia -dos enfermedades incorporadas recién a mediados de agosto en el Programa Médico Obligatorio- vistas como deidades. Un cóctel explosivo y perfecto que multiplicó, entre 2006 y 2007, en un 470% los sitios y las páginas web dedicadas a estas patologías."La creación de webs personales es muy sencilla y su uso es habitual entre los jóvenes. En las redes sociales son los propios anoréxicos o bulímicos los que animan a otros jóvenes a entrar en su 'club'", dice la consultora española Optenet, responsable del estudio que reveló esa cifra escalofriante.Carolina Sanchiz, directora de comunicación de esa consultora, aconseja a los padres "tomen medidas" para que sus hijos no puedan acceder a sitios web donde no sólo se pondera el padecimiento, sino que, además, se intercambian consejos para bajar de peso.En la Argentina el riesgo es mayor. La falta de un marco legal hace que las adolescentes que buscan armar páginas encuentren espacio donde hacerlo (sin restricciones temáticas, por ejemplo), incluso con códigos para engañar al entorno familiar y no ser descubiertos. De hecho, los jóvenes llaman "ana" a la anorexia y "mía" a la bulimia, y así eluden controles parentales.Allí, las chicas, generalmente menores de edad, difunden consejos para bajar de peso a cualquier costo. Los blogs son los terrenos más habituales para “postear” esa clase de contenidos.“Estoy agonizando viva”, describe en un foro una joven que pesa 68 kilos y pide ayuda para bajar diez. En tanto, una adolescente de 17 años dice odiarse por medir 1,56 metro y pesar 55 kilos. “Me siento gorda como los de Cuestión de peso”, se angustia. "Del dolor nace la belleza y, por ello, lo que hoy parece un sacrificio, mañana será una recompensa", confía una usuaria que tiene como “primera meta” llegar a pesar 54 kilos, con una estatura de 1,64 metro.Y hay más. Una española tiene una encuesta en su blog personal donde pregunta "¿Te gusta que se te vean los huesitos? ¿Cuáles?" Al cierre de esta nota, había 4.413 respuestas. El 63% prefiere que se les vean los de la cadera; el 21%, la clavícula; el 11% las costillas; y el resto los de las espalda. DATOS ALARMANTES. El incremento de páginas personales como MySpace, Facebook o Tuenti, que crecieron, en promedio, un 455% en 2007 respecto a 2006, también diseminan contenidos a favor de la bulimia y la anorexia.En Estados Unidos, estudios privados indican, desde 2005, que cuatro de cada diez adolescentes con desórdenes alimentarios se entera de técnicas y "secretos" bulímicos y anoréxicos a través de la web. En casi todos los casos son presentados como "filosofía de vida".Según el sitio Todoanaymia.com, un estudio reciente, realizado a pacientes estadounidenses de entre 10 y 22 años con problemas alimentarios, reveló que un tercio de ellos “aprenden” en internet nuevos métodos para bajar de peso o purgar su cuerpo.“La cifra internacional seguramente se repita en Argentina porque todo llega: la moda y las enfermedades. Empiezan allá arriba (por los países del norte) y bajan. Estas páginas eran furor hace años en los Estados Unidos, pero las cerraron”, explica Cielo Latini, la joven autora de Abzurdah, una suerte de autobiografía donde cuenta la historia de una adolescente deprimida por problemas amorosos, con serios trastornos en la alimentación. “Acá todavía no hay regulaciones respecto del ciberespacio –observa Latini-. Tendría que haber un control, pero no se puede culpar a una página de internet por enfermar a las chicas”.Mabel Bello, titular de la Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia (Aluba) confirma la falta de legislación en Argentina: "Es como la pornografía. Aparecen de forma clandestina. Las chicas enfermas incrementan sus síntomas con las ideas que aparecen en esos sitios. Compiten a ver quién está más flaca y se pasan tips para engañar al médico. Hace años que venimos trabajando para llevar a cabo un control".En España, por ejemplo, el portal Princesasdeporcelana fue clausurado debido a las enérgicas protestas del gobierno las autoridades sanitarias. El sitio promovía un concurso que recompensaba a las chicas que lograran perder un máximo de peso en 14 días. El dato más alarmante indica que, por cada foro en español que se clausura, aparecen cinco nuevos.Una campaña del blog Teoriza.com provoca que, al momento de la búsqueda de páginas a favor de la anorexia y la bulimia, en su lugar aparezcan consejos para combatir esas enfermedades. "Cada vez más chicas acuden a enfermarse en esos sitios. Lo que hay que crear es centros en internet que ayuden a los chicos a recuperarse, porque sino se confunde la libertad con la falta de cuidado o responsabilidad", asegura Bello."La primera recomendación es que los padres vean por dónde navegan sus hijos, ya que, generalmente, los padres lo ignoran. Muchos no manejan la computadora y los que lo hacen no tienen tiempo de fijarse qué hacen sus hijos", advierte la titular de Aluba.MÁS ALARMAS CIBERNÉTICAS. Además de los sitios web relacionados con la anorexia y la bulimia, el estudio de Optenet reveló un incremento en páginas con contenidos violentos (125%), racista (70 %) y drogas (62%).Sin embargo, la pornografía sigue siendo la estrella de internet, con un 35% de presencia en la red, a pesar de que ha experimentado "un ligero estancamiento"último año

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