Microvideos, la nueva forma de comunicación
Son mensajes hechos con imágenes caseras, grabadas con el celular. Los usan millones de personas en Internet.
La creciente masividad de los teléfonos inteligentes posibilita explotar un nuevo lenguaje para comunicarse. Ahora, con una de las varias aplicaciones que hay disponibles en Internet, se puede dejar marca en la red con un microvideo. El f enómeno estalló a nivel mundial y ya lo usan millones de personas. Instagram, una de las aplicaciones, tiene más de 130 millones de usuarios; Vine, su rival, 40 millones y Keek, 45 millones.
Quién no recuerda las películas de Harry Potter, donde las imágenes del diario El Profeta -que circulaba en el mundo mágico- tenían movimiento. Ahora, gracias a la tecnología, se pueden llevar a la vida real (aunque aún no en papel). Lo cierto es que si El Profeta hiciera una fotogalería, seguramente se vería igual que un video de los que se ven en Vine.
Este servicio permite subir un corto de 6 segundos, filmado en etapas, que se edita de forma automática. Hacerlo es muy fácil. Se baja la aplicación, y una vez allí el usuario debe mantener presionada la pantalla para grabar, y soltarla para frenar. Al finalizar la grabación, la aplicación compila las tomas y forma el video para subirlo a Internet. Vine sin dudas es un fenómeno: en junio, con sólo cinco meses de vida, había llegado a los 13 millones de usuarios; y ahora ya alcanzó los 40 millones, lo que representa un crecimiento superior al 200% en 60 días. La mayoría de los usuarios sube videos de humor, y hasta hay animaciones cuadro por cuadro.
El líder es Instavideo, apartado para videos del popular servicio de fotos Instagram. Cuando se lanzó hace dos meses, los 130 millones de usuarios de Instagram subieron 5 millones de microvideos en apenas 24 horas. Aquí los cortos duran 15 segundos.
Instagram se parece al pionero, Keek, que permite 36 segundos de grabación. En Instavideo predominan los paisajes, las rutas y ciudades y las chicas en bikini saludando a cámara, mientras que en Keek funciona una especie de diario íntimo online. Los "keeks" más comunes comienzan con el mismo saludo: "hola keek", y continúan mostrando lo que se están haciendo en ese momento.
Pero, ¿para qué mostrarse así? "Si bien puede haber muchas razones, creo que tiene mucha importancia el reafirmar la propia identidad. Buscar a través de las fotos o los videos la afirmación ‘este soy yo'", aclara la licenciada Diana Litvinoff, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA). Y agrega: " Esta necesidad de buscar un lenguaje que permita dejar una marca única, con identidad propia, tiene lugar en una época particular. Estamos en un momento donde la tendencia va hacia la no-unificación. El consumo masivo busca ofrecer productos de manera masiva, y para ello debemos estar todos unificados. Y si bien estos sistemas hacen que uno se pliegue y haga lo que hace el otro, también permite diferenciarse de los demás; mostrar gustos personales y remarcar la individualidad. Por eso el video es muy útil como lenguaje, porque da mucho más que la foto". Es que, además de la imagen, en el video se suman el sonido y la actitud.
También es una realidad que "a la gente le gusta compartir, hacer lazos sociales. Cuando aparecen estas nuevas opciones, se usan mucho porque hay mucha necesidad de interacción ", finaliza Litvinoff, La propia identidad, los vínculos, todos ellos ahora hablan un nuevo lenguaje que, hasta hace poco, se veía sólo en las películas.
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