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lunes, 12 de enero de 2009

La gente cambia sus regalos o los vende en la Web
Pasadas las fiestas de fin de año, la mitad optó por canjearlos
Comprar regalos de Navidad es una costumbre que está perdiendo el espíritu festivo y va pareciéndose cada vez más a un trámite, ya que el vertiginoso ritmo de la vida cotidiana hace que la gente los elija a las apuradas. ¿El resultado? Disconformidad y una creciente tendencia a cambiar o, incluso, vender esos obsequios.
Sí, ahora muchos adeptos a la Web están optando por venderlos online ante las propuestas de ese tipo que hacen algunos sitios, como MercadoLibre.
En los shoppings, en tanto, entre el 50 y el 60% de los regalos recibidos en la Nochebuena pasada han sido cambiados entre el 26 de diciembre y los diez primeros días de este mes, según estimaciones del comercio que coinciden con un relevamiento hecho por LA NACION. Darío López, de 38 años, es uno los que eligieron vender su regalo: su esposa le había regalado una parrilla que no servía para el balcón de su departamento. No lo dudó y, con el consentimiento de su mujer, la puso en venta en Internet el lunes 29 de diciembre. A las 48 horas ya había realizado la transacción. Luego, con el dinero recibido, compró maderas en el mismo portal para construir un deck en el balcón.
"Preferí venderla por la Web porque no tengo que salir de casa, es más rápido y después puedo comprarme cualquier otra cosa", dijo.
Martín Gallone, gerente de Marketing y Ventas de Mercado Libre Argentina, explicó que "a partir del 26 de diciembre cada vez más personas utilizan la plataforma para vender productos. Estos no son grandes vendedores, sino gente que vende los regalos de las Fiestas que no le interesaron tanto".
Gallone destacó que con el dinero obtenido de las transacciones los clientes compran otros productos en el mismo portal o bien deciden ahorrarlo para las vacaciones. "Las ventajas de cambiar los regalos en Internet son muchas: se obtiene dinero extra y hay más opciones que en un local", sostuvo.
"Dame cualquier cosa"
De todos modos, por ahora, la mayoría de los porteños compra y cambia sus regalos navideños en los locales de los shoppings.
LA NACION recorrió los principales centros de compra de la ciudad y, según los cálculos que hicieron los vendedores consultados, entre el 50% y el 60% de los clientes regresa a los negocios para cambiar lo adquirido por familiares y amigos.
Las más disconformes son las mujeres cuyos esposos, hermanos o hijos no acertaron el talle o el estilo. "Los maridos no conocen el gusto y los colores que usan sus esposas. Compran sin atención porque no les interesa y después vienen los cambios", explicó Amalia, vendedora de Wanama del shopping Alto Palermo.
Una diferencia respecto de años anteriores es que la mayoría de los clientes que cambiaron sus artículos no quisieron agregar más dinero.
"Dame cualquier cosa, después lo cambia", es la frase que más se oye en la época de Fiestas, según los vendedores. Valeria Moreiras, encargada del local de Awada en el Patio Bullrich, explica que esto sucede porque "quedan pocos talles, pocos colores y la gente no tiene tiempo de recorrer más comercios. Sin embargo, no le queda otra que comprar igual para hacer una atención en Navidad".
Para Natalia, empleada de Vitamina, la gran cantidad de cambios se debe a la "locura" de la "noche shopping", que se realiza todos los 23 de diciembre en buena parte de los shoppings porteños y del conurbano. "Las filas son muy largas, la gente se cansa de esperar y elige así nomás", señaló. Luego vienen las consecuencias.
Jenny Garibaldi, de 60 años, y vecina de Palermo, tuvo que devolver una pollera que le compró a su hija para Reyes porque le quedó chica. Para ella, "en las Fiestas uno sólo quiere cumplir y hacer un regalito. No hay mucho tiempo para pensar, a veces se compra con cariño y otras veces se manotea cualquier cosa", admite.
Alentadas por las ofertas y promociones que lanzaron los comerciantes, las ventas navideñas de 2008 ayudaron a impulsar el consumo local, que en los últimos meses se había visto afectado por la incertidumbre ante la inminente crisis financiera mundial.
Sin embargo, el secretario de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Vicente Lourenzo, dijo que "no se llegó a equiparar las ventas de la Navidad de 2007, que es un parámetro muy alto, ya que fue la mejor desde la salida de la crisis".
Los shoppings funcionaron hasta horarios extraordinarios. La imagen de los compradores ávidos de ofertas puso en evidencia la cantidad de personas que esperaron hasta último momento para concretar sus compras. La Federación de Cámaras y Centros Comerciales de la República Argentina (Fedecámaras) informó que los artículos más vendidos fueron los juguetes, alimentos, indumentaria femenina y masculina, calzados, productos electrónicos y electrodomésticos.
Después de Navidad, los shoppings volvieron a llenarse, pero de clientes ávidos de cambiar sus regalos.
Paula Markous

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