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lunes, 16 de junio de 2008




La imagen de un zorro despellejado

Un aviso reactiva el debate por las pieles

Polemizan conservacionistas y modistos

Aquí está el resto de tu tapado de piel..., dice el eslogan de la gráfica publicitaria en la que aparece la actriz Marcela Kloosterboer, visiblemente conmocionada, sosteniendo un zorro despellejado. Una publicidad impactante que, por estos días, provoca desde dolor hasta vergüenza o sentimiento de culpa por ponerse un tapado de piel. De este modo, AnimaNaturalis, organización internacional dedicada a la defensa de los animales, dio comienzo formalmente a su campaña Sin Piel Argentina 2008. La controversia, si bien se sostiene desde la década pasada, no tardó en reactivarse con fuerza. Mientras algunos buscan concientizar contra el uso de pieles animales, otros, no sólo de la industria de la moda sino hasta algún representante del conservacionismo, cuestionaron este tipo de campañas. El tema no es nuevo. Desde los años 90 el uso de pieles naturales ha causado polémica: “escraches” a diseñadores en plena pasarela, tachos de pintura roja arrojados sobre alguna portadora de zorro auténtico en algún aeropuerto internacional, desnudos antipieles en la vía pública. La directora de AnimaNaturalis en el país, Verónica Cerrato, afirma: "Esperamos concientizar y que se dejen de usar pieles. Mucha gente parece ignorar cómo se somete a los animales a tratos cruentos para poder obtener sus pieles". Por segundo año consecutivo, AnimaNaturalis, que tiene su sede en España, realiza una campaña en la Argentina. El año último fue en el Obelisco, donde unas veinte personas semidesnudas, arrojadas en la calle, imitaban cadáveres de animales. "Es la primera vez que convocamos a un personaje como Marcela Kloosterboer para poder llegar más a la gente. Además, como ella es vegetariana y ama los animales, aceptó y se sintió halagada por haber sido elegida", explica Cerrato. Pero no todo el ambientalismo coin-cide. El licenciado Daniel Ramadori, director de Fauna Silvestre de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, aprueba que la gente manifieste lo que piense y que participe en estos temas, pero aclara: "Sirve que alguien señale los errores para tratar de mejorarlos, siempre y cuando estos errores realmente existan. El uso de pieles de animales, siempre y cuando se realice en forma correcta y con sustento técnico, puede generar no sólo mano de obra y bienestar a mucha gente, sino la posibilidad de generar medidas directas de conservación de hábitats". En el mismo sentido, el ingeniero Humberto Borsani, gerente de la Federación Argentina de Comercialización e Industrialización de la Fauna (Facif), agrega: "Parece ser que matar para la alimentación es mejor que para aprovechar la piel del animal. Además, el animal que se muestra en la gráfica fue sacrificado vilmente; es una barbaridad. Ya se están presentando demandas contra la actriz y la organización. Es una atrocidad despellejar a un animal en vida". Y es precisamente la cruenta imagen la que provoca que muchos se pregunten por qué mostrar algo tan agresivo. Cerrato explica que la campaña fue pensada para producir impacto. "Es una adaptación de la que impulsó la ONG Personas por la Etica en el Trato a los Animales (PETA). Nosotros, a diferencia de ellos, apelamos a la compasión." En la mencionada campaña la cantante Sophie Ellis Bextor aparece con cara de crueldad sujetando de las patas a un zorro despellejado. PETA, fundada en 1980, es célebre por interrumpir desfiles de moda en todo el mundo lanzando huevos, harina, y haciendo sentadas en casas de moda de Nueva York y Londres. Hace más de una década, el uso de las pieles en la moda era muy cuestionado, pero el primero en romper el hielo fue John Galliano, a fines de los años 90, cuando presentó una colección en las que reaparecieron los zorros y los visones. Giorgio Armani, Karl Lagerfeld, Dolce&Gabbana, Carolina Herrera y Marc Jacbobs también las incorporaron en sus colecciones y, detrás de ellos, modelos como Kate Moss, Cindy Crawford y Naomi Campbell, que habían apoyado campañas antipieles, comenzaron a enfundarse nuevamente en ellas. El pilar de este renacimiento, el emporio Saga Furs, una organización que representa los intereses de las explotaciones peleteras de Escandinavia, proveedoras de más del 60% de la producción de zorro y visón en el mundo. Dicha empresa investiga nuevas formas de trabajar con esos materiales y recluta alumnos brillantes de las escuelas de moda europeas y organiza seminarios para que conozcan las posibilidades que ofrece la piel. Entre otros diseñadores argentinos, han realizado cursos en Saga Furs Benito Fernández, Jazmín Chebar y Laurencio Adot. Según Borsani, "en el mundo, el 95% de las pieles proviene de criaderos, en los que el propietario compra tres visones y tres zorros, y los reproduce. El otro 5% es de origen silvestre, pero también tienen un control porque se realizan estudios poblacionales para saber si la especie está en extinción". Es por esto último que en la Argentina ya no se comercializa el gato montés. Sin embargo, para Cerrato, que la piel sea de criadero no disminuye la crueldad. "Es un animal que nació y vivió para morir de forma atroz", sentencia. Ramadori aclara: "En la Argentina, la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, a través de la Dirección de Fauna Silvestre, trabaja en forma activa con el sector peletero, realizando estudios para el adecuado aprovechamiento de las poblaciones y desarrollando acciones concretas para la implementación de un sistema humanitario de trampeo de animales. Estos sistemas tienden a eliminar el sufrimiento animal". En vías de extinción La desaparición de algunas especies es otra de las preocupaciones que mueven a estas organizaciones, así lo confirma Cerrato: "Por ejemplo, el zorro patagónico es uno de los animales que están en vías de extinción". Borsani es tajante: "Los chacareros del sur del país piden que la gente mate al zorro patagónico porque es plaga y es depredador del ganado. Algo parecido sucede en Tierra del Fuego con el castor; allí, el gobierno paga 15 pesos por cada cola de castor. Son especies consideradas perjudiciales para la producción". Para la directora de AnimaNaturalis, la única opción posible en pieles son las sintéticas: "Pueden ser de poliéster, algodón o microfibra", dice. Una alternativa que no acepta Borsani: "Las pieles de criadero son biodegradables y no afectan el equilibrio ecológico y, a diferencia de las sintéticas, no consumen los escasos recursos naturales del planeta." El debate se ha reactivado y promete continuar. Por Andrea Salgueiro Para LA NACION

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