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domingo, 17 de mayo de 2009

La plata en negro de las campañas tiene destinatario


Claudia yerien ofrece desde merchandising hasta promotoras
La dama del cotillón que trabaja para los K
Por Franco Ruiz
“Gorro, bandera y vincha.” Eso es lo que no puede faltar en ningún acto kirchnerista, y Claudia Yerién, una experta en merchandising proselitista y organización de eventos, es la encargada de llevar a la práctica dicha consigna. De hecho, según le dijo a PERFIL, será ella quien proveerá de merchandising y organizará todos los actos de campaña del kirchnerismo en Capital y en la provincia de Buenos Aires. “Yo trabajé para cuatro ex presidentes”, se ufana, orgullosa.
Durante el conflicto entre el Gobierno y el campo, a Yerién le confiaron “la parte técnica” de los actos oficialistas. Según revela, dichos actos “fueron financiados” por “empresas y gremios” afines al Gobierno. “Son las famosas adhesiones...”, ironiza.
“Mi teléfono está abierto las 24 horas. Los políticos se reúnen normalmente de noche... Me llaman y me dicen: ‘Para mañana necesito veinte promotoras, sonido, panfletos, globos aerostáticos...’”, señala a PERFIL.
Instalar un globo aerostático, de características similares al pingüino gigante que sobrevuela desde 2007 los actos kirchneristas, cuesta alrededor de 2.300 pesos (el precio no incluye, sin embargo, el costo del propio globo). Los cañones para lanzar papelitos cuestan 5 mil pesos cada uno.
Durante el acto que realizó Hugo Moyano en la 9 de Julio, para el Día del Trabajador, la CGT contrató seis cañones lanzapapeles. Por ellos, se pagaron 12 mil pesos y hubo descuento por haber contratado muchos. El sonido costó alrededor de 20 mil pesos.
La relación de Yerién con los Kirchner no es nueva. “Yo trabajé en la campaña de la presidenta Cristina Kirchner cuando era candidata a senadora, y organicé el acto de Néstor Kirchner en el Luna Park, cuando era candidato a presidente”, señala.
La señora del cotillón electoral aclara, sin embargo, que no tiene ideología política, y que trabaja para todos los partidos que la contratan. “Trabajé para Duhalde (Eduardo, ex presidente), De la Rúa (Fernando, ex presidente), para los gremios...”, da fe en sus oficinas frente al Congreso.
Sobre su escritorio hay fotografías de campañas anteriores: una donde aparece ella junto a Gustavo Beliz; otra junto a Aníbal Ibarra, y también con Patricia Bullrich...
Según Yerién, la campaña va a ser “muy austera”, y la temporada alta recién comenzará en junio, una vez diluido el conflicto por las candidaturas “testimoniales”.
La mujer no sólo organiza actos políticos. También hace eventos privados, para empresas. “Acabo de terminar un trabajo en la Feria del Libro”, agregó. Entre sus clientes figuran empresas del porte de Coca-Cola, Marlboro, Toyota, Esso, Pago Fácil, IBM, Banco Provincia...
Yerién comenzó a organizar encuentros políticos en el ’96, por recomendación de un amigo, que vio en ella capacidades para organizar eventos. “En esa época no había una carrera para aprender a hacerlo”, rememora. Además fabrica desde gorros, pecheras, remeras y sombreros, hasta sombrillas, lapiceras, folletos, pancartas y una lluvia de cotillón para miles de simpatizantes políticos. Hoy, las campañas electorales ya no son como las de antes, y se utilizan efectos especiales, aerostáticos, juegos de láser y cañones lanzapapeles.
“Cobro el 80 por ciento por adelantado”, confía Yerién, que además tiene una agencia de promotoras y organiza eventos empresariales. “Nunca me dejaron pagando, siempre puse una pauta muy clara: me das el 80 por ciento por adelantado, o no trabajo; excepto que sea un cliente de años, de mucha confianza”, explicó.
Sus oficinas, situadas en Riobamba 10, funcionan como un verdadero museo de campañas: folletos, gorros y pancartas de los diferentes candidatos se esconden en los armarios.
“No los puedo mostrar, los políticos no quieren; hay códigos...”, remata, fiel a sus clientes. Unos minutos antes, una secretaria de Francisco de Narváez se había comunicado telefónicamente con Yerién para que no diera información a la prensa.

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