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miércoles, 20 de agosto de 2008

Lunes 18 de Agosto de 2008
¿Por qué le habrán puesto leones?
Si la primera reflexión después de ver el comercial Leones de Nextel es ¿qué tiene que ver un león con un celular?, estamos ante un problema. Yo diría que, en un sentido, insoluble.Si en cambio, alguien es capaz de emocionarse (en el sentido que puede ser capaz de emocionar una publicidad) con ese rugido silencioso final de un león citadino desde alguna cima urbana, es posible que se esté ante un estupendo comercial. Hagamos la prueba,“Leones” es el clásico comercial que “no se entiende” desde la lógica más realista. Esa lógica incapaz de comprender cualquier mensaje que explore rutas alternativas para llegar a un determinado destino. La misma que veinte años atrás con el “Just do it” de Nike hacía preguntarse a algunos/as: ¿Qué haga qué?La complejización de la comunicación, con sus secuelas de sofisticación y hasta de afectaciones varias, ha ido alejando cada vez más a cierta publicidad de los senderos más transitados. Aún en el caso de que los atributos de los productos sigan siendo más o menos los mismos, la manera de comunicarlos ha variado sustancialmente. Mucho más en categorías de altísima competencia y constante desarrollo tecnológico como la telefonía celular.Con “Leones”, Nextel ha dado un salto cualitativo. De la notable versión de “Bienvenidos al tren”, de cómo comunicarse a 10.000 kilómetros con sólo un botón y las series Pymes, por sólo citar muy buenos ejemplos de demostración de producto, la marca se posiciona ahora como “Mucho más que un celular”.El vehículo es una buena película de Pucho Mentasti tan llena de posibles metáforas como de sensaciones puramente emocionales. Leones caminando por la ciudad, leones viajando en subte, leones jugando golf, leones acunando niños en la madrugada, leones rugiendo, leones al teléfono. ¿Y por qué leones?¿Y por qué no?
Publicado por Luis María Hermida a las 5:07 PM Enlace permanente Comentarios (17)
Viernes 8 de Agosto de 2008
Químicamente negro
Lejanos –lejanísimos- los tiempos en que el alemán Win Wenders, de la mano de la Agulla & Baccetti en su cenit, se puso al frente del rodaje del comercial de lanzamiento del Megane en Argentina, para Renault es tiempo de reposicionamientos y, en lo posible, de recuperar terreno. Para el lanzamiento del Megane II, In Black , la apuesta es al esteticismo y la sofisticación.La propuesta es cinematográficamente impecable, más allá de que su matriz formal y estética reconozca antecedentes varios. Es innegable el “espíritu Honda” que sobrevuela toda la idea. Cosa que no lo desmerece en lo más mínimo.Más aún, en estos casos -para nada infrecuentes en la publicidad, de aquí y del mundo entero-, es incluso hasta un mérito estar a la altura de las circunstancias (léase inspiración). En tal sentido, no estará de más recordar el estruendoso (y carísimo) bodrio que resultó la película de Wenders.Porque el peor pecado de la publicidad no es no ser “original 100 %”, después de todo el mundo está casi tan lleno de comunicación efectiva que no lo es, como de publicidad original que fracasa estrepitosamente. El peor pecado es no ser útil, cualquiera sea el fin para el que haya sido creada. Y eso solo lo demuestra el tiempo. El tiempo y la decisión de los consumidores.
Publicado por Luis María Hermida a las 4:28 PM Enlace permanente Comentarios (10)
Martes 29 de Julio de 2008
El cliché cervecero
Si se recorre la publicidad de cervezas del mundo, a través del tiempo, el resultado es tan variado como sorprendente. Para muestra bastará mencionar a Stella Artois, Budweiser, la australiana Carlsberg, Guinness o Miller.Cada marca, con su estilo, ha sido y es capaz de ofrecer un abanico de estímulos y de recursos publicitarios notables en su variedad. Lo cual no necesariamente implica siempre la excelencia en las propuestas. Las hay mejores y las hay peores, buenas o malas, ingeniosas o no tanto, convencionales o rupturistas, de recurso o hiperproducidas.Por el contrario, cuando se recorre la publicidad cervecera argentina sólo se encuentran, casi sistemáticamente, dos apelaciones: amistad y humor (y emoción cuando Quilmes sponsorea algún deporte). Anécdotas, el último comercial de Brahma, no se propuso ser la excepción.Una vez más, la infaltable cerveza, amalgamando el combo amigos y humor. Un humor clásicamente masculino que, si bien hay que reconocer que no resta, más allá de su componente machista, tampoco suma demasiado en términos de ingenio.Porque, gag más gag menos, “Anécdotas” se convierte en el enésimo comercial de amigotes haciendo chistes vinculados al sexo. En un ritual conocido que puede tomar forma, tanto alrededor de una cerveza, como de un fernet o de un paquete de papa fritas.Aunque habrá que admitir que, tan cierto como que la publicidad cervecera local se ha instalado, y desde hace un buen rato, en una meseta creativa ciertamente complaciente, es que la comunicación se ha mostrado lo suficientemente eficaz como para, en los últimos veinte años, modificar sustancialmente los hábitos de consumo. A favor de la cerveza, claro.
Publicado por Luis María Hermida a las 4:01 PM Enlace permanente Comentarios (23)
Miércoles 16 de Julio de 2008

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