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domingo, 24 de mayo de 2009

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Innovadores
Leonor Slavsky, la mujer que teje la red para las comunidades indígenas
Hace cinco años coordinó la creación de la primera página web mapuche, hoy gestionada por jóvenes de esa etnia. Ahora, esta antropóloga e investigadora replica esa experiencia con comunidades tobas y se propone ampliar la red para brindar a todos los pueblos originarios las posibilidades de inclusión y difusión cultural que ofrece Internet
Hace más de dos décadas, cuando la antropóloga Leonor Slavsky comenzó a trabajar con los pueblos indígenas de nuestro país, se propuso correrse del esquema puramente académico que suele darse entre la antropología y sus objetos de estudio.
Slavsky pretendía que su relación con las diferentes comunidades originarias locales estuviera marcada por un grado mayor de compromiso. Quería acercarles herramientas que las fortaleciera en su capacidad de decisión, contribuir con ellas en la recuperación de una voz propia y propiciar relaciones de cooperación entre las diferentes etnias. Puede decirse que con el proyecto de Tecnologías de la Información y Comunicación -en el que viene trabajando desde 2004- lo ha logrado.
El plan nació en aquel año como un desarrollo piloto en el seno de la comunidad mapuche. Coordinado por el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (Inapl, dependiente de la Dirección de Patrimonio de la Secretaría de Cultura) y financiado por el Instituto de Conectividad de las Américas (con sede en Canadá), buscaba, entre otras metas, sumar a los jóvenes mapuches a la revolución digital.
El trabajo dio origen a una plataforma de Internet, un puente virtual entre el mundo mapuche y el extenso universo de la Red llamado Lof Digital: Puel Mapu we Dugun ( http://www.lofdigital.org.ar/ ). Lof significa "comunidad" en lengua mapuche. En tanto que Puel Mapu we Dugun es "nuevas formas de comunicarnos en la tierra del Este". En un principio, la página se gestionó en forma participativa entre miembros de la comunidad y capacitadores externos, pero, desde 2007, es gestionada únicamente por operadores mapuches.
El sitio, que en 2006 fue finalista del premio Mate.ar en la categoría "Patrimonio Cultural", cuenta con diferentes secciones. Pueden encontrarse todo tipo de informaciones vinculadas con las áreas de interés de las comunidades indígenas y un segmento especial en el que se despliegan en detalle los diferentes aspectos de la cosmovisión mapuche.
"Nuestra meta es, en realidad, lograr que cada pueblo indígena tenga su portal. Y generar, entre todos, una red. Creo que el principal beneficio para una comunidad es la posibilidad de romper con esquemas de comunicación estrictamente locales para ampliar las fronteras. Algo que resulta fundamental tanto en cuestiones profundas, vinculadas con el fortalecimiento de la identidad, como en cuestiones más concretas, como la eventual necesidad de realizar algún trámite burocrático", señala esta mujer de 59 años, principal referente en la materia en el seno del Inapl.
La difusión masiva a través de la Red del movimiento zapatista, en México, en 1994, es un ejemplo más que ilustrativo del potencial de Internet. Hoy en día, según recuerda esta antropóloga formada en la UBA, la apropiación de las tecnologías de información y comunicación es un reclamo presente en la agenda de cualquier encuentro sobre los derechos indígenas. "Permite tener conocimiento de otras realidades, estar en contacto con otros líderes, pensar estrategias ante cualquier dificultad y también intercambiar experiencias", ejemplifica.
También aquí el reclamo existe, afirma. En las reuniones comunitarias realizadas en las diferentes sedes, sus miembros reconocieron sus limitaciones en materia de comunicación y ven en las nuevas tecnologías la posibilidad de "recuperar" a los que migraron. "Los jóvenes migrantes a los centros urbanos tienden a abandonar su identidad. El proyecto les brinda la posibilidad de retomarla, y no ya como un estigma", explica la especialista.
Una nueva etapa
Completada la fase mapuche, desde hace un año Slavsky trabaja para replicar ese modelo en el seno de la comunidad toba. Este nuevo proyecto, financiado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ha sido seleccionado como caso modelo en el área de Gobernabilidad Democrática para el informe de 2008 del organismo.
El proyecto toba ya cuenta con una página web: http://www.culturatoba.org.ar/ , que está comenzando a dar sus primeros pasos en la Red. Se desarrolla desde tres centros -o nodos- ubicados en los barrios Rouillon y Travesía, ambos de Rosario y en el Barrio Islas Malvinas de La Plata, también con una metodología participativa y descentralizada. Para ello, Slavsky y equipo cuentan con la colaboración del Laboratorio de Investigaciones en Antropología Social de la Universidad de La Plata, el Centro de Estudios Antropológicos en Contextos Urbanos de la Universidad de Rosario, el área de informática de la Universidad Nacional de Quilmes y el portal educ.ar.
El sitio ofrece información legislativa vinculada con cuestiones aborígenes; también linkea con el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas y difunde todo tipo de informaciones y servicios de la comunidad.
Pero basta un simple recorrido por el sitio web para deducir fácilmente que los beneficios del proyecto digital toba lo exceden ampliamente. El arribo de la era digital introdujo nuevas herramientas en escena. Y así, por ejemplo, en algunas comunidades como la del barrio Rouillon, la informática se coló en las currículas escolares. "(...) Aprendiendo acerca de varios conocimientos podemos demostrar que los jóvenes qom (N. de la R: tobas) podemos aprender mucho más de esta tecnología para nuestra comunidad Qom de Rosario." Los que hablan son Débora y César, miembros de un grupo de chicos tobas que relatan en la página web sus sensaciones y expectativas como integrantes de un taller de informática para jóvenes indígenas.
Aunque con matices, el mix gestión participativa/capacitación también había sido clave en el caso mapuche, inicialmente desarrollado desde dos centros (en Bariloche y El Maitén, con sus comunidades aledañas). Luego se sumarían otros en Esquel, Viedma (comunidad Mongell Mamuel) y Bahía Blanca (comunidad Ruka Simún). "A medida que los actores locales fueron ganando capacidades, comenzaron a asumir mayores responsabilidades", recuerda.
¿Y qué es de la vida de Lof ahora, en plena gestión mapuche? En la actualidad, Lof Digital recibe unas 5000 visitas mensuales, con un alto porcentaje de miembros de la comunidad.
"Lof se convirtió en un espacio de comunicación entre los mapuches. Tanto de los que viven en la Argentina como de los que se encuentran en Chile. Intercambian información, buscan familiares, difunden recetas. Incluso, no son pocos los docentes -mapuches o no- que ingresan buscando información para su tarea", revela Slavsky, quien no descarta que en algún momento la página se convierta en una vía para la educación a distancia y el comercio electrónico. También para la comunicación con organismos internacionales y, de manera más extensa, para el contacto con comunidades indígenas de otros países.
México, Guatemala, Colombia y Ecuador son algunas de las naciones que cuentan con años de experiencia en el manejo de las nuevas tecnologías. Pero para que el caso argentino pueda contarse entre ellas habrá que superar un escollo nada menor: la falta de conectividad en numerosas regiones del país.
"Para el portal mapuche tuvimos que desistir de instalarnos en comunidades alejadas o pequeñas por la falta de conectividad. Por esa razón, en esta nueva etapa decidimos hacerlo en grandes ciudades. Sin embargo, en algunos casos estamos conectados a través de antenas de telefonía celular porque la banda ancha todavía no llega a los barrios en los que están asentadas las comunidades", se lamenta.
Aun con estas trabas, la especialista no duda de que nuestro país ha comenzado a transitar un rumbo que, afortunadamente, no tiene carril de regreso. "Cuando comenzamos con Lof Digital, las páginas indígenas o sobre cultura indígena no estaban desarrolladas por integrantes de comunidades aborígenes. Hoy, además de los portales mapuche y toba, comienzan a circular algunos blogs producidos por indígenas en forma individual."
Lorena Oliva LA NACION © LA NACION

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