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viernes, 9 de enero de 2009


EL LIBRO RECOMENDADO - POR ORLANDO C. APRILE
La alquimia digital
Vivir conectados -Sociedad política y comunicación en la era digital-. Autor: Daniel Ivoskus - Buenos Aires: Editorial Norma, 2008 (283 páginas con glosario especializado).

Aprile destaca el cuarto capítulo, sobre la utilización de los recursos digitales, y el sexto, sobre la conectividad en América latina.
No hace mucho recomendamos Ciberculturas juveniles (ver adlatina del 27 de octubre). Ahora, y con este libro de Ivoskus, volvemos a poner en la agenda de las comunicaciones la temática digital. Y ya no como una tendencia sino como un paradigma.
En los ‘90, Nicholas Negroponte adelantó la irrupción digital como consecuencia de la notable difusión de Internet. En la actualidad, las estadísticas, las experiencias y los hechos ponen en evidencia que la era digital está entre nosotros y que ha llegado para quedarse. “La inmediatez de las informaciones, la conexión de cada vez más personas a Internet, y la conciencia sobre la importancia de las participación política, están creando un nuevo hombre: el ciudadano digital”.
Si se sigue desarrollando así esta alquimia digital, en unos pocos años más cada persona tendrá unos diez dispositivos conectados a Internet. Será un tiempo nuevo, el de la hiperconectividad. Con computadoras, celulares, cámaras de video, sensores, electrodomésticos, maquinarias, automóviles y hasta sistemas de riego. Y todos ellos conectados “para que el hombre digital tenga la información requerida en el momento y en el espacio en que la solicite.
En este nuevo contexto, Paul Saffo, investigador del Instituto para el Futuro de Palo Alto, ha bautizado a este ciudadano digital como prosumidor (prosumer) puesto que es tanto un productor como un consumidor, y que participa activamente en la creación de los contenidos que luego utiliza.
Una de las primeras consecuencias de este fenomenal cambio tiene que ver con los medios de comunicación. En tiempo de los medios tradicionales la comunicación era lenta y altamente homogénea. En cambio, con Internet todo acontece a alta velocidad. Casi siempre hay un feedback y una reacción inmediata que puede ser mensurable.
Por otra parte, con herramientas como los blogs, Wikipedia, Facebook, YouTube o My Space, “la red comienza a desmadejarse en círculos independientes. El manejo de la información es individual (...) y obliga a diferenciar a cada uno de los usuarios. Lo que implica un esfuerzo de creatividad cada vez más importante”.
Un sobresaliente aporte de este libro es su amenidad: su lectura es placentera. Puesto que al abordar temáticas tan técnicas y novedosas, Ivoskus las explica y analiza con una variedad tan interesante como pertinente de ejemplos, casos y datos. A lo que hay que sumar la recomendación de dos capítulos: el cuarto sobre la utilización de los recursos digitales y el sexto sobre la conectividad en América latina.

“Nuestro hombre es un ser que mutó en esencia y al que se lo conoce como hombre tecno o ser digital. Se trata de un hombre común solo en apariencia, pero que ha sufrido importantes cambios. Tiene valores subjetivos y aleatorios que, incluso, chocan con el sistema de tradiciones que sostuvieron históricamente a la humanidad. Su nueva moral está asociada a una cosmogonía múltiple donde conviven en un régimen caótico, religiones, valores, creencias, relatos y acervos disímiles”.

Daniel Ivoskus es docente universitario y consultor. Además de colaborar con artículos y columnas para diversos medios especializados, publicó en 2007 Lo que no se dice, no es.
Para mayor información, los interesados pueden consultar en www.danielivoskus.com.ar

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