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martes, 10 de febrero de 2009

Pese a que son peligrosos, siguen los carteles en la avenida Lugones
La mayoría está en terrenos ferroviarios y otros, en clubes. Un fallo judicial de 1997 obligó a sacarlos porque podían provocar accidentes, pero la medida nunca se aplicó. El nuevo proyecto de publicidad exterior tampoco los prohíbe.
Por:
Nora Sánchez
¿Cree que deberían quitarse los carteles de la avenida Lugones?
Una modelo que luce una blusa insinuante mira directamente a los ojos. Es un día caluroso y es casi imposible no tentarse con esa botella de cerveza que transpira frío. O con ese avión, que promete un viaje hacia el Uruguay. Pero el ensueño no dura cuando se va a 120 kilómetros por hora, el promedio de velocidad que alcanzan los autos en la avenida Lugones, violando una máxima permitida de 100. Una velocidad que convierte a cualquier distracción en peligro sobre una semi-autopista donde, pese a que los expertos recomiendan sacarlos, hay 37 carteles publicitarios.Las avenidas Lugones y Cantilo suman 11.134 metros, sobre los que se reparten 47 carteles de publicidad. Quince de éstos son comunes a ambas y están ubicados en terrenos ferroviarios: entre las avenidas circula el Belgrano Cargas. Hasta su estatización, dispuesta para este mes por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en noviembre de 2008, este ferrocarril siguió gerenciado por una sociedad empresarial-sindical encabezada por el grupo Macri, Emepa, Roggio, la Unión Ferroviaria, La Fraternidad y la federación de Camioneros de Hugo Moyano, líder de la CGT. Casualmente, PC Publicidad, la empresa que comercializa casi todos los carteles en ambas avenidas, pertenece al grupo Emepa, cuyo presidente, Gabriel Romero, es muy cercano al kirchnerismo y asiduo participante en las licitaciones oficiales.Los expertos advierten que los carteles en las vías rápidas representan un peligro (ver Distracción...). Y hace 12 años que hay intentos para sacarlos, pero nunca prosperan. En 1997, el juez nacional en lo civil Ricardo Li Rossi le dio 180 días a la Comuna para hacerlo. En ese año había 300 y el magistrado le dio la razón a la asociación civil Familiares y Víctimas de Accidentes de Tránsito (FAVAT), que presentó un amparo argumentando que los carteles provocaban accidentes.El fallo fue apoyado por la Cámara, pero las empresas dueñas de los carteles presentaron tantos amparos que nunca pudo aplicarse. Uno de los argumentos que usaron fue que sus estructuras estaban en terrenos ferroviarios, en jurisdicción de la Nación, o en clubes privados.Ahora ante la consulta de Clarín, en PC Publicidad se limitaron a informar que "los carteles sobre el área del ferrocarril tienen sus permisos correspondientes". Nada dijeron sobre los que están dentro de los clubes."Lo que faltó para levantar los carteles de la avenida Lugones fue voluntad política -dice amargamente el abogado Gregorio Dalbón, de FAVAT-. Eso se debe a los negociados entre las empresas de publicidad y los jefes de Gobierno de turno. Luchar para que los saquen es como ir contra los molinos de viento: hay intereses demasiado poderosos detrás". Cada tanto, hubo operativos. En 2004 quitaron 120 carteles pero dejaron las estructuras. Y poco después, los afiches reaparecieron. En 2006, el entonces subsecretario de Control Comunal, Federico Peña, encabezó varios operativos para eliminarlos y desmantelar sus estructuras. Pero al mismo tiempo, sacó una resolución con pautas para los carteles de Lugones y Cantilo, blanqueando así su existencia. Peña integraba la Comisión Asesora Permanente para la Publicidad, formada por varias reparticiones de la Ciudad y donde las empresas de publicidad en Vía Pública, y las Cámaras de Anunciantes y de la Industria del Letrero tenían voz, aunque no voto. Ahora la Ley de Publicidad Exterior, demorada en la Legislatura mientras se resuelve un veto parcial de Macri, no los va a prohibir (ver La nueva ley...). Esa ley fue un proyecto enviado por el Ejecutivo que planteaba fuertes restricciones a las marquesinas y carteles, pero la Legislatura terminó votando una norma mucho más suave. Por eso, el Ejecutivo vetó dos artículos: uno que autorizaba carteles en la zona de Las Cañitas y otro que permitía algunos tipos de marquesina. La Legislatura debe votar ahora si acepta o rechaza ese veto parcial. Hasta tanto no lo resuelva (lo están estudiando), sigue corriendo la normativa de siempre.Mientras los políticos discuten, en la avenida Cantilo, desde donde pueden verse 25 carteles, la situación es similar que en Lugones. Y empeora en la curva donde empalma con la General Paz, donde con muy poca distancia pueden verse las publicidades de un auto, un zoológico y una bebida para deportistas. La única zona libre de carteles es, sobre Lugones, a la altura del Aeroparque. En cambio, justo en el punto en que hay que decidir si seguir por la autopista Illia o bajar por Dorrego, los carteles distraen. Como uno de una empresa telefonía que propone "sentir la rivalidad".

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