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lunes, 28 de marzo de 2011

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28 de Marzo de 2011GLOBAL | UN 40% DE LOS NORTEAMERICANOS APOYA LA CONSTRUCCIÓN DE REACTORES

La catástrofe de Japón desata una guerra de relaciones públicas en Estados Unidos


(Advertising Age)- Entergy, Excelon y grupos economicos difunden la idea de que sus instalaciones son seguras. Pero los activistas anti-nucleares hacen también su trabajo.
  • Foto El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, un crítico tenaz de la planta de Indian Point desde hace años, ha convocado a un review de seguridad e insistido en la necesidad de cerrarla.

La industria nuclear estadounidense –que hasta hace pocos días parecía estar enfilando hacia un crecimiento mayor- está ahora travesando una crisis mientras busca con una agresiva campaña de relaciones públicas disipar temores de un desastre similar al de Japón.
Las empresas de energía están publicando avisos de gráfica, enviando cartas a los vecinos de las plantas, posteando continuas actualizaciones en sus websites y haciendo frecuentes apariciones en los medios. Rechazan así la acción de los activistas anti-nucleares, que están pidiendo el cierre de los reactores instalados en Estados Unidos a la luz de la catástrofe inducida por un tsunami en la planta nuclear de Fukushima Daiichi de Japón.
La crítica, amplificada por la enorme cobertura que hace la TV de los sucesos en desarrollo en el país oriental, está planteando lo que es tal vez el desafío más grande de relaciones públicas desde el incidente en la planta de Three Mile Island, ocurrido hace unas tres décadas. “La industria nuclear ha invertido más de 25 años tratando de definir la energía nuclear como una alternativa segura al carbón fósil y el impacto de un incidente como éste podría literalmente erradicar todos ese tiempo de duro trabajo”, dijo Adam Mendelsohn, asociado de Mercury, una firma de relaciones políticas y corporativas cuyas prácticas incluyen el management de crisis y las comunicaciones. “El renacimiento nuclear estaba en alta velocidad en el presente”, dijo Lake Barrett, un ingeniero nuclear y ex integrante de la Comisión Regulatoria Nuclear de Estados Unidos, quien reconoce que “este es un gran atraso, sin duda”.
Entergy Corp., propietaria de la planta nuclear de Indian Point, ubicada a unas 40 millas al norte de la ciudad de Nueva York, comenzó ayer a publicar avisos en The New York Times, New York Post, Newday y otros diarios, declarando que “esta instalación es segura: diseñada con un margen de seguridad que está más allá de los terremotos más fuertes anticipados para la región”. La planta está en la mira de todos por estar ubicada en la intersección de dos zonas sísmicas activas, aunque funcionarios de la Comisión Reguladora la han definido como segura, según una información aparecida en el Times.
No obstante, el gobernador Andrew Cuomo, un crítico tenaz de la planta desde hace años, ha convocado a un review de seguridad e insistido en la necesidad de cerrarla. (La Comisión Regulatoria acaba de decir que haría de Indian Point “su primera prioridad” en una nueva revisión del riesgo sísmico en 27 plantas nucleares de todo Estados Unidos, según la oficina del gobernador). Los avisos de Entergy destacan una carta del chairman y CEO de esa empresa, J. Wayne Leonard, que le da la bienvenida a la convocatoria del gobernador Cuomo, pero llama a otros oponentes a no usar la crisis en Japón y “escalar los temores del público para avanzar en sus objetivos de cerrar Indian Point”.
Entergy seguirá publicando los avisos indefinidamente, dijo el vocero Jim Steets. La compañía de relaciones públicas de la firma es Burson-Marsteller.
Por su parte, Excelon, que opera 10 plantas nucleares en Illinois, Pensilvania y New Jersey, está enviando cartas de aliento a los vecinos de las plantas, en las que dice que todas las instalaciones “son capaces de resistir y cerrarse con seguridad ante terremotos muy fuertes”. Entretanto, el Nuclear Energy Institute –un grupo comercial cuyos miembros operan en 104 reactores del país- esta enviando videos de YouTube en los que funcionarios prometen realizar detalladas inspecciones en hacer las modificaciones necesarias para la seguridad.
El grupo también montó un feed de Twitter dedicado (@neiupdates) cuyas frecuentes actualizaciones incluyen links hacia coberturas periodísticas favorables, incluyendo un editorial en el website de BBC escrito por un científico de la Cambridge University, que declara que “aun en el peor caso… las consecuencias directas sobre la salud de un accidente nuclear serían muy pequeñas comparadas con los miles que ya murieron por el terremoto y el tsunami”.
Activistas anti-nucleares, cuyos presupuestos son mucho más pequeños que el de las grandes compañías de energía, están confiando en apariciones de medios gratis y una campaña de redacción de cartas para impulsar al cierre de 23 reactores estadounidenses que ellos dicen son idénticos a los que están envueltos en el desastre japonés. “Las fallas de diseño que han contribuido a que se produzca esta calamidad existen también en estos reactores estadounidenses”, dijo Michael Mariotte, director ejecutivo de la Nuclear Information and Resource Service, en una reciente aparición en un programa de la emisora Voice of America. El grupo, que lucha contra la construcción de nuevos reactores, está desplegando en su website una foto de una planta japonesa lanzando humo, junto a un llamado por donaciones individuales de 20 dólares.
Pero aun cuando ambos bandos incrementan sus mensajes, los eventos que sucedan en el terreno van a dar forma al debate y determinar ganadores y perdedores, dijo un experto en relaciones públicas. “Está bien publicar avisos sobre el tema, pero yo pienso que es sólo poner parches a la situación. La cuestión real es qué pasa en Japón”, dijo Mendelsohn.
Funcionarios japoneses dijeron ayer que han restituido el fluido eléctrico a la sala de control de uno de los reactores dañados –un paso clave-, pero que todavía estaban luchando para hacer reparaciones en otros reactores, según un reporte de la CNN.
Por el momento, la opinión pública en Estados Unidos está en una posición mixta. Un 40% de los encuestados favorecen la construcción de plantas nucleares en Estados Unidos, la cifra menor de apoyo registrada en tres años (Un 38% se oponen y un 23 está indeciso). Pero una encuesta de la cadena CBS realizada esta semana mostró que el 53% de los entrevistados estaban “no menos temerosos de una catástrofe similar en Estados Unidos de lo que estaban antes de los actuales sucesos en Fukushima”.

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