Marketing perverso
La problemática del sobrepeso en los niños en edad escolar se relaciona directamente con la industria y el comercio, porque se percibe una fuerte estrategia de marketing dirigida a menores de 12 años, potenciada por la venta de alimentos altamente calóricos o bajos en proteínas. Además, este tipo de alimentos o la llamada comida “chatarra” resulta mucho más económica que la sana.
Otro de los factores que influyen en el sobrepeso de una persona es la paulatina mutación de la ingesta de agua por gaseosas o bebidas azucaradas. Para citar más ejemplos hay que hablar de las porciones alimenticias. Los chicos comen mucho y mal, y esas son situaciones que disparan la obesidad. Además, no tienen buenos hábitos alimenticios. Muchos de ellos ni siquiera toman el desayuno, que es la principal comida del día, ni frutas ni verduras.
Otro componente que potencia la obesidad es el tiempo que pasan los menores frente a una pantalla de televisión o PC. El promedio es de unas tres horas diarias. En este sentido, vale destacar que los chicos reciben unos 10 mil avisos comerciales relacionados con alimentos a lo largo de un año.
A nivel escolar, la falta de práctica de educación física intensiva también ayuda a la generación de sobrepeso. Los chicos, por otra parte, ya sea por cuestiones de seguridad, trabajo de los padres o actividades extraescolares, dejaron de jugar en los parques y en la calle como hace dos o tres décadas atrás. Muchos de ellos viven lo que se denomina efecto “criadero de pollos”, mucha luz artificial y quietud.
Hay que tener en cuenta que la obesidad o el sobrepeso es una epidemia a nivel mundial. En la Argentina lo sufre el 53% de la población, donde los más afectados son los chicos.
*Médico nutricionista.
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